martes, diciembre 29, 2015

El Faro

"He muerto de manera perpetua, pareciera que no hay rastro alguno mío.
Espero que no sea así, al menos no del todo."...

Un trago amargo de vida, de presencia, de ausencia; uno para vincular mi piel con tu sangre y tu respiración. Uno más para no perder la tradición, para sentir el vuelco al corazón, al universo y a las estrellas.
Un trago amargo simplemente.

Siempre me pregunté a qué sabe el abandono, y no lo digo por lidiar con la soledad, no qué bah, siempre será mi llama favorita; pregunto el porqué del agujero negro sobre mi pecho y mi garganta. Me pregunto el porqué de ese vaivén irrefutable trazado a lo largo de tu mirar, del todo y de la nada.

Te llevaste mi último suspiro, mi último consuelo, mis latidos y mi respiración, mi invicta glorificación y la peor maldición.
Te llevaste las flores de mi piel y mi sangre.
Arrancaste de mí cada salida de emergencia. "Sigue respirando...".
Te llevaste cada caricia, cada deseo y cada recuerdo inexsitente.
Te llevaste mi alma de papel, mis latidos mecánicos.
Te llevaste cada estrago grabado con tu nombre.
Te llevaste la convicción, la destrucción.
Te llevaste mi último suspiro.
Mi último consuelo.

Te llevaste mi respiración y los latidos
de las últimas horas
y junto a eso
te llevas
nada.

martes, diciembre 22, 2015

El Hombre del Espacio Interior

Antes de crucificar mis memorias en las remembranzas del arte de la muerte a media noche debo consagrarte como algo impío dentro de mis pensamientos. He de enterrarte como el valioso tesoro que eres. He de marginarte y vulgarizarte un poco al anochecer. He de impregnarte con la tinta de mis venas antes de desaparecer.

No hay baladas para el desprecio y la enajenación que corrompe mis retinas, me hallo situado, me hallo encontrado. Te he perdido ante el oasis de desesperación, bajo Saturno y Venus y Júpiter y cada constelación y cada universo y toda la cosmogonía de tu mirar. 

Y ahora que quedó estipulado como marrullería fina haré una mescolanza de saberes y sabores, de claro y oscuro. Claro que sí...

Hablé de ausencia y presencia,
de una bella manera de corresponder,
de abandono e indiferencia 
inmaculada antes de desaparecer...

Hablé de tacto etéreo, de utopías, de constelaciones y galaxias, de la inmortalidad en tu piel y en tu sangre, en tu respiración.
Hablé de los viajes al norte y las tres deidades atiborrando palabras a raudales sobre las flores, bajo las solapas de una llama de acetileno, de la infinidad finita grabada en tus ojos.
Hablé sin cesar, por los codos y por las palmas. Por los párpados.
Hablé con la mano sobre la cabeza, con el corazón en la garganta.
Hablé en un minuto y dos y en tres.
Hablé de la falta de comprensión.
Hablé de la ausencia de razón.
Hablé y hablé y hablé...

Miro de nuevo la ventana, el recorrido y aquellos días de ingenio, reitero la razón omnímoda que no comprendes/comprendo, "sigue caminando, no te detengas" repito una y otra vez y respiro para desaparecer, para prevalecer.

No basta con sentirlo, hay que oírlo, probarlo y desazonarlo. Hay que mirarlo con ojos cerrados y párpados henchidos.
Hay que hablarlo por la piel y por el tacto. Mantener conversaciones...
Hay que sentirlo con los pies sobre el aire y la razón sobre el corazón...
Hay que vivirlo. Por lo pronto partiremos mañana... Mañana...
Mañana...

miércoles, diciembre 02, 2015

Un Buen de Cosas

He hablado de razones, de compresión, de juicio y de realidad. Lo he hecho al atardecer, al anochecer, a la una y a las dos, cuando las horas frías acarician mi piel y mi espalda, cuando estas detienen el tránsito de mis venas. He hablado una y un sinfín de veces aún a expensas de no obtener respuesta, de dejarme envolver por el estertor de la media noche. He hablado con el corazón en las manos, con el alma de frente. He hablado simplemente. He hablado y he cantado al Ecuador.
Debí esclarecer las políticas de resignación para cualquiera que se ha de definir a través del tiempo y del espacio, de la atemporalidad de la esencia y la cosmogonía que se advierte en su mirar.

Sigo hablando sobre dichas políticas tratando de persuadir a cualquiera, tratando de hacerlo al derecho y al revés mientras sigo pensando en el sonido del viento y en los suspiros que corren y fluyen con él; y lo seguiré haciendo sin lugar a dudas. He de hacerlo aunque le den la equivalencia de un ardite, aún a sabiendas de perder mientras, y con el dolor a flor de piel, arranco las flores que yacen bajo mi piel, las mismas que se difunden en mis glóbulos en donde han de sustituir cada grupo principal en busca de la florescencia natural plasmadas en ellas. Jamás olvidemos que son moradas, que huelen a melancolía y que florecen al filo de la media noche.

