viernes, febrero 26, 2016

Who will save me from the dark?

La distancia se hace tangible ante la vieja persecución, somos del viejo hálito, ese que transita en la columna, el mismo que está sobre los sueños, sobre la tempestad. No hay rastro de sanidad. No hay rastro de alguna lúgubre e intransigente calma. Veo y admiro y leo y contemplo y observo tu rastro y cada uno de tus lisonjeos aduladores. Me encuentro bajo el frío irreverente de la meseta y el desierto y la jodida arbitrariedad.

Somos indulgentes y estúpidos, ya no hay marcha atrás, lenta y pusilánimamente estoy adhiriendo a mí la mierda unánime y etérea que se presenta en esta situación. Es tiempo de caer y resbalar lentamente. Es el momento en el que preciso tu entrepierna y cada una de tus altanerías majaderas.  Es precisa y justamente el momento en el que declino la balanza sin dirección ni sentido, dentro de mí chapalea un mundo helénico que bebí por mi coleto, a raudales inexactos transita la vida homogénea que no poseo.

Hablé del verdadero sufrir y existir y lo refiero a la mala jugada de serie de eventos desafortunados a través de mi piel y mi sangre. Lo estoy refiriendo al galimatías aunado al universo y las estrellas y los lunares y los ojos y cada promesa del más allá.
Diría que todo está y estuvo escrito en tus ojos pero ahora he muerto y me he desvanecido con un suspiro... Desaparecí sin decir adiós...

Me largué a la mierda y en la mierda estoy...

Entonces me encuentras...
Entonces me encuentro... 

Don't disappear above my mind...
Don't let me hit the ground...
Don't give up my darling...
My love... 

lunes, febrero 22, 2016

Medusa

Me parece que sigo leyendo (al menos dentro de mis párpados), que, y sin premeditarlo, miro la hora "01:58 am" y escucho por milésima vez (tal vez más) Catástrofe y Cura o lo que queda de ella.
Me parece que sigo pensando en la frágil línea entre vida y muerte y el ligero contacto que he tenido hasta ahora, aunque, y para ser honesto, no sé si sean muchas o pocas ocasiones.
Me parece, más aún, que mantengo el mismo soliloquio en el que debato las horribles diferencias e indulgencias que hay de la realidad ante la ficción; el mismo monólogo donde me inflo la cabeza y la mente y el corazón y el alma con una perórata donde converjo del mar y del amor profano y todas esas mierdas relativas.

Me parece que no denoto hastío aunque por dentro esté reventando la colmena (y sí, la "colmena" es el juego de acción-reacción que existe en mi magín) con un hatajo de irreverencias y libelo y un sinfín de maldiciones donde proclamo ante cualquier deidad aquello a lo que todos temen. Grito a cada una de ellas pidiendo justicia, precisando una revolución donde he de ser dinamita pura. Una revolución donde mi explosión ha de consagrar algo impío e inmaculado a razón de la porquería que escurre de los labios mórbidos de cada idiota escéptico, donde mi explosión hará implosionar todos y cada uno tus sentidos (sí, tú, tú tan etérea e imprecisa, tú que te has llevado los látidos de mi última hora); una revolución donde hemos de colisionar como galaxias y constelaciones y universos enteros.

Me parece, y no lo creo por mártir o mezquino, que sólo es un mal chiste, una puta broma de mal gusto este letargo de vida donde apenas vislumbro la luz y su asfixiante calidez. Me parece simplemente un mal sueño, una pesadilla de la cual he de despertar pronto para darme cuenta que soy lo que siempre he sido... Una medusa...

sábado, febrero 13, 2016

En pocas palabras

En pocas palabras podría decir que desaparecí,
que lo hice al amanecer aún con estragos de ti,
con recuerdos en mis sentidos y en mis impulsos,
con la sangre hirviendo y tu aroma en mi respiración.
Podría decir también, que lo hice sin remordimientos,
que fue a razón de tu aunsencia y tu divina presencia,
con el sabor de tus labios chapaleando sobre los míos
y con el clima de tus manos provocando invierno en mis latidos.

En pocas palabras podría referir mis silencios a los tuyos,
a esa manera de poder corresponder con la mirada y el tacto,
a sostener una conversación para comprender sólo entre dos,
podría referir, simplemente, a callar nuestros silencios, juntos.
Podría referir, también, a mi manía de pensarte y soñarte,
a esta manera tuya de hacerme peder la noción del tiempo,
podría referir, simplemente, a tu manera de hacerme perder la razón.

En pocas palabras podría decir y referir mil y un razones más,
podría hacerlo situando todas y cada una en una sola situación.
lo haría pregúntamdome cuándo serás más de mí que de mi mente,
podría decir y referir la manera en que vivo y muero una vez más...

