lunes, agosto 31, 2015

Abedul

Me encuentro delante de ti nuevamente, por instinto y convicción. Justamente como ha sucedido en las viejas noches de verano donde encontramos un solaz irremediable para la deplorable situación presente. Te he visualizado en mi mente, en mis recuerdos. Me he tatuado tu nombre en el corazón, en el alma y en cada uno de los estragos que han sido concebidos en nombre de tu ausencia, y aquí y ahora, te pido un poco de tiempo, de ese que es intangible, irrefutable e irreverente ante cualquier designio humano, atemporal como ha estado latente en el tránsito de nuestras venas. Una y otra vez y un sinfín más he marcado en mis pensamientos "Todo está escrito en tus ojos", figurando la verdadera dualidad que se debe ver reflejada en ellos, la cosmogonía infinita capaz de trascender a través de cualquier hecho, de cualquier situación, de cualquier emoción o represión, de esa misma que está circulando sobre mi piel.

Pienso en la manera en la que hemos de aprender a corresponder por vez primera, con estas conversaciones que hemos aclamado todo el santo día para mis adentros. Sigo caminando y recordando la manera en la que vibras por todos los poros incluso cuando no dices nada y te repito al son del amanecer "No somos de este mundo, somos las estrellas y el universo de más allá" mientras convergemos y colapsamos cada una de las constelaciones que han de posarse sobre nuestra "ingenua"  intimidad, donde se mira el alma al desnudo y se percibe el latir aterciopelado sobre el pecho, donde el vínculo que se establece entre nosotros está relacionado con el revelar tu piel desde adentro hacia fuera, con ese momento en el que nos volvemos uno mismo, en el que callas tus silencios con los míos.

A ti es a quien refiero todo esto, sin necesidad (una vez más) de mencionar sin citar, a ti, tan homogénea en mis pensamientos y heterogénea fuera de ellos. A ti tan real y etérea en cualquier lugar aunque existas mejor donde pueda palparte con ojos cerrados, donde pueda encontrar esa calidez que yace sobre tus labios. A ti tan latente en la distancia, tan ausente en mi presencia. A ti tan impulsiva y racional a expensas del delirio que está en mi mente, el mismo con el que, y sin venda bajo los ojos, quiero crear una revolución dentro de ti y al salir, te contaré la más grandiosa historia.

lunes, agosto 24, 2015

Sueño Muerto

Claramente la adaptación ha sido lo mejor y lo peor que lo podría ocurrir a cualquier forma de vida, es evolucionar y crecer aunque no siempre sea por un fin inescrutable. He hablado una y otra y un sinfín de veces sobre la capacidad de volar que se está perdiendo conforme las mentes van despertando. Retomando el tema de la adaptación pienso en las consecuencias que vienen a raíz de esta, como el río que corre caudales y a borbotones por todo el mundo, donde el agua se guía a base de la corriente, donde hay quienes se atreven a renegar la misma y prefieren subir a través de ella y la más lamentable, la de la triste y jodida piedra que no tiene la fuera suficiente para soportar la corriente cuando es muy fuerte pero se queda en el fondo mirando el rededor cuando esta es muy débil. Y ahora es más cuando falta una revolución que demuestre lo que es la verdadera pasión.

Estoy aquí, delante de cualquiera que se atreva a mirarme a los ojos, siendo sólo una parte más finita y milésima del mundo y sé que está bien así, sin una dirección o un camino como tal, sin seguir la corriente, sin hundirme en ella. Tengo toda esta clase de monólogos en los cuales declino cuál es la desfachatez que está corrompiendo al mundo. Me siento enfermo de sólo pensarlo una y otra vez y no lo digo por maldita compasión hacia la sociedad, por mí que se jodan todos y vayan cayendo uno por uno. Va más allá de la existencia de la raza humana, estoy refiriendo esto a aquellas mentes que podría hacer algo grandioso por el mundo entero pero en vez de ello se están perdiendo en sus fantasías banales llenas de mierda etérea.

Sigue caminando me digo a mí mismo y continúa. Los minutos de reflexión no siempre son vigorizantes pero tienen una buena jodida razón de ser. De pensar y volverme como ellos me la pasaría hablando el día entero de muerte y destrucción y cáncer y enfermedades venéreas y coños y senos y fornicación y demás, pero siempre hay un buen solaz para evitarlo. Declaro esta misma noche mis  fervientes ideales y sueños, recalco mi capacidad de volar sin necesidad de dejar de existir dentro del río. De ser una roca, mejor ser la roca sólida que por muy fuerte que sea la corriente jamás se mueve y por mucho que estalle la guerra, prefiere ver cómo se matan unos a otros. Me reiré de su autodestrucción y después, después vendrá la verdadera revolución.

sábado, agosto 22, 2015

Sin piedad, sin llanto...

Llevo noches enteras en que vivo despierto, sin nada en los pensamientos si acaso uno que otro recuerdo. Preferiría ser un autómata por prescripción de Dios, mudo de nacimiento para tener el pretexto perfecto a mi falta de respuestas y a la vaga resonancia de mis preguntas nulas. Estoy declarando que me encuentro jodido como he dicho un sinfín de veces pero ya no viene al caso ninguna de ellas. Estoy refiriendo mis penas banales a ti, que a pesar del tiempo y el espacio que se creó entre nosotros no puedo dejar de aborrecerte. Sigo odiando y perpetuando tus malos tratos, tus insignificancias, tus malditos caprichos y tus malditos defectos(perfectos).