Me atrevo a decir que estoy presenciando la catástrofe y la cura, y no sólo por el hecho de cada canción que está sonando a mi rededor. Estoy sosteniendo la vida misma. He dicho con anterioridad que no basta con sentirlo, hay que olerlo y probarlo, hay que volverlo parte de uno mismo para ver más allá, para encontrar el color de la sinfonía, para encontrar el ritmo y el tiempo del metrónomo al cuál nos estamos arraigando. Lo he dicho con anterioridad y la única inmortalidad que deseo es la que estoy creando en tu mente, en tu piel y en tu sangre, en tu respiración. 
Me estoy difuminando en todos tus sentidos y me convierto en polvo estelar. Soy yo el universo mismo... Adoro el universo sobre tu espalda...

lunes, noviembre 16, 2015

Astronauta

A esta hora y a media oscuridad me encuentro. Pienso. Siento.
A veces lo hago de manera arrebatada pero hoy no. Sólo quiero minimizar la noche.

A esta hora y a media luz pretendo desaparecer.
Hacerlo a tientas y con cierta singularidad. Simplemente cerrar los ojos y dar un último respiro.

A esta hora y a media sombra me quedo sin palabras.
Todas y cada una de ellas buscan tu consuelo. He de darte mi sangre y mis sentidos. Mi último suspiro.

A esta hora me encuentro, pienso y siento, desaparezco con mi respiración.
Vuelven a mí (las palabras) con cierta ligereza y yo las guardo en mis memorias.
Las entierro en mis anhelos.
Las escribo con mi sangre.
Las tatúo en tu piel.

A esta hora pierdo la razón.

viernes, noviembre 06, 2015

Soliloquio No. 4

Hacía falta, dice mi subconsciente mientras arranco sin mesura cada tragedia irrevocable, cada insensatez irreverente, cada recuerdo faltante. Me pregunto qué hacer con el abandono y la ausencia, con las mermas de una vida morigerada y hastiada de lisonjeos sin cordura. El destino y sueño del mundo están corroyendo mis párpados y mis instintos, mi piel y mi sangre, mi respiración. Y ahora, se ha remarcado a ciegas el estertor de la noche.

Estoy solo.

Estoy solo, solo con estas marcas sobre mis brazos y mi tacto, solo con el galimatías y las falacias que de buena manera se convierten en mierda. Estoy solo, aquí y ahora, con todo este surgir que evoca elocuencia y clemencia a través de los poros y alveolos de mi ser. Mi cuerpo se ha suspendido convirtiéndose en una gran ventana por donde se filtra alguna especie de sinfonía atónita donde veo tu nombre dentro.

Decir que no te encuentro está de sobra. 

A veces hay que llorar y callar mientras de mala manera se extrae la tinta de mis venas, a veces en mí recae la noche y otras tantas, te tengo y no. Podría denotar la noche entera los capítulos imperecederos de mi vida a través de un vaso con agua, podría hacerlo antes del amanecer. Podría hacer de ti un recuerdo tangible mientras los demás declaman las vivencias muertas en su realidad. Podría volar al mundo entero con sólo un parpadeo.

Podría simplemente desaparecer.

Ahora que te encuentro dentro y fuera de mi mente pregunto sin cesar al respecto, quizá respondes qué hacer con tanto abandono. Sigo preguntando, mientras cierro los ojos, si el abandono se convertirá en una buena experiencia.

Entonces das tu respuesta con semejante ausencia.

jueves, octubre 29, 2015

A Casa

De poder hablarte con el corazón, hablaría de esos momentos en los que nos mantenemos dormidos y despiertos, con latidos perseverantes a tientas de la razón que perdimos. De cada estrago amargo que se llena de recuerdos mientras las canciones corrompen todo lo que sostenemos en la copa de la mano derecha. De cada instante en el que deseoso de tu cuerpo y tus labios me arranco el alma antes de dormir.

De poder hacerlo, como dije anteriormente, lo haría sin razón ni dirección, hablaría del tiempo perdido y el origen de este. Hablaría por todos lados, hasta por los codos, de la revolución muerta en la que me convertí en juez de paz, en la quinta rueda del carro donde gira el mundo entero y donde los hombres perdieron su identidad y su rostro y su hogar y su razón de ser, el romanticismo.

De poder hablarte antes del anochecer, hablaría de las grandes proezas donde vinculé tus muslos marmóreos a la erección perpetua que está arraigada a mis pensamientos. De las grandes hazañas donde sin sentido escéptico estuve derrochando falacias de tal magnitud, que aún el centro del universo está postrado sobre mi espalda. De las cosmogonía en tu mirar y ese orden de razón o comprensión que sólo se percibe al amanecer.

De poder hacerlo, como he mencionado un par de veces, lo haría de derecha a izquierda, de atrás hacia adelante. Hablaría hasta aún estando en silencio, mientras evoco las pasiones suspendidas, lo haría aún a punto de desaparecer mientras la atmósfera me consume en cenizas. Hablaría a tientas en la oscuridad rememorando ese girar inmaculado donde me despedí de la vida que nunca tuve. Hablaría de ti y de mí hasta volvernos una realidad.

