lunes, diciembre 27, 2021

vaya decepción

helando cada parte, hasta las más obscuras, recorriendo el tránsito sanguíneo; la respuesta circulatoria a cada estímulo colapsa donde recaen las lágrimas, justo cuando el temblor impulsa hastío donde los dedos colapsan

las palabras sobran junto a los instantes fluyendo a base de ansiedad, de fondo la armonía acaricia la piel erizando tristeza y abandono, emanando melancolía sobre los bellos en los brazos, en las mejillas y en las pestañas


extraña sensación cuando las alegrías convierten su transición en alergias y agonías, los estímulos no existen cuando la vida se postra sobre barro, cuando el desdén por el mundo y sus consecuencias se consagran en indiferencia 

vaya vida, vaya sensación, vaya decepción 


de los días de cansancio y desconsuelo las cargas se sustentan sobre desprecio, sobre la extraña necesidad de existir a base de lisonjeo externo, donde el desprecio cruza los límites de desazón, vaya decepción  

sábado, noviembre 27, 2021

días y noches

de mis días consuelo he aprendido a vivir y sentir el sol sobre la piel, las hojas de otoño sobre mis hombros y los momentos donde tus labios se encontrarán con los míos; esos instantes donde las manos surcaron letras, donde los versos buscaron salida y descontento, esos instantes donde detuvimos a la vida misma; justo donde hubo clímax a razón del corazón 

las manos con parsimonia acarician el filo de la media noche, sostienen entre vida y caricias las ganas de preservar los momentos donde nos pertenecemos, esos instantes donde no existe tiempo ni razón; los mismos donde latimos al mismo tiempo


de mis noches de desvelo ha aprendido a sentir a ojos cerrados y palmas abiertas, he sentido tu caricia nocturna, tus sensaciones al tacto; tu calor y tu presencia 

de los momentos e instantes donde compartimos caricias habrá luz y sinceridad; habría armonía y tranquilidad, habría sensaciones provenientes desde el alma quien tiene tintes corazón 


de mis días y noches donde te encuentro ausente aprendí a añorarte, a palmas abiertas, con el corazón 

lunes, noviembre 08, 2021

el cielo y las estrellas

llegamos con ojos cerrados y palmas abiertas, con el tiempo naranja acariciando nuestro otoño;

nos encontramos cuando las nubes sucedieron en tu mirar, cuando las estrellas hicieron comunión sobre tus párpados 

bajo los días abiertos encontramos consuelo y sabor, sensaciones plácidas de lo que vivimos, tú y yo,

como esa fiesta de sensaciones dentro del cuerpo, la misma que crea revolución para el alma capaz de estremecer(nos) hasta las palmas

las noches desarticuladas tomaron formas nuevas y distintas, aprendí a comunicarme a través de los susurros del viento


a ojos abiertos y palmas cerradas sujetamos la estación a nuestras muñecas,

de tintes ópalo y carmesí se tiñeron el cielo y las estrellas;

los días y las noches han perdido la noción del tiempo,

de susurros y suspiros se hacen los recuerdos, los momentos 


ahora que sucede el filo de la media noche, el estertor nocturno y la caricia fría han traído a mí sensaciones derramadas sobre las pestañas

la ironía y la melodía afinada a las luces me recuerdan que

de tintes ópalo y carmesí se tiñeron el cielo y las estrellas

jueves, octubre 21, 2021

Minutos y silencios

Las noches llenas de nitidez colapsan cuando los fractales se graban sobre mis brazos, cuando el trayecto sin rumbo fijo ni dirección se arraiga a la melancolía escurrida dentro de mi ser. Las palabras sobrantes rebosan en mi magín, recorriendo mi garganta y pecho hasta la punta de mis dedos, hasta los minutos donde de mis manos brotan sensaciones al tacto. Los días transcurren al ritmo de las nubes y el cielo, al son de los instantes donde nos pertenecemos.

Tiempo entrelazado a la sinfonía carente de orquesta, las horas mágicas resuenan en cada centímetro de mi ser rememorando y evocando hastío, abandono e indiferencia en el vuelo de la mariposa, la luz que se postra sobre sus alas ha quemado hasta lo más mezquino; olvidé sentir. Ahora que las hojas caen y se enredan en mi cabello recuerdo la sensación de otoño, la caricia fría que entra a raudales por la ventana, por mi alma; ahora que las hojas escurren con tinta de vivencias y recuerdos, vuelven a mi el universo y las estrellas de más allá.


Hablé de lo grabado en párpados henchidos de amor, esos mismos donde las pestañas fueron parte del solaz utópico en el que acorté  tiempo y distancia, hablé del complemento y cada girar inmaculado añorado en una vida distante, distinta, diferente; hablé de la inevitable sensación de vacío tras dejar los latidos, al ritmo de luces, en la nevera esperando por  ese fuego capaz de consumirlo todo; hablé y hablé, lo hice hasta que las palabras se agotaron, hasta que las lágrimas se convirtieron en sollozos bajo la luz de la luna. Hablé, hablé, hablé.


