Regálame tus caricias y tus besos, tus labios
Tus momentos de alegría y tus ratos amargos
Nuestros impulsos han de evitar el letargo
Mientras la noche nos consume en su resabio.
Regálame instantes, momentos y situaciones
Tus parpadeos y sonrisas, tus pestañas
He de preseverlos junto a las hazañas
Donde colapsan nuestras emociones.
Regálame días y horas, minutos antes de dormir
Tu piel y tu tacto, tus sensaciones, tus encantos
Que la única razón de algún llanto
Sea a la hora de partir.
Regálame tus labios a cada minuto, a cada instante
Parpadeos sensatos y alegres, sensaciones llenas de emociones
Hemos de querernos a montones
Que nuestro calor será constante.