De poder hablar con el corazón en las manos antes del anochecer, lo haría con los ojos cerrados pero el romanticismo ha muerto, y yo con él.

jueves, octubre 22, 2015

Naufragio

Oí la gestación del nuevo mundo, uno que no es helénico ni formidable o utópico. Este está creciendo dentro de mí a razón de conjunciones y eslabones, a base de música; porque he referido las victorias y derrotas de mi vida a la sinfonía que está mermando mi oído izquierdo. Podría unificar todo en base a esta canción, a la misma que escurre por mi espalda y me hace moverme con el viento, ligero como una pluma de plomo, desarmando la afable sonrisa que no veo, que no sostengo, que no poseo.

Pensé en escribir sobre ti y la pérdida de razón que creó el agujero negro, sobre tu ojos donde he contemplado parte primordial de mi pasado y mi presente y mi futuro, sobre tu piel, esa misma donde veo cada una de mis pasiones y mis debilidades y mis delirios. Pensé en hacerlo al amanecer y al anochecer mismo donde, y por gloriosa razón, habría colapsado este universo que está chapaleando en mis palmas, en mis sentidos, en mi jodido destino. Mas, ahora, he perdido la razón.

Tendría que arrancarme el alma antes de morir, más por convicción que por instinto, tendría que hacerlo en uno y dos y tres minutos y en cada momento atemporal. Tendría que hacerlo sin necesidad de prevalecer donde cada presente tendría una reverencia y una felicitación, tendría que hacerlo a expensas de mi querer y tu querer. Tendría que arrancarme el alma, al menos por un instante, con la convicción de perder la razón más no el juicio. Tendría que arrancarme el alma, por más de un instante, sólo con la idea de despertar a tu lado. Tendría que arrancarme el alma antes de dormir.

martes, octubre 06, 2015

Tango Sobre la Luna

He olvidado todo lo que sé, desde lo más elemental hasta aquello que te hace perder la razón. Todo lo que no puedes ver, lo que circula a tu nombre y a tu favor declinando las falsas treguas que a tientas y en la obscuridad me he propuesto.

He tenido más de una cara y una faceta, desde las mismas con las cuales grité alguna vez a los mil vientos hasta esas olvidadas bajo la cama. Un hatajo de recuerdos están derramándose por toda mi piel y yo estoy perdiendo la respiración.

He difamado cada canto ajeno, desde esos que han sido demasiado buenos hasta aquellos que no lo son. Yo también he cantado, y no sólo al Ecuador, no, lo he hecho a razón de esa sonrisa que me ha despojado de mí mismo.

He sido parte de una y muchas dualidades, desde aquellas tan inmaculadas hasta las más terrenales. Esas que consagraron lo impío de cada momento, cada latido, cada segundo, cada sueño que no dormimos y no sentimos, que no vivimos.

He hecho mención de tantas cosas y quisiera poder proclamar aún muchas más. No entiendo de razón ni comprensión y no creo lograrlo en algún momento de mi vida. Soy el mismo que está aquí y ahora, sin vendas en los ojos ni nada bajo el brazo. Soy el mismo desnudo sin cordón umbilical y es aquello mismo que puedo entregarte a ti y al mundo entero, a todos aquellos que quieran comprobar el origen del tiempo y del espacio, del universo mismo. Soy quien es capaz de hacer que cualquier ser se remonte al cielo y soy el mismo que se entrega en mente/corazón/alma.

He entregado mi ausencia y el carmesí que palpita en mi pecho al cielo, a las estrellas y al universo de más allá.

lunes, octubre 05, 2015

Mientras cae la noche

Cae la noche perpetua, homogénea, articulada, imprevista, lúgubre; cae la noche a torrentes y caudales, a plegarias y afable fe errónea. Cae la noche acariciando las premisas y penumbras que estoy saboreando con la punta de los dedos, chapaleando en los instintos mórbidos de la sociedad, en los estragos y sensaciones de la agonía. Cae la noche etérea, no queda nada.

Te marchaste alguna vez sin pronunciar palabra alguna, llevándote mi respiración de las últimas horas, mis delirios y fantasías, mis pesadillas y una que otra maldición. Pasaste de mí como más que una hora del día o los cinco minutos antes de dormir mientras admiraba el caer de la noche sobre mis pupilas, mientras velaba el sueño del mundo con alguna mala ansiedad y desesperación. Pasaste más de mis pensamientos que de mí y como una mala broma te llevaste mis sentidos y mis impulsos, mi respiración y mis latidos, te llevaste nada.

Cae nuevamente la noche, efímera y heterogénea a expensas de la luz y el sol, sin importar el girar inmaculado de las manecillas del reloj. Cae la noche dejando rastro marcado en el filo de mi piel, en las solapas de mi sangre, en mi pensamientos donde y de buena manera estoy aclamando y anhelando y añorando y saboreando y deseando y desazonando y palpando y oliendo y probando y disfrutando ese momento en el que hablaremos por la piel y por los sentidos, en el que sostendremos conversaciones por la mirada, el mismo en el que bastará de sólo un momento para callar tus silencios con los míos.

