jueves, julio 26, 2018

Vestigios de un naufragio emocional

De llamas es como se hace la vida, sucede cuando prendemos el camino vuelta a casa y nos acompañan hasta el preciso instante en el que el frío taciturno te envuelve la espalda, el mismo en el que la noche se contrae de manera articulada sobre la melancolía. De las sombras marcadas donde las manecillas muestran a la media noche aparecen sensaciones que escurren desde los codos hasta la punta de los dedos, donde las palabras escurren a raudales en sangre hasta cada punto final.

De entre las cenizas de la muerte también se puede renacer tan puro como la nieve, tan frío y vivo como el norte al que siempre quisimos mirar, tan muerto y tibio como el corazón de tantos presentes. De estruendos es como se hacen los recuerdos y los vestigios de cada naufragio emocional al que nos sometimos, es como se hacen reminiscencias como parte esencial de las sensaciones de tacto.

De llamas y cenizas sobre la nieve es como se compagina la vida, de sombras y recuerdos está hecha la hegemonía de la muerte. 

De sensaciones al tacto sobre la espalda
y estruendos al corazón
es como deberíamos
componer

la noche.