Las manos tiemblan, transpiran sensaciones que no caben en ellas ni en los tragos de vino y olvido. Ausencia y presencia, minutos y silencios; nubes, cielo y un poco de lluvia.

domingo, agosto 22, 2021

Soliloquio cero

La noche inicia con aquella frase recorriendo mi magín “¿Sabes cuál es esa realidad?”, mientras en el ambiente taciturno me envuelven melodías atónitas afinadas al metrónomo de la luna. Hay pensamientos de tiempos remotos donde la agonía y gozo desfallecieron dentro de mi corazón, donde consagraron sensaciones arraigadas al alma, donde desarticularon cada centímetro de mi ser en plena obscuridad. Hubo tintes carmesí esbozando palabras de aliento provenientes de la anonimidad; hubo sensaciones al tacto donde el desdén por el mundo, la humanidad y la vida conllevaron a malas jornadas durante muchos viajes de retorno.

He mirado hacia mis adentros, recorriendo la vitalidad de mi torrente sanguíneo, sujetando <con guantes de seda> los nombres que han circulado junto a la respiración; he mirado la apatía sujetada a los rincones más obscuros, esos mismos donde el oro negro fue enterrado con la irremediable esperanza de florecer. Una vez dentro y nuevamente en el océano, reencontró la simpleza de su existencia, la tranquilidad del abismo y el vacío. Maravilla, miedo y fascinación son los sustentos de la base del mundo, el mar de tinieblas permanece en calma sin miedo a la tormenta, las intermitentes resilencias de luz condenaron los faros.


Ahora que el ritmo se sincronizó con el parpadeo iridiscente de las estrellas y constelaciones tatuadas en la penumbra nocturna, los deseos y anhelos del mundo durmiente suceden con imágenes extravagantes y percepciones alteradas. Ahora que la brisa entra por la ventana erizando centímetro a centímetro mi piel, se derrumban diferentes monumentos fundados sobre falsas expectativas de esta realidad. El sueño colectivo pareciera culminar en melancolía y el gusto por ella, en el miedo y fascinación por lo incomprensible, por lo desconocido, por lo mortal, por lo perpetuo y su alcance. Ahora que cierro los ojos y me uno a la orquesta es que nos volvemos sombra y su sombra… Ahora, ahora, ahora…

jueves, agosto 12, 2021

girasoles

hace tanto no me explota el corazón,

sea por efímera consagración o profana encarnación

me he dicho a mí mismo, sin reparo, sin remedio;

sobre el olvido en un par de ojos negros,

sobre la omnipresencia en el palpitar, en un respirar


hace tanto no me explota el corazón,

sea por recuerdos suspirados a media noche

o deseos de una utopía distante

me he mirado en lugares profundos, en agujeros negros con tintes girasol;

me he encontrado en reflejos donde perdí la razón 


hace tanto no me explota el corazón,

sea por catarsis y clímax recorriendo mis sentidos;

sin remedio o reparo, sin distancia utópica;

donde me mire entre girasoles,

justo donde compartamos, gozosos, la gloria

viernes, julio 23, 2021

hace tanto

hace tanto que olvidé de qué van los desvelos donde las letras suceden a través de las yemas, esos mismos en los que la noche acaricia la piel con filo y seda; los desvelos donde se intercambian travesías, y con suerte, aquello oculto en la caja de zapatos bajo la cama


suelo preguntar hacia mis adentros por tu ausencia y tu presencia, lo hago con ideas parsimoniosas recorriendo conexiones y trascendiendo recuerdos donde me moría en ojos cerrados y ajenos a la fervorosa idea de cumplir con el devenir y volverse inmortal 


hace tanto que olvidé la transparencia con la que se anida en la piel, esa misma con la que el frío se desvanece cuando las noches compartidas florecen a tientas y en plena obscuridad, sea con ello consagración y comunión


suelo preguntar hacia mis adentros de qué van los días de cristal, de qué van las noches terciopelo; transcurren los momentos donde el palpitar pierde los latidos carmesí auspiciados por ser y permanecer en el sabor de los labios, en los suspiros y la respiración 


hace tanto que olvidé la ausencia

domingo, abril 04, 2021

fantasmas y fotografías

las falsas memorias pueden serlo todo, desde lo más enternecedor e iridiscente, hasta las palpitaciones violentas que surgen mientras, y bajo la cama, pides que se detenga el mundo pues ya no se alcanza la realidad con tanta agonía

la falta de palabras y letras palpables se hace presente cuando, y con tal desfachatez, nos alcanzan las horas mágicas, las horas muertas; cuando nos alcanza la vida y el sueño que no poseemos, que no dormimos


mis manos son las que procuran vomitar de mí y mi alma, son quienes promueven la convicción por respirar y seguir girando junto a la revolución colectiva 