Tengo una volatilidad muy marcada en mis sentires, en mis sentidos, en mi manera de ser. Puedo estar deseando una revolución que deje intacta a la soledad mientras por fuera demuestro una ausencia abismal. Puedo sentir con éxtasis y frenesí el querer comer a grandes bocados el mundo y querer derrochar la tinta de mis venas sin mesura y poco después declinar mis más grandes virtudes y metas con el ansioso deseo de los seis pies bajo tierra. Puedo ser todo y nada.

Puedo ser todo y nada mientras cae la noche taciturna, mientras te vuelvo parte mis pensamientos, mientras te tengo y no, después de eso, no queda nada...

miércoles, septiembre 23, 2015

Primavera/Invierno

Sé que tú y yo nos pertenecemos
tanto como júbilo y agonía
o la vida que no es vida sin muerte
y cada mañana fría sin suerte
donde cubro tristeza con alegría
la belleza con que correspondemos.

La vieja esperanza de prevalecer
se ha llevado al sonido del viento
hasta el sollozo de nuestros lamentos
donde duermo para desaparecer.

Olvidando cada caricia fugaz
repito aún con estragos amargos
mientras se desvanecen mis sentidos,
se detiene mi pulso, mis latidos;
que te he perdido a falta de tango
y el malsano abandono una vez más.

La vieja esperanza de prevalecer
se ha llevado al sonido del viento
hasta el sollozo de nuestros lamentos
donde duermo para desaparecer.

Pero mi esperanza que no envejece
que a través del viento susurra anhelos
ha traído también remordimientos
deseosos y escasos de juramentos,
y recuerdos protegidos con celo
donde mi primavera no florece.

Mi primavera yace en tu invierno
mas tu mirada, sobre un frío eterno.

jueves, septiembre 17, 2015

How Strange, Innocence

Me he olvidado a mí mismo, he olvidado cómo prevalecer en esperanza sin que se convierta en plomo. Sin que vuelva de nuevo radiante e iridiscente mientras sigo afable y galardonado por cada uno de tus encantos. Me parece incongruente, y peor aún, imposible no referir cada parte del día a ti y a tus recuerdos y a mis recuerdos en los que te manifiestas aunque sea más por el pensamiento que por acción. He olvidado más que eso, he olvidado en qué se basa la hegemonía de los trópicos con sus respectivas latitudes, las direcciones y ubicaciones permisibles para encontrar el oro negro que tanto se ha perdido a lo largo del tiempo. Recurrentes soliloquios invaden mi magín a razón de tanta bazofia y mierda que está marcada en el girar inmaculado del reloj de la vida, y es por dicha razón que, estoy precisando esclarecer las políticas de mi propio contrato, el mismo donde se ha dictaminado mi muerte aunque no sea tan relevante como debería porque precisamente la última muerte lleva tu nombre dentro.

Debería comenzar con dejar el ser taimado e influenciable por el clima, por los estragos amargos de los anhelos y las reminiscencias que en verdad deberían de tener la relevancia de un ardite. Dejar atrás los abandonos en el desierto y las ausencias marcadas sobre el filo de mi piel, sobre cada una de las constelaciones que se han postrado sobre la misma, sobre todo el universo y su cosmogonía que en el "Todo está escrito en tus ojos." se puede leer entrelíneas. Continuando con los sonidos y el disturbio conceptual marcado en mis retinas, recurriendo a la vieja temporada fría donde como extraños dijimos adiós. Dejando atrás el rememorar ininteligible e inconmensurable donde vinculé las flores que yacen bajo mi piel con el universo de más allá, donde prevalece la utopía antes que la realidad.

He dejado de concebir y conciliar la idea del bien común que está por venir. Que se vaya al carajo. Hay un ciclo recurrente en el que me he percatado de la manera en la que fluye el mundo y sus consecuencias marchitas e inclusive las que florecen día con día. He experimentado dicha sensación de plenitud en la que se llega a un clímax donde uno indefenso del mundo, sin vendas en los ojos ni algo bajo el brazo, se presenta. Sin cordón umbilical, sin respuestas absurdas o preguntas indulgentes. Desprotegido y donde sin remedio alguno, he muerto nuevamente.

Podría decir que al destruirme me han creado, herido y resucitado, con más estragos en comparación al inicio. Puedo decir, ahora, que de nuevo me he convertido en la sombra del mundo, que soy parte del deplorable sistema donde, y resignado, te he dejado desparecer.

sábado, septiembre 12, 2015

Abandono

Me he quedado con tal abandono, con la utopía de tus ojos reflejados en los míos, con el tiempo muerto en el que habríamos callado sólo para corresponder sin necesidad de luces encendidas, sin necesidad algo que no fuésemos sólo tú y yo, tú con el recuerdo indeleble de la tinta de mis venas y yo, yo con el clima de tus manos sobre las mías.

