martes, diciembre 04, 2018

Zeta

Los latidos se aceleran a causa de estruendos externos, sean por arbitraria realidad y la jodida ambigua ironía, la misma donde, y con manos llenas de vacío, habríamos de encontrarnos en mundos y espacios paralelos. Los latidos son los que denotan lo que en las sensaciones detona, en estos mismos es donde el tránsito sanguíneo conlleva evocar lamentos que se traducen en palabras escurriendo por los dedos.

Las palabras transitan sobre la piel, surcan de manera salada agonía y ausencia, abandono etéreo donde sigo consagrando memorias inexistentes de nuestro colapso delante del mar. Las palabras mueren a cada instante.


Mis palabras mueren a razón de la indiferencia, nos mostramos desnudos y vendas en los ojos; con el alma de frente y el corazón en las manos; nos mostramos sin temor alguno hasta que las palabras muertas nos alcanzaron.

jueves, octubre 25, 2018

Reminiscencia 64

Los detalles pequeños, imperceptibles, son los que conforman cada recuerdo. La manía de todos radica en querer preservar hasta lo más irrelevante.

Los recuerdos mengúan conforme la noche invade, conforme la obscuridad te envuelve con el frío invierno perpetuo arraigado a cada afamado corazón.

El alma resplandece a media noche, sucede cuando la melancolía se tatúa bajo la piel, lo hace en forma de flores purpúreas.

Los colibríes, tan glaucos e inmaculados, vuelan sobre el campo taciturno postrado sobre mi espalda. El universo que creamos colapsa con la distópica realidad.


Detalles pequeños que conforman los recuerdos que perpetuamos, con piel desnuda y al filo de la media noche, se hacen presentes cuando el frío impacta contra mi espalda. Cierro los ojos y pienso en la muerte arraigada a mis pupilas; respiro y pienso en la vieja utopía donde todo florece... desaparezco...

viernes, octubre 19, 2018

Maybe not

La calma y el llanto se sumergen en el reflejo de dos lunas; teléfonos sin respuesta. De reminiscencias tan irrelevantes como el ondeo de un mechón se llena la conciencia, tanto como quepa en la palma de las manos y los bolsillos disponibles; remordimientos perpetuos.

De manos abiertas se escurre la vida; desolación abandonada. El arrepentimiento arremete cuando la melancolía aparece a media noche carcomiendo, de manera soez, las ganas de respirar por convicción.

El alma también se hace dulce y amarga según la divinidad presente demande, el último momento perpetuo es en el que, con brillo iridiscente, la noche articulada y menguada cae sobre la columna vertebral; la obscuridad fascinada por la desnudez que comienza por las retinas. De llanto inmerso en catarsis y conmoción se hace la vida.


Las palabras colapsan donde el hastío encuentra el punto de quiebre, las copas caen mientras desgarrando  centímetro a centímetro la piel, mientras el mundo a nuestros pies se tiñe violeta. Hemos de llevar la gracia y gloria resplandeciente de Venus sobre la espalda, tatuada sobre cada constelación inexplorada esperando el momento en el que, de pasiones ajenas e intensas, viva y muera una vez más.

sábado, agosto 25, 2018

Frantic

Realidad tan ambigua y relativa, consecuencias que se objetan y presentan incluso cuando hay soledad inmersa en muchedumbre. Seguimos caminos sin esperar respuesta o algo a cambio, dentro del abandono se encuentra la calma y, bajo los trazos muertos de un recuerdo, encontramos el orden del caos.

El tiempo se detiene bajo nuestros pies, llevamos marcas de melancolía que se hacen presentes y latentes cuando el corazón late y palpita en medio de nada o nadie. Daría de mí lo que te has llevado, te quedas con mi aberrante ansío por la muerte... la muerte la conocí en tus labios y en tus brazos, en el afecto de media noche y en la distancia que persiste dentro de nuestras pupilas.

Ahora que las hojas caen es cuando me percato que existes por instinto más que por convicción. Hablé del tránsito en mi sangre, de las marcas y trazos que se mantienen al son del amanecer; hablé de aprender a corresponder al filo de la media noche. Los latidos se vuelven pesados, arraigan reminiscencias sobre la piel, trazos y recuerdos guardados como memorias de tacto que florecen cuando se encuentran con nuevos labios.

La noche atestigua de qué van las esperanzas muertas y las lagrimas que carcomen la obscuridad. ¿De qué sirve llevar y sentir tanto si para el mundo sólo se trata de un jodido chiste? ¿Dónde queda el tiempo de los asesinos donde se consagró la pasión?

Que el sentido de los días quede envuelto en júbilo, que este quede grabado en cada gesto donde, y con palmas abiertas, se desfallece de amor; que sea ahí, que quede con los fantasmas de las fotografías que no mienten respecto a los hechos; que quede ahí mismo donde callo llanto al dormir con la ventana abierta.

Duermevela junto a todo lo que pudo existir y ahora no es más que el desdén de las sonrisas muertas. A veces en mí recaen las ganas de destruir mi misma existencia.

