jueves, mayo 31, 2012

Soliloquio No.2

Todo el estertor y estupor de la noche cálida y menguante yace aquí, ahora, bajo las solapas de mi camisa. Bajo la desventura de mi inconsciente mente. No hay mundos pusilánimes ni morigerados, NO. El momento fecundante se hace presente, y entonces es que aparece una vez más. ¿Aún eres capaz de recordar aquél mar de pesadillas? Jamás olvidaré que no hay peor infierno que la propia mente. Me encontré aquella vez tan sumergido en el mar que me convertí en buzo. Un buzo como ningún otro. Un buzo con un racimo de flores bajo la piel y otro tanto en las manos. Como decía, me encontré tan hundido en dicho océano que olvidé cómo se anuda la corbata, cómo se abotona el saco. Dentro y en lo más profundo había un gran altar. Sobre este una figura, más brillante que el sol al amanecer.

Pero ya no vengo a hablar de brillos iridiscentes y destellantes. Ya no vengo a contarte los días con los dedos de las manos. No estoy aquí para resolver tus conflictos perpetuos. Claro que no. Me hallo situado en el claro de luna, en la sonata de la media noche sólo por una buena y jodida razón, aquella que me arranca los labios antes de dormir. Aquella que vendrá a dar un buen mantenimiento a la maquinaria de mi libido mental. Estoy aquí y ahora. Me encuentro sólo con un lápiz y una hoja en blanco, que esta noche es de fiesta. Esta noche es para celebrar y fecundarte, lo haré como en mi ocaso de niebla y palabras. Lo haré una vez más como sucedió en las tardes de otoño. Y sólo así mismo entenderás que sólo tengo la razón de mi compresión.

lunes, mayo 07, 2012

Demasiado pronto

Justo como la miel, es sólo para que te recuestes ahí mismo, sin nada más qué decir, ni nada prescindible qué mostrar. Ahora es cuando los dos miligramos se hacen presentes y entonces no hay más, ni una pizca de sinceridad. Algo que sea igual de específico. Tanto como aquellas siluetas y "sombras" de la sociedad que han estado tan marcadas y marginadas como la luna que todos aprecian sólo por esta noche. En verdad me gusta cada parte interpretada de dicha forma. Una manera sencilla de ofrecer lo que la gente quiere oír y mirar. Todo sin escuchar y observar. ¡Más jodido no podría denotarse!

De nuevo me presento ante cada espectador que estará dispuesto a dar palmadas al aire al igual que sus dichosas penumbras que sólo han de enfatizar como cada alardeo y tamaña lindura. Entonces creerán que dicha zozobra no es más que parte del montón de bazofia que pertenece a esa mínima y arcaica parte del mundo. Aquella jodida y silenciosa parte que estuvo más que arraigada como lo fue en los mejores años de revolución. Quiero hacer renacer dicha revuelta. Y entonces levantaré una vez más los brazos.

Cada parte mezquina siempre ha de creer que tengo luto de razón y compresión, más mis ojos han de denotar más que ello. Son capaces de persuadir al mundo entero con sólo un parpadeo. Tienen la jubilosa capacidad de no dar respuesta y corromper cada cándida y memorable sonrisa. Hablo de esto. de un movimiento que habrá de cambiar el rumbo que ha tomado el gorgotear de la sangre que se lleva dentro. Es momento de oxigenar por última vez.