miércoles, septiembre 23, 2015

Primavera/Invierno

Sé que tú y yo nos pertenecemos
tanto como júbilo y agonía
o la vida que no es vida sin muerte
y cada mañana fría sin suerte
donde cubro tristeza con alegría
la belleza con que correspondemos.

La vieja esperanza de prevalecer
se ha llevado al sonido del viento
hasta el sollozo de nuestros lamentos
donde duermo para desaparecer.

Olvidando cada caricia fugaz
repito aún con estragos amargos
mientras se desvanecen mis sentidos,
se detiene mi pulso, mis latidos;
que te he perdido a falta de tango
y el malsano abandono una vez más.

La vieja esperanza de prevalecer
se ha llevado al sonido del viento
hasta el sollozo de nuestros lamentos
donde duermo para desaparecer.

Pero mi esperanza que no envejece
que a través del viento susurra anhelos
ha traído también remordimientos
deseosos y escasos de juramentos,
y recuerdos protegidos con celo
donde mi primavera no florece.

Mi primavera yace en tu invierno
mas tu mirada, sobre un frío eterno.

jueves, septiembre 17, 2015

How Strange, Innocence

Me he olvidado a mí mismo, he olvidado cómo prevalecer en esperanza sin que se convierta en plomo. Sin que vuelva de nuevo radiante e iridiscente mientras sigo afable y galardonado por cada uno de tus encantos. Me parece incongruente, y peor aún, imposible no referir cada parte del día a ti y a tus recuerdos y a mis recuerdos en los que te manifiestas aunque sea más por el pensamiento que por acción. He olvidado más que eso, he olvidado en qué se basa la hegemonía de los trópicos con sus respectivas latitudes, las direcciones y ubicaciones permisibles para encontrar el oro negro que tanto se ha perdido a lo largo del tiempo. Recurrentes soliloquios invaden mi magín a razón de tanta bazofia y mierda que está marcada en el girar inmaculado del reloj de la vida, y es por dicha razón que, estoy precisando esclarecer las políticas de mi propio contrato, el mismo donde se ha dictaminado mi muerte aunque no sea tan relevante como debería porque precisamente la última muerte lleva tu nombre dentro.

Debería comenzar con dejar el ser taimado e influenciable por el clima, por los estragos amargos de los anhelos y las reminiscencias que en verdad deberían de tener la relevancia de un ardite. Dejar atrás los abandonos en el desierto y las ausencias marcadas sobre el filo de mi piel, sobre cada una de las constelaciones que se han postrado sobre la misma, sobre todo el universo y su cosmogonía que en el "Todo está escrito en tus ojos." se puede leer entrelíneas. Continuando con los sonidos y el disturbio conceptual marcado en mis retinas, recurriendo a la vieja temporada fría donde como extraños dijimos adiós. Dejando atrás el rememorar ininteligible e inconmensurable donde vinculé las flores que yacen bajo mi piel con el universo de más allá, donde prevalece la utopía antes que la realidad.

He dejado de concebir y conciliar la idea del bien común que está por venir. Que se vaya al carajo. Hay un ciclo recurrente en el que me he percatado de la manera en la que fluye el mundo y sus consecuencias marchitas e inclusive las que florecen día con día. He experimentado dicha sensación de plenitud en la que se llega a un clímax donde uno indefenso del mundo, sin vendas en los ojos ni algo bajo el brazo, se presenta. Sin cordón umbilical, sin respuestas absurdas o preguntas indulgentes. Desprotegido y donde sin remedio alguno, he muerto nuevamente.

Podría decir que al destruirme me han creado, herido y resucitado, con más estragos en comparación al inicio. Puedo decir, ahora, que de nuevo me he convertido en la sombra del mundo, que soy parte del deplorable sistema donde, y resignado, te he dejado desparecer.

sábado, septiembre 12, 2015

Abandono

Me he quedado con tal abandono, con la utopía de tus ojos reflejados en los míos, con el tiempo muerto en el que habríamos callado sólo para corresponder sin necesidad de luces encendidas, sin necesidad algo que no fuésemos sólo tú y yo, tú con el recuerdo indeleble de la tinta de mis venas y yo, yo con el clima de tus manos sobre las mías.

Me he quedado con tal abandono, con estas malditas ganas de querer escapar, de poder sujetarte sin mirar atrás y consagrar algo impío en nuestras memorias, con la necesidad de aprender a volar aún con mentes ofuscadas y ojos abiertos, con la ansiedad que me corrompe por tu ausencia.

Me he quedado con tal abandono, con el recuerdo de la luna marcada sobre mi espalda, con los pétalos de las flores que se esconden bajo mi piel muriendo a falta de ese universo de más allá, precisando cumplir con el devenir y volverme inmortal.

Me he quedado con tal abandono, que con ojos cerrados y palmas abiertas declaro que de volverme inmortal, preferiría hacerlo en tus pensamientos, en tus anhelos, en tus recuerdos, en tu piel y tu sangre, en tu ausencia y tu presencia, en el sabor de tus labios y en tu respiración.

viernes, septiembre 04, 2015

Asunción de Vida

Vivo hablando de tu ausencia,
de los buenos recuerdos y una que otra reminiscencia,
de cada uno de los estragos amargos
y los anhelos desdeñados en este malsano letargo.

Vivo hablando de cada proeza
esas en las que me he movido con ligereza,
en donde con cada una de tus caricias cálidas
me despojas de una vida inválida.

Vivo hablando de situaciones y momentos
en los que alegre y sin resentimientos,
me acerco a ti y a tu entrepierna sensiblera
convirtiendo ese invierno tuyo en mi primavera.

Vivo hablando de la muerte y sus consecuencias,
de cada posibilidad donde se pierde la conciencia,
añorando el momento en el que de mis pasiones serás,
entonces vivo y muero una vez más.