Me he quedado con tal abandono, con estas malditas ganas de querer escapar, de poder sujetarte sin mirar atrás y consagrar algo impío en nuestras memorias, con la necesidad de aprender a volar aún con mentes ofuscadas y ojos abiertos, con la ansiedad que me corrompe por tu ausencia.

Me he quedado con tal abandono, con el recuerdo de la luna marcada sobre mi espalda, con los pétalos de las flores que se esconden bajo mi piel muriendo a falta de ese universo de más allá, precisando cumplir con el devenir y volverme inmortal.

Me he quedado con tal abandono, que con ojos cerrados y palmas abiertas declaro que de volverme inmortal, preferiría hacerlo en tus pensamientos, en tus anhelos, en tus recuerdos, en tu piel y tu sangre, en tu ausencia y tu presencia, en el sabor de tus labios y en tu respiración.

viernes, septiembre 04, 2015

Asunción de Vida

Vivo hablando de tu ausencia,
de los buenos recuerdos y una que otra reminiscencia,
de cada uno de los estragos amargos
y los anhelos desdeñados en este malsano letargo.

Vivo hablando de cada proeza
esas en las que me he movido con ligereza,
en donde con cada una de tus caricias cálidas
me despojas de una vida inválida.

Vivo hablando de situaciones y momentos
en los que alegre y sin resentimientos,
me acerco a ti y a tu entrepierna sensiblera
convirtiendo ese invierno tuyo en mi primavera.

Vivo hablando de la muerte y sus consecuencias,
de cada posibilidad donde se pierde la conciencia,
añorando el momento en el que de mis pasiones serás,
entonces vivo y muero una vez más.

lunes, agosto 31, 2015

Abedul

Me encuentro delante de ti nuevamente, por instinto y convicción. Justamente como ha sucedido en las viejas noches de verano donde encontramos un solaz irremediable para la deplorable situación presente. Te he visualizado en mi mente, en mis recuerdos. Me he tatuado tu nombre en el corazón, en el alma y en cada uno de los estragos que han sido concebidos en nombre de tu ausencia, y aquí y ahora, te pido un poco de tiempo, de ese que es intangible, irrefutable e irreverente ante cualquier designio humano, atemporal como ha estado latente en el tránsito de nuestras venas. Una y otra vez y un sinfín más he marcado en mis pensamientos "Todo está escrito en tus ojos", figurando la verdadera dualidad que se debe ver reflejada en ellos, la cosmogonía infinita capaz de trascender a través de cualquier hecho, de cualquier situación, de cualquier emoción o represión, de esa misma que está circulando sobre mi piel.

Pienso en la manera en la que hemos de aprender a corresponder por vez primera, con estas conversaciones que hemos aclamado todo el santo día para mis adentros. Sigo caminando y recordando la manera en la que vibras por todos los poros incluso cuando no dices nada y te repito al son del amanecer "No somos de este mundo, somos las estrellas y el universo de más allá" mientras convergemos y colapsamos cada una de las constelaciones que han de posarse sobre nuestra "ingenua"  intimidad, donde se mira el alma al desnudo y se percibe el latir aterciopelado sobre el pecho, donde el vínculo que se establece entre nosotros está relacionado con el revelar tu piel desde adentro hacia fuera, con ese momento en el que nos volvemos uno mismo, en el que callas tus silencios con los míos.

A ti es a quien refiero todo esto, sin necesidad (una vez más) de mencionar sin citar, a ti, tan homogénea en mis pensamientos y heterogénea fuera de ellos. A ti tan real y etérea en cualquier lugar aunque existas mejor donde pueda palparte con ojos cerrados, donde pueda encontrar esa calidez que yace sobre tus labios. A ti tan latente en la distancia, tan ausente en mi presencia. A ti tan impulsiva y racional a expensas del delirio que está en mi mente, el mismo con el que, y sin venda bajo los ojos, quiero crear una revolución dentro de ti y al salir, te contaré la más grandiosa historia.

lunes, agosto 24, 2015

Sueño Muerto

Claramente la adaptación ha sido lo mejor y lo peor que lo podría ocurrir a cualquier forma de vida, es evolucionar y crecer aunque no siempre sea por un fin inescrutable. He hablado una y otra y un sinfín de veces sobre la capacidad de volar que se está perdiendo conforme las mentes van despertando. Retomando el tema de la adaptación pienso en las consecuencias que vienen a raíz de esta, como el río que corre caudales y a borbotones por todo el mundo, donde el agua se guía a base de la corriente, donde hay quienes se atreven a renegar la misma y prefieren subir a través de ella y la más lamentable, la de la triste y jodida piedra que no tiene la fuera suficiente para soportar la corriente cuando es muy fuerte pero se queda en el fondo mirando el rededor cuando esta es muy débil. Y ahora es más cuando falta una revolución que demuestre lo que es la verdadera pasión.

