sábado, junio 18, 2011

Miseria

Conformista por naturaleza. Ella sólo quiere correr, detrás de su mirada siempre hay algo más. Detrás del cristal frente a sus ojos hay una faceta muy oculta, y ¿Por qué ha de preferirlo así? Afinada a la misericordia donada por la sociedad, amante de los viejos recuerdos que prevalecen en su semblante alumbrado por el faro de su vida, el faro que alguna vez alumbró los botes de sus memorias obstinadas hacia la luz; adora sacar su lado opuesto a relucir cuando es preciso, como la temporada de frío en julio.

El frío de julio es el peor que atormenta a la vida animal de la tierra, ella solía comprender el frío psicológico, el frío de soledad; aquél frío que es todo y es nada, del cual aprendió tanto. Cabello largo y ondulado, destellante junto a la luz de mi ventana; bajo esa frente de grandes valles hay un camino alumbrado. Quiero verlo por mí mismo...

Tiene la gran oportunidad de su vida, jamás conocerá un mejor amanecer, una mejor manera de mirar hacia atrás y olvidar la confusión; tiene la jodida oportunidad de completar su vida misma, su gran proeza que sostiene entre manos pero no quiere ayudar a volar. Toma su mano y enséñale  la manera correcta de corresponder, de aprender a corresponder como mujer, como persona, como ser, como alma y mente juntas. Hazlo pero prométele sujetar su muñeca una vez más pero con mayor intensidad que la última, ¿Qué no ves, sólo es una niña indefensa en un mundo lleno de impostores y cobradores de fianzas?

Nunca sabrán su verdadero secreto, pero podrán aprender a vivir con ello, a simular su vida sin tener que girar entorno a ello. Un secreto para la ocasión y un par de errores, lástima que no sean de la misma vida. Sólo por esta noche quiere y está dispuesta a llegar al firmamento estelar, a revivir el viejo sueño muerto del 51.

El acto perfecto, la situación correcta, la persona indicada... Vamos, dime qué tanto estás esperando.

sábado, junio 04, 2011

Idealidad

Ya no esperes más que ya llegué por ti...

 Quiero recostar mi rostros sobre tu palma una vez más, quiero enfriar cada uno de mis impulsos, quiero despertar después de tres horas de ausencia, hostigado de no tener nada excepcional, ni siquiera una pizca de talento afinado a algo extra, a algo de qué hablar, algo qué compartir.

Las máquinas "perfectas"  quieren tornarse una misma, hablo de volver a vivir una aventura, deseo una sorpresa, hablo de volver a cero. Un buen día una vieja conocida trajo a mí recuerdos, en algunos de ellos me encontré envuelto en la vanidad que engolosina cada una de mis fracciones frías; trajo consigo recuerdos en los que amaba lo inmaculado que puede llegar a ser la vida, los pensamientos, las hazañas, las proezas, el alma; donde traté de enseñar a corresponder, lo que he escuchado todo el día.

Una mirada perdida en el vacío obscuro y humedecido por mi piel, mi linaje, mi desvariar entumecido por mis tobillos, ya no es suficiente. Tu cuerpo ahora adornado con un poco limpieza no podría ser mejor, es algo natural  tener tanto amor y no poder compartirlo, y vuelta otra vez, es mejor aún, idealizar y armonizar la vida que tenemos, dejarla vivir, dejarla fluir, no pido más.

Ya sé que no será como lo deseara mi pulso o mi latir palpitado y estremecido por las actitudes trasuntadas de mi ser (¿O tu ser?,  ya no encuentro la diferencia) jamás volverá a ser como pudo ocurrir en otra vida. 

¿Qué es mejor, caminar derecho o dar media vuelta y regresar? Yo me quedo con la primer salida.