me abraza la noche, me consume desde reminiscencias resplandecientes entre la obscuridad; me abraza la noche mientras cierro los ojos y acaricio la libertad
a veces pienso, mientras cuento los fragmentos de mis dedos de arriba hacia abajo, en las ligaduras que el destino nos propone; en los días de descontento y las resoluciones abruptas arraigadas a las malas sensaciones
me abraza la noche, me consuela en silencio;
me abraza la noche mientras los recuerdos se tambalean entre la voz y el coleto
a veces pienso, para mis adentros, sobre el desdén de la realidad al tiempo impuesto y al anhelo de consagración; en la manera de cumplir con el devenir y volverse inmortal
me abraza la noche, consume y consuela mientras que en silencio la luna calla
a ojos cerrados
la aclamada
libertad