Estoy aquí, delante de cualquiera que se atreva a mirarme a los ojos, siendo sólo una parte más finita y milésima del mundo y sé que está bien así, sin una dirección o un camino como tal, sin seguir la corriente, sin hundirme en ella. Tengo toda esta clase de monólogos en los cuales declino cuál es la desfachatez que está corrompiendo al mundo. Me siento enfermo de sólo pensarlo una y otra vez y no lo digo por maldita compasión hacia la sociedad, por mí que se jodan todos y vayan cayendo uno por uno. Va más allá de la existencia de la raza humana, estoy refiriendo esto a aquellas mentes que podría hacer algo grandioso por el mundo entero pero en vez de ello se están perdiendo en sus fantasías banales llenas de mierda etérea.

Sigue caminando me digo a mí mismo y continúa. Los minutos de reflexión no siempre son vigorizantes pero tienen una buena jodida razón de ser. De pensar y volverme como ellos me la pasaría hablando el día entero de muerte y destrucción y cáncer y enfermedades venéreas y coños y senos y fornicación y demás, pero siempre hay un buen solaz para evitarlo. Declaro esta misma noche mis  fervientes ideales y sueños, recalco mi capacidad de volar sin necesidad de dejar de existir dentro del río. De ser una roca, mejor ser la roca sólida que por muy fuerte que sea la corriente jamás se mueve y por mucho que estalle la guerra, prefiere ver cómo se matan unos a otros. Me reiré de su autodestrucción y después, después vendrá la verdadera revolución.

sábado, agosto 22, 2015

Sin piedad, sin llanto...

Llevo noches enteras en que vivo despierto, sin nada en los pensamientos si acaso uno que otro recuerdo. Preferiría ser un autómata por prescripción de Dios, mudo de nacimiento para tener el pretexto perfecto a mi falta de respuestas y a la vaga resonancia de mis preguntas nulas. Estoy declarando que me encuentro jodido como he dicho un sinfín de veces pero ya no viene al caso ninguna de ellas. Estoy refiriendo mis penas banales a ti, que a pesar del tiempo y el espacio que se creó entre nosotros no puedo dejar de aborrecerte. Sigo odiando y perpetuando tus malos tratos, tus insignificancias, tus malditos caprichos y tus malditos defectos(perfectos).

Quizá todo se debe a que cada sonido que emana de mi ser ha estado dedicado a ti, bah, qué sé yo. Habría sido mejor jamás dejarlos florecer ni dejarlos estremecer cada poro de mi piel. Miro el reloj "9:39 a. m." y pienso en el sueño que no he dormido, que me he mantenido despierto al menos cinco horas. Me tumbo de nuevo en la cama y comienzo a florecer nuevamente, no de la manera correcta pero lo hago por mera e invicta glorificación. Vuelvo a los sonidos que proclaman victoria a tu nombre y yo les digo que se jodan.

Y ahora que me he quedado sin mí y sin ti y sin nosotros vuelo nuevamente. Me veo y me encuentro perdido en un desierto, sin remedio alguno.
Entonces me encuentras.
Entonces te encuentro...

Don't Give Up

miércoles, agosto 19, 2015

Nada

Te has ido dejándome con esta sensación de abandono irradiando mis pupilas, con una extraña mescolanza entre melancolía y agonía que se vuelve palpable a cada instante.
Te has ido llevándote los estragos de mis desvelos y cada uno de sus anhelos, los recuerdos de mis desazones y la ráfaga de nuestra caricia.
Te has ido sin mirarme, sin soltarme, arrastrando una parte de mí que se arraigó a tu bella altanería y a tu arrogante majadería.
Te has ido, repito nuevamente, llevándote todo, dejándome con tal abandono, sin los recuerdos de mis noches en vela y los deseos implícitos en estas, olvidándote de mi mala jornada y a lo que se refiera a ella.
Te has ido, grito para mis adentros, mientras me quedo aquí con la mescolanza violeta, con ese tacto que se palpa como la suave brisa, con las reminiscencias de tu paladar soez.
Te fuiste
sin decir
nada.

lunes, agosto 17, 2015

Intermerata

Tengo en mí un sinfín de recuerdos y sensaciones, desde los más importantes hasta los más irrelevantes. Los he estado clasificando no sólo por aroma y tacto, no. Refiero todos y cada uno de ellos a los trópicos y ejes que rigen nuestras mentes, a la hegemonía de una simple sonrisa y una cálida caricia. No tengo más qué decir al respecto, he vivido con cierto vaivén en cada una de las situaciones en las cuales me he inmerso. No tengo más que hablar o referir salvo la cosmogonía infinita que he vislumbrado a través de tu mirar.

He estado relacionando de manera rosa, con el corazón en las manos y el alma de frente, cuantificando cada pársec que se ha creado entre nosotros a raíz de la máquina de letras, del océano de libros y alfabetos y cada uno de los versos intangibles e inteligibles resueltos para nuestros adentros. Me preocupa no perderme en ti, ser más de tus pensamientos que de ti, ser menos de cinco minutos antes del anochecer. Me preocupa todo y nada, me preocupa simplemente no prevalecer.

