martes, enero 27, 2015

Desgracia y Gloria

Es una lástima, creo yo,
que nadie vuelva a escribir a puño y letra.
Una verdadera desgracia.

Es una lástima, creo yo,
que el mundo es un cáncer que se carcome en delirios.
Una verdadera desgracia.

Es una lástima, creo yo,
que se diga anticuado a quien ofrece el alma.
Una verdadera desgracia.

Es una lástima, creo yo,
que haya llegado a esta precisa página.
Una verdadera desgracia, pues,
significa entonces que desaparecí
de manera perpetua.

Una lástima y una desgracia
que haya salido y,
una gloria y una dicha para mí, creo yo,
poder cambiar de sinfonía.

lunes, enero 19, 2015

Cold Spring

/Frenesí. Mi vida valiente. Mi vida taimada. Mi vida. Ojos color ágata. Manos de terciopelo. Labios rosados./ Un viaje introspectivo, circulando, dando la vuelta al mundo yendo en contra del tiempo. Palpitando al compás de los sentidos, percibiendo las marcas que se postran sobre tu piel. Llevo conmigo la calidez del invierno de tus palmas. Me encanta que haga frío.

/Ahora no importa el tiempo o el espacio o su infame unificación. El punto donde convergen los trópicos con el Ecuador está aquí y ahora. Tan cerca que puedo sujetarlo en mis brazos. Beberé de él, de la copa del mundo. Consagraré tus agonías con las mías. Nada más será necesario.../

Y es esa manera a cual me he inmerso. Soy quien llega sin cordón umbilical. He llegado inmaculado. Me encuentro desnudo. Respiro por instinto y convicción. He llegado diciendo sí y no a la vez. Con estragos y recuerdos derrochados. No hay razón ni comprensión a esta mi condición. Cerraré los ojos y guardaré silencio sólo para escuchar la maquinaria oculta que entre costillas llevas.

martes, enero 13, 2015

Utopía

Palpo con los ojos abiertos, con las palmas cerradas. Veo con el filo de mis dedos, con mis párpados hinchados. El colapso existe de manera perpetua mientras te tengo y no, mientras la hegemonía de mis caricias estremecen al viento, al cielo, a mi/tu respiración. Cierro los ojos mientras sostengo toda tu cosmogonía. Somos uno mismo mientras nos desvanecemos con el tiempo. Pertenecemos a la misma sinfonía...
Alistamos el metrónomo al ritmo de nuestros latidos. De nuevo te tengo y no...
Bailo con los pies sobre el agua, con la cabeza en el alma. Acaricio tus sentidos, me pierdo en ti. Abro los poros a la incertidumbre, a la mezcolanza latente. Nos consumimos en cenizas. Salimos de entre el montículo con el corazón henchido.
Circulas en mi tránsito carmesí, y viceversa. Nos llevamos más dentro de lo que permite la razón de comprensión. Pero de nuevo estás tan aquí, estás tan allá...
Por lo cual palpo con los ojos cerrados, con mi palma entera. Veo con la piel y mis pupilas dilatadas. El imperio colapsa mientras te tengo y no, mientras la fisionomía se resume en una caricia. Mientras lo que más importa es la continuación de la misma.
No sólo pertenecemos, tú y yo somos la sinfonía. Nosotros acoplamos el metrónomo a nuestros impulsos. Pero de nuevo estás tan aquí y tan allá... De nuevo te tengo y no...

sábado, enero 03, 2015

Horas malditas

Ya no despiertas porque ni siquiera duermes. Te mantienes en vela cada día con la jodida esperanza de una nueva salvación. El vacío recorre las entrañas y desgarra cada centímetro de piel de manera intrigante. Ves recorrer todo ese extenuante río violeta-carmesí y gritas para tus adentros <¡Puta vida!>. No hay rastro de perpetuidad en ningún lugar. Cierras los ojos con la ferviente idea de descansar/morir sin darte cuenta que sólo se trata de un placebo para la realidad. Las reminiscencias están latentes en todos tus sentidos mientras levantas la mirada para admirar el amanecer. El reloj sigue roto y las manecillas dejaron de existir en ese momento en el que se unificó tiempo y espacio.

Levantas la mirada y tus párpados hinchados caen como pequeños copos de plomo. La vida está ahí mientras te retuerces en el suelo deseando un poco de sanidad. Mientras la vida miscroscópica se convierte en parte del cosmos etéreo, algo ecléctico resurge de entre cada blasfemia irreverente. Lanzas el primer escupitajo pensando que caerá en el rostro de Dios pero, has olvidado cómo llegar al firmamento con sólo estirar la piel, que dicho acto fúnebre se devuelve a ti como chancro lodoso.

Es precisamente ahora un momento para retomar todas esas viejas enseñanzas que se retuercen en mi muñeca. Pienso al menos una vez más de qué se tratará ese extenuante atisbo de realidad que se postra como libertad en mi ventana. He dicho que todo está escrito en tus ojos y que vivo compaginando nuestra utopía con la realidad... Hoy digo que es parte de mi sistema. Que cruzo mis dedos mientras desencarno las mordidas de mi regazo... Eres toda y cada una de ellas. De esas pusilánimes malas melancolías.

Me he embriagado con la noche articulada con esa mala manía de relacionar mi tacto con esas conversaciones que se sostienen con la mirada...