En pocas palabras, y muy sencillamente, diré que me encuentro aquí,
que lo hago refiriendo todo a tu nombre, sin ti...

En pocas palabras, extraño todo de ti...
En pocas palabras, quisiera volar...

martes, febrero 09, 2016

Idiota

Dime qué vas a saber tú de depresión si no has vivido sólo del desprecio, y qué vas a saber de la ansiedad y desesperación si no has terminado a media noche y a media luz bajo la cama con sangre tibia escurriendo por tu fría piel ... // Dime qué va a saber un arrogante enajenado, que se asusta de la mierda que cree conocer, de la soledad si ha vivido con frenesí lo radical de ese clímax ferviente. Dime qué chingados vas a saber, si tienes fecha de vencimiento y entorpeces/destruyes/corrompes/pudres lo inmaculado, sobre cómo es la desolación ... //

Dime más bien qué propósito hay en la humanidad de tu ser, en el enigma irreverente de tu mente pseudo mórbida, dime cómo es creer que se está jodido aún a sabiendas de ver/ser/tener todo y no saber nada ... // Dime, y te lo pido con tanto hastío, qué ocurrencias agreden y tergiversan tu magín dejando atrás la vida impedecedera por algo banal. Dime de una buena jodida vez por qué aniquilaste algo hermoso a expensas de tu arte estúpido ... //

Dime por qué recalcas la inferioridad, por qué al anochecer, por qué tiraste (algo bello) por el barranco, por qué me quedo, yo, al borde del preicipio, por qué no estoy a seis pies bajo tierra, por qué arrasaste con lo impío de su sensibilidad, por qué razón hay que continuar, por qué he perdido el control ... // Dime simplemente por qué fuiste un idiota ... //

Sé que he mencionado sin necesidad de citar, que no hay políticas. Sé que debí desaparecer, que no hay plano celestial.
Sé que he de quedarme en la oscuridad, y que, a tientas y a ciegas debí decir adiós.
Sé acerca de la necedad de precisar, de correr, de soñar, de volar, de destruir y de olvidar...
Olvidar una vez más...

lunes, febrero 08, 2016

Alone

Como la ráfaga y brisa circuncidaste mis pensamientos, mis anhelos, mis deseos,
lo hiciste de dos en dos y de cuatro en cuatro, al filo de la media noche,
al son del amanecer aún con el viejo abandono en ti, en mí.

Por mera victoria o invicta glorificación, qué sé yo, te adentraste en los delirios,
en la secuencia irreverente de los caudales tibios de mi cuerpo entero, mi tránsito,
en el colapso de mis venas, te arraigaste a mi tacto, a mi respiración.

Siempre he querido saber dirigir el abandono, eregir menos indulgencias,
siempre he querido tener rabia resplandeciente, aprender del braille,
siempre voy a querer unificar agonía y maldición con esta desolación.

Y ahora que he hablado de mi mayor creencia, mi mayor deseo, que lo hice de tres en tres y de cinco en cinco,
declaro mi ausencia al mundo, mi falta de pertenencia a algún lugar, hablo ahora de los ejes sobre cuerpo y mi alma,
estipulo el nacimiento y gestación en el vientre del universo ante la unánime y delirante figura de la muerte.
Ahora que no hay marcha atrás sé que vine solo al mundo, que me he secado y que parto nuevamente con una benda en los ojos.

(Entonces hierve mi sangre, respiro y desaparecen mis sentidos.)

lunes, febrero 01, 2016

A veces y a veces

Cada situación, cada entonación, cada conjunción, cada bocanada de mierda, cada patada en el culo de la creación,  cada mala sinfonía, cada reminiscencia tangible, cada proeza irreverente, cada todo, cada nada... Cada retorno imperecedero a esta penitencia.

Cada desastre, cada aberración, cada cosgomonía, cada hegemonía, cada perórata, cada galimatías, cada marrullería, cada lisonjeo, cada merma, cada juramento, cada promesa, cada constelación... Cada aventura proveniente del corazón, del alma.

Cada resistencia, cada decepción, cada esperanza, cada llama de acetileno, cada girar inmaculado, cada adiós, cada bienvenida, cada mañana, cada noche, cada momento, cada instante... Cada parpadeo tuyo me siento desaparecer...

A veces lo hago por fascinación y a veces lo hago por mera destrucción. A veces y a veces quisiera difundirme en tus sentidos, a veces y a veces quisiera ser parte de tu respiración... A veces y a veces quisiera ser de tu piel y de tu sangre, de tus pensamientos y tus anhelos... A veces te tengo y a veces no...