Me encuentro transcribiendo en mis pupilas esas viejas conversaciones que desencadenaron un desquiciante y árido desierto de melancolía y soledad en cada centímetro de mi piel, que trasciende a través de mis venas, de mi sangre y de cada parte primordial de mi ser. Transcribiendo con la tinta carmesí que carcome mi cuerpo entero ese vínculo que se establece entre nuestras mentes mórbidas e inestables, entre la noche articulada y el cielo menguado, entre los discursos lánguidos y el hastío del mundo que sostengo en la punta de mi lengua.

Y aquí y ahora que no nos encontramos ni nos olvidamos, que dirigimos un hatajo de soliloquios y monsergas al azar, al viento y al sonido de este, que hemos profanado y procreado más que un pacto etéreo entre nuestra labia y nuestro tacto, que vinculamos nuestros corazones y que esclarecimos cada una de los acuerdos irreversibles, es entonces que somos algo tan muerto como la luna.

miércoles, agosto 05, 2015

Ni Ahora Ni Nunca

No divulgues mi nombre entre tus silencios
ni ahora ni nunca.
No difames las palabras probablemente malgastadas
ni ahora ni nunca.
No pierdas tu juicio entre tus/mis razones
ni ahora ni nunca.
No me dejes caer en el olvido del invierno sobre tus manos
ni ahora ni nunca.
No me mires con párpados henchidos de sensaciones
ni ahora ni nunca.
No extirpes de mí la mala melancolía que irradia mi alma
ni ahora ni nunca.
No duermas sin llevarme entre cada uno de tus pensamientos
ni ahora ni nunca.

Declaro que me encuentro perdido sin juicio ni razón o comprensión
me encuentro aquí sin ti
y tú sin mí... No te vayas
ni ahora ni nunca
no te vayas.
Y si te vas
no digas
nada.

domingo, agosto 02, 2015

Neptuno

Tengo toda una procesión dentro de mí,
irradia mi columna, mis vértebras y mi sangre.
Tengo todo un invierno dentro de mí,
carcome mis pulmones, mis arterias y mis venas.
Llevo conmigo marcas intangibles para ti,
llenas de reminiscencias y una que otra fotografía.
Llevo conmigo el recuerdo etéreo de tu mirada en mí,
ese efímero encuentro donde colapsó nuestro universo.
Sostengo entre dedos más que una mala jornada,
viene a mí a cada momento y se desvanece al instante.
Sostengo entre mis labios un hatajo de palabras,
de hastío, bastante inadecuadas.
Estoy aquí tan lejos de tu vivaz naturaleza,
mientras te vas no queda nada.
Estoy aquí con tal abandono,
con un olvido estremecedor.
Entonces, nuevamente me miro,
por uno y dos y tres minutos
y pierdo la noción del tiempo.
Entonces, nuevamente cierro los ojos
y pienso en ti
aunque te tenga
y no.

viernes, julio 31, 2015

Implosión

Me encuentro aquí y ahora delante del hastío del mundo, de la consagración inmaculada que se postró en el culo de la creación, de Dios si así lo precisas. Me encuentro viviendo en retroceso, con reminiscencias marchitas, con marcas oxidadas aún escurriendo de los dedos y de las uñas, inclusive de mi coleto. Me encuentro sintiendo asco y repulsión a toda la creación humana, preguntado sin cesar si podría ser capaz de semejante atrocidad, observando y mermando las imágenes que están colapsando ahora delate de mí. Les oigo decir que soy indulgente, irreverente, imbécil, que de manera perpetua desaparezco de mí mismo para ser parte de ellos. Estoy harto de todo esa perorata interminable que tiene lugar en cada rincón de mi mente.

Es entonces que decido fastidiar de lo lindo a cada uno de estos presentes corrompiendo de la misma manera, ¡vaya mierda! Sujeto cada extremidad con la punta de las mías que ahora parecen más tenazas y extirpo cada parte profanando el origen de las mismas. No hay marcha atrás. Recalco cada diálogo donde se comprendió origen de tiempo y espacio, donde se esclareció cuál sería la situación idónea para lograr salir de mí mismo. Me miro de nuevo delante de todas las declaraciones y escupo en este orinal en que se ha convertido la vida.

Palpo con los ojos abiertos porque he arrancado la mala melancolía, la misma que se escribe con doble L. Cierro los ojos para escuchar sin tiempo ni razón, entonces despierto.

miércoles, julio 29, 2015

Hoy que pasas de mí

Hoy que pasas de mí, al menos por un instante, espero que seas más que un recuerdo, que las sensaciones esclarezcan cada uno de los pensamientos de por medio, que no haya razones para contenernos y sin prejuicios podamos perdernos.

Hoy que pasas de mí, de manera perpetua, espero que seas más que una simple imagen, que cada una de las palabras declaradas irradien nuestros corazones, que no haya regresiones ni remordimientos, que al filo de la media noche podamos desaparecer.

Hoy que pasas de mí, sin estar presente ni ausente, espero que quede estipulada cuál es mi creencia más fuerte, que giremos de manera impía e inmaculada, que bailemos al son del amanecer, que podamos existir sin prevalecer.