hemos de tergiversar todo lo omnímodo e irreverente en busca de verdaderos ideales, sin necesidad de buscar perfección, prescindiendo de todo el libelo atorado en mi coleto y afamando los lamentos que escurren sobre las sábanas 


las noches se desarticulan conforme trasciende el tiempo, conforme los engranes han de retrasarse, conforme las manecillas se quiebran y se atoran en las solapas bajo mi piel desgarrando los pétalos morados que estuvieron añorando consagrar y profanar al desvelo mismo, al consuelo arrebatado

las noches se desarticulan llevándose mi corazón 


los labios lloran porque las mariposas trazadas sobre sus vestidos dejaron de poseer luz de luna, dichosos labios que lloran sin dolor y con consuelo; ahora que las fotografías muestran fantasmas y falsos recuerdos quiero desaparecer junto al sonido del viento, girar junto a la rueda eterna donde habremos de componer nuevas estaciones 

miércoles, marzo 03, 2021

reencuentro

nos encontramos en invierno, durante las jornadas llenas de alboroto y desvelos rodeados de fantasías donde aprendí a sonar con el viento; nos encontramos en invierno, cuando el frío matutino llevaba resabio a nicotina y recuerdos de conversaciones previas

compartimos secuencias estroboscópicas donde nuestros impulsos palpitaron al ritmo de las luces, al son de los latidos en plena obscuridad; nos sucedía lo inevitable bajo la noche estrellada, con tintas impregnadas en el árbol de mis memorias


mensajes erráticos y con lamentos sucumbieron ante la ausencia indiferente de las respuestas llenas de letras y palabras consagradas con navajas provenientes de sollozos,  repletas de hastío y esa singularidad de la mera existencia "con la simpleza de su existencia encontraba felicidad", ¿recuerdas?


pasó el tiempo y con él, el sonido del viento remontó aquel girar inmaculado donde añoré lo sucedido en otra vida, ese girar que consagró lo impío, lo memorial; pasó el tiempo y con él, las hojas de otoño nos trajeron un nuevo reencuentro 

domingo, febrero 28, 2021

y la melancolía

el mundo se ha descompuesto, los reencuentros afables se diluyen con la lluvia transpirante del mundo nocturno, del estertor en el que la madrugada mancilla a la vida como si no hubiese espera, salida ni final
los paños chapalean con la tinta carmesí que escurrió desde mi brazo izquierdo hasta el confín de esta vida y el firmamento

resuena una canción sin voz, sin palabras ni notas atónitas, el infortunio en el que el tiempo nos alcanza, es capaz de arraigar y desgarrar a base de ausencias y presencias

los días se quedan sin color y sin sabor, se han desprendido del deplorable hastío en el cual sólo existe una certeza

las noches se quedan sin vida y sin muerte, se han desprendido del brillo lunar

aún llevamos emociones tatuadas bajo la piel, sobre las clavículas; aún llevamos sentimientos rodando sobre las pestañas 

lo impío crece de la melancolía, de las ganas de comerse al universo entero;  los recuerdos de lisonjeo son arrebatados de lo lindo, traen consigo sensaciones que entrecortan cada centímetro de mi ser, llevan entrelíneas la incertidumbre de suceder y suplir

nos quedan las letras en las que codificamos nuestra existencia, las mismas con las que, a media noche y en plena obscuridad, me convierto en viento y consuelo nocturno

nos quedan los sentimientos a flor de piel, las emociones... y la melancolía 

martes, enero 19, 2021

De los momentos y recuerdos

Hace tan poco que el invierno nos ha alcanzado
aunque las remanencias de la nostalgia y la melancolía nocturna
parecieran haber alejado su comienzo,
desde las frías cosquillas que rodean la piel de mi nariz,
hasta el desconsuelo que sucede tras baja la temperatura.
En mi cabeza resuenan los ecos de melodías propuestas
a razón del sabor de los recuerdos y momentos,
esa evocación generada a causa del consuelo y la calidez de un abrazo,
una caricia, un solaz al alma.
Las palabas que fluyen a raudales a través de mis dedos,
llevan las flores moradas que alguna vez encontramos bajo mi piel,
estas buscan florecer como llanto, como canto,
como todo lo que recuerde un bello atardecer.
Hace tanto que se me detuvo el tiempo,
desde aquella vez donde las manecillas azules pretendieron mesurarlo en un reloj roto,
hasta el choque de copas y el vino acariciándonos los labios;
con estruendos y vuelcos al corazón
el tiempo vuelve bajo suspiros que componen la noche.

Hace tanto y tan poco que comenzamos a componer nuestras noches y alegrías, 
nuestros momentos y recuerdos antes del amanecer,
en mi cabeza resuenan las armonías afinadas a la caricia fría de la luna
en mi cabeza resuena el sonido del viento, el murmullo del sueño eterno
ya no hay más.