viernes, julio 23, 2021

hace tanto

hace tanto que olvidé de qué van los desvelos donde las letras suceden a través de las yemas, esos mismos en los que la noche acaricia la piel con filo y seda; los desvelos donde se intercambian travesías, y con suerte, aquello oculto en la caja de zapatos bajo la cama


suelo preguntar hacia mis adentros por tu ausencia y tu presencia, lo hago con ideas parsimoniosas recorriendo conexiones y trascendiendo recuerdos donde me moría en ojos cerrados y ajenos a la fervorosa idea de cumplir con el devenir y volverse inmortal 


hace tanto que olvidé la transparencia con la que se anida en la piel, esa misma con la que el frío se desvanece cuando las noches compartidas florecen a tientas y en plena obscuridad, sea con ello consagración y comunión


suelo preguntar hacia mis adentros de qué van los días de cristal, de qué van las noches terciopelo; transcurren los momentos donde el palpitar pierde los latidos carmesí auspiciados por ser y permanecer en el sabor de los labios, en los suspiros y la respiración 


hace tanto que olvidé la ausencia