lunes, noviembre 16, 2015

Astronauta

A esta hora y a media oscuridad me encuentro. Pienso. Siento.
A veces lo hago de manera arrebatada pero hoy no. Sólo quiero minimizar la noche.

A esta hora y a media luz pretendo desaparecer.
Hacerlo a tientas y con cierta singularidad. Simplemente cerrar los ojos y dar un último respiro.

A esta hora y a media sombra me quedo sin palabras.
Todas y cada una de ellas buscan tu consuelo. He de darte mi sangre y mis sentidos. Mi último suspiro.

A esta hora me encuentro, pienso y siento, desaparezco con mi respiración.
Vuelven a mí (las palabras) con cierta ligereza y yo las guardo en mis memorias.
Las entierro en mis anhelos.
Las escribo con mi sangre.
Las tatúo en tu piel.

A esta hora pierdo la razón.

viernes, noviembre 06, 2015

Soliloquio No. 4

Hacía falta, dice mi subconsciente mientras arranco sin mesura cada tragedia irrevocable, cada insensatez irreverente, cada recuerdo faltante. Me pregunto qué hacer con el abandono y la ausencia, con las mermas de una vida morigerada y hastiada de lisonjeos sin cordura. El destino y sueño del mundo están corroyendo mis párpados y mis instintos, mi piel y mi sangre, mi respiración. Y ahora, se ha remarcado a ciegas el estertor de la noche.

Estoy solo.

Estoy solo, solo con estas marcas sobre mis brazos y mi tacto, solo con el galimatías y las falacias que de buena manera se convierten en mierda. Estoy solo, aquí y ahora, con todo este surgir que evoca elocuencia y clemencia a través de los poros y alveolos de mi ser. Mi cuerpo se ha suspendido convirtiéndose en una gran ventana por donde se filtra alguna especie de sinfonía atónita donde veo tu nombre dentro.

Decir que no te encuentro está de sobra. 

A veces hay que llorar y callar mientras de mala manera se extrae la tinta de mis venas, a veces en mí recae la noche y otras tantas, te tengo y no. Podría denotar la noche entera los capítulos imperecederos de mi vida a través de un vaso con agua, podría hacerlo antes del amanecer. Podría hacer de ti un recuerdo tangible mientras los demás declaman las vivencias muertas en su realidad. Podría volar al mundo entero con sólo un parpadeo.

Podría simplemente desaparecer.

Ahora que te encuentro dentro y fuera de mi mente pregunto sin cesar al respecto, quizá respondes qué hacer con tanto abandono. Sigo preguntando, mientras cierro los ojos, si el abandono se convertirá en una buena experiencia.

Entonces das tu respuesta con semejante ausencia.