Duermevela a mi lado, que hemos de despertar hasta que el hastío nos haya rebasado, cuando de nuestros recuerdos broten flores y melancolía.

jueves, julio 26, 2018

Vestigios de un naufragio emocional

De llamas es como se hace la vida, sucede cuando prendemos el camino vuelta a casa y nos acompañan hasta el preciso instante en el que el frío taciturno te envuelve la espalda, el mismo en el que la noche se contrae de manera articulada sobre la melancolía. De las sombras marcadas donde las manecillas muestran a la media noche aparecen sensaciones que escurren desde los codos hasta la punta de los dedos, donde las palabras escurren a raudales en sangre hasta cada punto final.

De entre las cenizas de la muerte también se puede renacer tan puro como la nieve, tan frío y vivo como el norte al que siempre quisimos mirar, tan muerto y tibio como el corazón de tantos presentes. De estruendos es como se hacen los recuerdos y los vestigios de cada naufragio emocional al que nos sometimos, es como se hacen reminiscencias como parte esencial de las sensaciones de tacto.

De llamas y cenizas sobre la nieve es como se compagina la vida, de sombras y recuerdos está hecha la hegemonía de la muerte. 

De sensaciones al tacto sobre la espalda
y estruendos al corazón
es como deberíamos
componer

la noche.

jueves, junio 28, 2018

dualidad

ser de ti quien lleva recuerdos y una que otra melancolía, lunas plasmadas sobre la piel y vividas con las manos, otoños donde consagramos nuestro ser al compás del unísono 
ser quien lleva cada manía (tuya) hasta el éxtasis y el frenesí, cantos y melodías evocados de tu alma a mí, tintes carmesí en cada verso y cada mordida grabada sobre la piel

todos viven en sincronía sin percatarse de la verdadera destrucción, la muerte arremete por igual, sea por pasión o por mero vicio
las manos se detienen cuando de culminar temperaturas se trata
el mejor contraste es el de nuestro frío y ausencia perpetua

existimos lejos,
justo donde nos olvidamos,
donde perdimos la razón
a causa del amor y tintes corazón 

si escurre la melancolía 
sujeta sus trazos, sostén su algarabía
si juntos somos llamarada
perdámonos en una mirada

aguardamos los silencios,
de mi sangre brotan los ecos
donde nos perdimos,
justo donde nos rompimos

las manos tiemblan, los latidos se detienen
las lágrimas muestran el dolor que contienen,
el alma se quiebra, se fractura
vivimos sin remedio, como vicio sin cura

jueves, junio 07, 2018

en desvelos

La mesura de la vida y los momentos clímax, el instante preciso en el que todo encaja como piezas de rompecabezas; recuerda que has dicho que sabe como el respirar después del coma. 
Los recuerdos tienen maneras tan meticulosas y extrañas de prevalecer, sea desde el aroma de fresas en sus labios hasta el estruendo del alma corrompida a media noche por la obscuridad. 
La intransigencia de las memorias rotas y enterradas en el fondo de un océano mediante cajas de plomo opalescente se hace presente, tiene consigo marcas que se llevan en la nuca, justamente donde se sostiene el ser.

Vida, momentos e instantes llenos de clímax capaz de consagrar el universo sobre la piel, clímax capaz de detonar el alma a base de mal clima.
Memorias rotas y todas las piezas de procedencia incierta,
se llena de alaridos el mundo que me rodea, 
el tiempo se detiene.

Silencio y ausentes labios rojos, 
con eso se llenan mis ojos 

en desvelos.

martes, mayo 08, 2018

Comunión

Mis manos son quienes te buscan a tientas mientras la noche corrompe mis entrañas, mientras mis desvelos son quienes añoran tu piel tibia y tu respiración suave; mis manos son quienes están deseando encontrarte plena y desnuda, inmaculada y glauca a un costado.

La distancia, unas veces más corta que otras, se hace inexistente cuando entre sueños nos encontramos y, así sin reparo, nos poseemos en una danza que permanece hasta el siguiente amanecer.
Ser tu anochecer.


Ser de ti el recuerdo latente, el mismo que se impregna en tus retinas y manías, que nos llevemos hasta en el sentido más mundano, pero que nos llevemos sujetados de las manos; que la distancia sea el puente y vínculo con el que en sueños promulgamos, con mucho frenesí, nuestra desnuda comunión.

jueves, abril 26, 2018

The Wilderness

El universo colapsa en la garganta y no hay manera alguna de estrecharlo cerca del pecho para apaciguar la autodestrucción, las palabras faltan o quizá es el aliento quien hace estrafalaria su ausencia. Vivo pensando en la falta del otoño perpetuo, en los días en los que me inmerso al despertar, al abrir los ojos para caer mayoritariamente en mi propio abandono, para caer en la normalidad del mundo y de la vida donde la mescolanza y pesadumbre reconfortan a cada desalineada imaginación.

