lunes, junio 11, 2012

Primera Presentación

Ávido de palabras, en las presentaciones jamás encuentro la entonación perfecta más el dulce retinar de la guitarra me conlleva, me sujeta del muñón izquierdo y me hace valorar cada parte rosa. Lánguido y tendido es como digo tal discurso y mientras más dejo salir palabras a torrentes por la comisura de mis labios, más ansioso es como suelo sentirme. Al principiar lo hago de la manera más humilde que conozco puesto que sólo he de enfatizar el llamar de mi ser. Ahora mismo es cuando más ganas de hablar tengo y no puedo contener dicho acto veraz pero sólo escucho el parlar indeterminado de los presentes.

Palabras aletargadas son disparadas al aire y consigo llevan una medalla que fue adquirida en buen semblante, como muestra de la gran actuación que se hizo presente en el lugar. Pero sé que la mía es apócrifa pues aún faltó tanto por dar a conocer y conforme avanzó el paso del tiempo (entonces mi reloj se rompió), contuve un centenar, no qué va, un millar de palabras iracundas en voz de marcador. Jamás comprenderé el por qué no puedo mostrar más de lo que me he permitido hasta ahora y aunque habrá más actuaciones en público no sé si estaré enfocado a la convocatoria o al menos no del todo. Hasta entonces me seguiré presentando con un libro bajo el brazo y una melodía atónita que sabe cómo erizarte la piel.