domingo, abril 26, 2015

Time for flying rockets

Hablo contigo y mi cuerpo estremece, mis impulsos colapsan en invierno. Recuerdo las horas pasar mientras tú y yo acortábamos la distancia creada en el contexto, entre las líneas de nuestros suspiros. Quiero viajar/desaparecer a través de tus ojos, ser parte de ti y tu piel, trazar estrellas y constelaciones con la tinta que escurre de mis venas, transita mis labios acariciando los tuyos. No encuentro una manera para proclamar victoria mientras sujeto nuestros impulsos. Vivo mermado y taciturno consagrando miedos esperando emerger delante del mar.

No me canso de proclamar ante cualquier presente la belleza ecléctica que está escrita en tus ojos y justo ahora, mientras respiro y cierro los ojos, es que quisiera cantar y gritar y disfrutar y lisonjear de lo lindo. Enaltecer la sublime proeza en la que podremos callar y silenciar nuestros silencios con los recuerdos llenos de incertidumbre que podremos coleccionar bajo el sol de la media noche, al norte donde enterramos las anheladas pasiones.

Hoy vengo nuevamente delante de ti sin nada que dar o recibir, justo como llegué al mundo, siendo sólo un hombre lleno de reminiscencias de vidas pasadas. Un hombre con la ferviente idea de ser el todo y el nada antes del amanecer. Con la idea arraigada de compaginar nuestras utopías con la realidad, porque querida mía, eres la dulce dulce consciencia mía.

domingo, abril 19, 2015

El Orden del Universo

Me encuentro fuera de contexto, se puede ver/leer entre líneas. He organizado mis pensamientos en base a una canción, lo he jodido de nuevo. Descubro que aún me atemoriza encarar esa mala melancolía y más por la estúpida aseveración que hacen el respecto. Deben saber que fui yo quien provocó el verdadero sentir, el mal existir. Aún recuerdo que en verdad logré remontarte al cielo y al infierno. Maldita manera mórbida de existir. Aborrezco su manera en la que pretenden desviar mi vida corrompida hacia la dirección incorrecta, no pretendo inculpar a nadie aunque en el fondo sepa quiénes son los verdaderos responsables.

Estoy vivo y muerto a la vez, he caído en un abismo al borde del precipicio y en mis pensamientos se mantiene de manera latente cada hallazgo que provoca un invierno en mis impulsos. Quisiera creer que toda su monserga es irrelevante, su perorata que escurre sobre sus labios es anacrónica y redundante. Asegura y estipula que conocen mi verdadero interior pero me atrevo a decir que no es verdad. Son libelo y blasfemias acerca de mi existencia. ¡Al carajo!

No pretendo escudriñar toda esta basura con llanto y melancolía, por el contrario, reiré para mis adentros y regocijaré de lindo delante suyo porque así como ha sido, me encuentro hallado. Puedo, aún, cantar al Ecuador y al mundo entero. Puedo escupir en el rostro de Dios, de la vida, del hombre. Puedo gritar y proclamar delante de cualquiera que pretenda declinar mis proezas, porque y para mi propia suerte, soy un hombre intoxicado por la vida, por la muerte.

Me mantengo entonces en mis/tus pensamientos y lo demás viene valiendo un carajo. Proclamo de adentro hacia fuera "Todo está escrito en tus ojos.", abro los ojos, respiro... Soy etéreo junto al universo...

viernes, abril 17, 2015

El Artista Irracional

Me atrevo a decir que en la actualidad se ha perdido el sentido irracional y no por el hecho de creer que no hay capacidad de comprender. No, va más allá.

Aquí tenemos el ejemplo muerto de la verdadera pasión, donde la apariencia equivalía nada. Se puede ver que su cabello y sus pies desnudos no precisaban nada más que lo esencial. Prueba de ello es lo que sostiene entre manos, necesidad de crear para evolucionar.

Es por dicha razón que puedo aseverar que jamás volverá a existir un artista irracional, que hacía arte con el simple hecho de crear.

miércoles, abril 08, 2015

Etérea

Abro los ojos, no sólo al despertar, te miro en mis pensamientos.
Desaparezco.

Cierro los mismos ojos, no sólo para dormir, te miro suave y tibia, casi etérea. Te pierdo fuera de mi mente.

Camino y levito al mismo tiempo, por un solo instante, uno donde imagino la calidez de tus labios junto a los míos.
Muero.

Parpadeo y respiro, aún estoy ausente, presente, latente en ti y en mí, en cada uno de nuestros latidos. Entonces vivo.

Y ahora por este momento sigo perdido en ti, respiro y desaparezco. Me pregunto cuál será la manera correcta para conocer tu amanecer, tu atardecer, tu anochecer.

Pero ahora no estás, te encuentro dentro de mi mente, y nuevamente, te pierdo fuera de ella. Entonces sé que vivo y muero una vez más... Desaparezco...

domingo, abril 05, 2015

Superfluo

Coincido con ciertos nombres en mi cabeza, con un sinfín de criterios absurdos y devanados por toda la jodida existencia. Me encuentro en este momento rememorando cada "momento" de ti, y no sólo por el simple hecho de saber que se quedan como lo que pudieron ser, no, va más allá de esta mala melodía que está corroyéndome desde mi interior. Soledad de verte al menos una vez, de ser de ti, soledad de sostenerte. Rompo el ruido con silencios, con estruendos internos donde no sólo se da abasto de lágrimas y risas llenas de melancolía, caen como relámpagos creando cierto fulgor iridiscente en mis pupilas y retinas, en mis poros y vellos, en mi tacto y mis sentidos, en cada uno de mis impulsos. Pero ahora miras de nuevo hacia donde no me encuentro yo y ante eso, simplemente yo sigo aquí.

Soñé que era la luna, que era el sol, que era el universo entero. En dicho sueño palpitaban y emanaban canciones desde mi centro, de entre ellas, la misma que está arraigando en mí un hatajo de recuerdos y reminiscencias. Entonces sé que he perdido la razón. He despertado del sueño eterno y en esta realidad no hay nada más. No hay vínculos con los cuales pueda proclamar victoria o crear una revolución. No hay recuerdos al amanecer ni dunas de una psicosis llena de soledad. No hay girares inmaculados donde tú y yo nos quedamos sin palabras, donde respiramos y entonces desvanecen nuestros sentidos. Jodida e irónicamente no hay nada más que yo, efímero y etéreo como lo fui y seré siempre.

Me he balanceado a través del tiempo y de la vida pintando cómo será la soledad y jamás estuve tan en lo correcto. No duermo ni sueño, no estoy despierto. Me mantengo como un Elder en vida dominical, sin perturbaciones ni demás jodidas irreverencias. Quisiera verte aquí ahora mismo, delante de mí. Quisiera ser (nuevamente) de ti no sólo por un instante o un parpadeo, no sólo por utopía. Pero ya no existe tu torso junto al mío, aunque jamás fue así. Jamás estuvimos vivos y/o muertos. Jamás estuvimos dormidos, jamás estuvimos despiertos.

Ciertamente me doy cuenta que en verdad acaba y de una rara manera, no sólo por rutina ni por ironía, paradoja o coincidencia. Por esa razón estoy desmembrando mis pensamientos. Los estoy dejando al desnudo como si fueran a ser aniquilados sin piel. No me importa saber que estoy derramando sangre en vano, me da igual, sólo, y al menos por un momento, quisiera creer que puedo seguir...

Ahora recuerdo el vidrio de emergencia.