Llevo la naturaleza dentro de mí, la llevo en forma de ramas y colibríes y mariposas y medusas y todo lo que pueda parecer significativo para la realidad; llevo esa misma naturaleza que se ha encontrado con la vida partida que en cabeza llevo. Esa misma vida que se arrancó de las entrañas buscando llevarse consigo lo arraigado al alma y al cuerpo; esa misma que a veces deja atrás lo que es saber volar con el viento.

Soy ansiedad, a veces soy depresión, a veces soy psicosis; soy un conjunto de conspiraciones que te mantienen vigilado buscando la más mínima falla para hacerte perder la razón. Hemos dividido al mundo en dos ejes paralelos donde consagramos algo impío y mundano, repleto de libelo y mierda etérea, un mundo donde todos te observan y contemplan la plenitud de la naturaleza.

El universo colapsa en la garganta mientras los colibríes y las ramas se vuelven parte del tiempo y del espacio, colapsa donde la depresión y ansiedad se encuentran culminando la creación y la destrucción.

Soy ansiedad y depresión pero llevo a la naturaleza dentro de mí.

martes, marzo 20, 2018

Ocho

Hay palabras que aparecen sin demora durante el día, tan implícitas o inherentes, que la percepción parece ser errónea, estas aparecen a rastras de los pasos y los respiros; muestran realidades donde, y en cada una de ellas, coincidimos en los mismos instantes.

Hay palabras que salen de las manos a raudales llenas de infamia y libelo por doquier, estas se escapan de los codos y surcan los antebrazos para encontrar una extensión en la obscuridad.


Hay palabras que evocan cantidad  de sensaciones, desde la más indiferencia hasta las más dulce agonía, pero mis palabras favoritas son las que hemos de tatuar sobre nuestra piel.

lunes, marzo 19, 2018

seis

si hablamos de corresponder, 
qué importa la hora, la fecha,
sólo se trata de la pasión encender

que la distancia sea tan estrecha,
se vuelva inexistente,


que la piel y las manos se encuentren

lunes, febrero 26, 2018

Incertidumbre

Estoy tan expuesto a la incertidumbre, la misma de verte y tenerte;
a la casualidad de encontrarte o encontrarnos, ¿¡qué más da!? De volvernos inmortales a tientas, a ciegas y en plena obscuridad.

Estoy tan expuesto a la incertidumbre, la misma con que quisiera desaparecer nuestra distancia;
a la casualidad de remontarnos al cielo más cercano y profanar su paraíso, consagrar nuestra desnudez.

Estoy tan expuesto a la incertidumbre, la misma que conmueve mis sentires;
a la casualidad de tus manos entrelazadas en mi cabello y nuestras almas sujetas mientras vemos colisionar cada galaxia, cada universo entero.

Estoy tan expuesto a la incertidumbre, esta de tenerte y sentirte en mis memorias y en nuestros recuerdos;
a la casualidad de descubrir el universo plasmado sobre nuestra desnudez a tientas, a ciegas y en plena obscuridad.

miércoles, enero 24, 2018

Parte uno

Tuviera la oportunidad de encontrarte en silencio, haríamos de la noche una revolución, ya sea por las ganas urgentes que nos deja la ausencia y sus consecuencias.

Tuviera la suerte de llegar a ti a media noche, o medio día, ¡qué importa que el mundo se vuelva loco! Sólo importa sostener tu respiración.

Tuviera la oportunidad de regalarte suspiros, te dejaría llevarte hasta mi aliento, sin olvidar, claro, el afecto y tacto correspondido.


Tuviera la oportunidad de llegar hasta tu piel a través de la mía, haría de ellas una geografía completa donde ambos danzaríamos con la luna sin maldito reparo... con afecto, tacto y con pasión...

miércoles, enero 17, 2018

Urgencia

El aire se detiene mientras se estrella con mi espalda, mi rostro y toda mi desnudez; de mis manos brotan las ganas de tenerte, sentirte, siquiera tocarte pero sólo está tu ausencia.
El tiempo se detiene cuando vagas en mis pensamientos, cuando encuentras consuelo en mis brazos aunque ahora se limite dentro de mi mente, más no fuera de ella.

Sucede la distancia eterna que agujera mis sentidos, que lastima mi piel y mis párpados; sucede la distancia que impacienta y me deja urgente de ti.

Te busco a medio día, a media noche y en todas partes.
Te busco en silencio mientras la noche y el desvelo me consumen.
Te busco a tientas y con el alma pero sólo te encuentro en recuerdos, entonces, mi respiración se detiene.
Te busco en el abandono y los tintes corazón de aroma dulce.
Te encuentro, te pienso y siento.

Tus manos y tus caderas detienen al mundo, tu cuerpo y alma son quienes buscan mi cercanía.

Urgencias son las que escurren por mis brazos, urgencias de ti y tus labios;
urgencias de venir a colapsar;
urgencias de la reciprocidad;
urgencias de tu entrepierna; urgencia de ti.

Urgencias y más callo con el canto que de mis ojos brota;
urgencia de tu mirar...