Quizá todo se debe a que cada sonido que emana de mi ser ha estado dedicado a ti, bah, qué sé yo. Habría sido mejor jamás dejarlos florecer ni dejarlos estremecer cada poro de mi piel. Miro el reloj "9:39 a. m." y pienso en el sueño que no he dormido, que me he mantenido despierto al menos cinco horas. Me tumbo de nuevo en la cama y comienzo a florecer nuevamente, no de la manera correcta pero lo hago por mera e invicta glorificación. Vuelvo a los sonidos que proclaman victoria a tu nombre y yo les digo que se jodan.

Y ahora que me he quedado sin mí y sin ti y sin nosotros vuelo nuevamente. Me veo y me encuentro perdido en un desierto, sin remedio alguno.
Entonces me encuentras.
Entonces te encuentro...

Don't Give Up

miércoles, agosto 19, 2015

Nada

Te has ido dejándome con esta sensación de abandono irradiando mis pupilas, con una extraña mescolanza entre melancolía y agonía que se vuelve palpable a cada instante.
Te has ido llevándote los estragos de mis desvelos y cada uno de sus anhelos, los recuerdos de mis desazones y la ráfaga de nuestra caricia.
Te has ido sin mirarme, sin soltarme, arrastrando una parte de mí que se arraigó a tu bella altanería y a tu arrogante majadería.
Te has ido, repito nuevamente, llevándote todo, dejándome con tal abandono, sin los recuerdos de mis noches en vela y los deseos implícitos en estas, olvidándote de mi mala jornada y a lo que se refiera a ella.
Te has ido, grito para mis adentros, mientras me quedo aquí con la mescolanza violeta, con ese tacto que se palpa como la suave brisa, con las reminiscencias de tu paladar soez.
Te fuiste
sin decir
nada.

lunes, agosto 17, 2015

Intermerata

Tengo en mí un sinfín de recuerdos y sensaciones, desde los más importantes hasta los más irrelevantes. Los he estado clasificando no sólo por aroma y tacto, no. Refiero todos y cada uno de ellos a los trópicos y ejes que rigen nuestras mentes, a la hegemonía de una simple sonrisa y una cálida caricia. No tengo más qué decir al respecto, he vivido con cierto vaivén en cada una de las situaciones en las cuales me he inmerso. No tengo más que hablar o referir salvo la cosmogonía infinita que he vislumbrado a través de tu mirar.

He estado relacionando de manera rosa, con el corazón en las manos y el alma de frente, cuantificando cada pársec que se ha creado entre nosotros a raíz de la máquina de letras, del océano de libros y alfabetos y cada uno de los versos intangibles e inteligibles resueltos para nuestros adentros. Me preocupa no perderme en ti, ser más de tus pensamientos que de ti, ser menos de cinco minutos antes del anochecer. Me preocupa todo y nada, me preocupa simplemente no prevalecer.

Me encuentro transcribiendo en mis pupilas esas viejas conversaciones que desencadenaron un desquiciante y árido desierto de melancolía y soledad en cada centímetro de mi piel, que trasciende a través de mis venas, de mi sangre y de cada parte primordial de mi ser. Transcribiendo con la tinta carmesí que carcome mi cuerpo entero ese vínculo que se establece entre nuestras mentes mórbidas e inestables, entre la noche articulada y el cielo menguado, entre los discursos lánguidos y el hastío del mundo que sostengo en la punta de mi lengua.

Y aquí y ahora que no nos encontramos ni nos olvidamos, que dirigimos un hatajo de soliloquios y monsergas al azar, al viento y al sonido de este, que hemos profanado y procreado más que un pacto etéreo entre nuestra labia y nuestro tacto, que vinculamos nuestros corazones y que esclarecimos cada una de los acuerdos irreversibles, es entonces que somos algo tan muerto como la luna.

miércoles, agosto 05, 2015

Ni Ahora Ni Nunca

No divulgues mi nombre entre tus silencios
ni ahora ni nunca.
No difames las palabras probablemente malgastadas
ni ahora ni nunca.
No pierdas tu juicio entre tus/mis razones
ni ahora ni nunca.
No me dejes caer en el olvido del invierno sobre tus manos
ni ahora ni nunca.
No me mires con párpados henchidos de sensaciones
ni ahora ni nunca.
No extirpes de mí la mala melancolía que irradia mi alma
ni ahora ni nunca.
No duermas sin llevarme entre cada uno de tus pensamientos
ni ahora ni nunca.

Declaro que me encuentro perdido sin juicio ni razón o comprensión
me encuentro aquí sin ti
y tú sin mí... No te vayas
ni ahora ni nunca
no te vayas.
Y si te vas
no digas
nada.

domingo, agosto 02, 2015

Neptuno

Tengo toda una procesión dentro de mí,
irradia mi columna, mis vértebras y mi sangre.
Tengo todo un invierno dentro de mí,
carcome mis pulmones, mis arterias y mis venas.
Llevo conmigo marcas intangibles para ti,
llenas de reminiscencias y una que otra fotografía.
Llevo conmigo el recuerdo etéreo de tu mirada en mí,
ese efímero encuentro donde colapsó nuestro universo.
Sostengo entre dedos más que una mala jornada,
viene a mí a cada momento y se desvanece al instante.
Sostengo entre mis labios un hatajo de palabras,
de hastío, bastante inadecuadas.
Estoy aquí tan lejos de tu vivaz naturaleza,
mientras te vas no queda nada.
Estoy aquí con tal abandono,
con un olvido estremecedor.
Entonces, nuevamente me miro,
por uno y dos y tres minutos
y pierdo la noción del tiempo.
Entonces, nuevamente cierro los ojos
y pienso en ti
aunque te tenga
y no.