Hoy que pasas de mí, y no sólo por mis pensamientos, he perdido la noción del tiempo.

domingo, julio 19, 2015

A veces

A veces hay que llorar, llorar con el corazón, llorar con el alma, llorar con los recuerdos cayendo como copos pesados de nuestras manos, escurriendo por las rodillas y derramándose por las lágrimas. Llorar con un llanto conciso sin estertor taciturno ni parsimonía infinita. A veces hay que hacerlo a media noche cuando no hay visitas sin consulta ni efemérides pertinentes, cuando se está en completa calma y la melancolía mermada no está constipando las entrañas. Y otras tantas hay que hacerlo a obscuras y en silencio mientras con ojos abiertos se descansa el sueño del mundo.

Me parece absurdo y soez no tener otros recursos para ahogar el llanto, para declinar y escudriñar cada una de las declaraciones celestiales. Me parece una maldita ridiculez seguir recurriendo a tus recuerdos cuando se está a horas de distancia, cuando estás divagando en el ocaso de otra naturaleza mientras yo me encuentro aquí y ahora sin sol ni invierno. Y peor aún, soy yo quien me parece más ridículo y absurdo enclaustrando cada día de cristal cual reliquia inmaculada.

A veces hay que callar cuando se está vivo y pleno, cuando se es ridículo y elocuente sin previsión alguna. A veces hay que callar mientras con un nudo en la garganta te miro y me miras diciéndome las grandes proezas del sueño que no duermes, del canto que no deliberas, de los recuerdos que no prosperas. A veces hay que callar cuando con arrebato me despojas de mí con una sonrisa y una caricia, mientras mantengo el sueño que no concilio, mientras vocifero un canto al Ecuador (porque ellos cantan demasiado bien o demasiado mal), mientras sostengo cada recuerdo tuyo con guantes de niño y refiero cada uno de ellos a tu mirada, pues, basta con mirarte a los ojos para perder la razón.

A veces hay que llorar, a veces hay que callar, y más importante aún, a veces hay que llorar y callar al mismo tiempo, mientras se sostiene la delicadeza ajena y se es más que un solaz irremediable. A veces hay que callar y llorar mientras, y con mucha razón, se desmenuzan las venas para extraer la tinta con la que hoy vengo a declarar que estoy muerto. (A veces en mí recae la noche.)

lunes, julio 13, 2015

Bendita Enajenación

Aún me encuentro viviendo de sonidos abiertos, sosteniendo la mirada entre las manos y palpando con los ojos cerrados. Me mantengo con el recuerdo esclareciente postrado sobre mis retinas, con la delicadeza y fragilidad de tu inteligencia vinculada a mi sexualidad. Aún me encuentro enajenado de tus/mis días de gracia donde sin importar "cuándo", "cómo" o "por qué" juntos clamamos victoria. Me parece absurdo quizá. Me parece absurda esta manera en la que te mantengo dentro y fuera de mi mente remarcando así la melancolía que está escurriendo de mis manos.

He prescrito ante mí y mi mente y la de cada uno de ellos las políticas sin contrato donde te he colocado en la cima y por encima de cualquiera y no lo he hecho por mera fascinación, no. Va más allá de lo que me muestra el atisbo de realidad al abrir los ojos a media noche retorciéndome entre mis propias agonías e impulsos, girando la almohada mientras cada uno de mis poros supura la conjunción de tu aroma arraigado a mi tacto y mi olfato y cada uno de mis sentidos.

Ojalá fueras de mí más que un recuerdo, que fueras de mí no sólo cinco minutos al día mientras sigo mermando una utopía distante. Ojalá fueras de mí no sólo una hora exacta cuando juntos programamos un encuentro en el sótano de mi mente mientras mis dedos siguen carcomiendo mi piel centímetro por centímetro. Ojalá fueras de mí más que de mis pensamientos por las noches cuando duermo y sueño despierto bailando con la ciudad. Simplemente fueras de mí más que la respiración misma.

Y ahora que he declarado lo anterior me atrevo a recalcar el porqué de cada palabra que he llenado de libelo mientras sigo insistiendo para mis adentros, fastidiándome de lo lindo, a sabiendas que ha de ser en vano puesto que no eres más que una aberrante y parsimoniosa escena donde pronto bajarán el telón; lo he hecho porque estoy ahíto de tenerte y no.


domingo, junio 28, 2015

Cinco

Quizá la peor parte de mi vida no está radicando donde creí alguna vez. He estado desenmarañando el universo entero (tal y como lo hice para ti un sinfín de veces) aún sin razón u objeción alguna con la ferviente idea de encontrar más de lo que pude vislumbrar, mas, ahora, estoy reprochando ante mí y mis malditas marcas el porqué de la situación adyacente. Ojalá tuviera el total de las clausulas que llegamos a estipular en un contrato inexistente pero no es así. No estoy lamentando algo de lo que pudo suceder en otra situación u otra vida porque sé que jamás estuviste vinculada a alguna de ellas. Fuiste y serás el capítulo imperecedero que está escrito con sangre y tinta a la vez. Y el problema precisamente está cargado sobre el enojo que provocó ver tus malditas indulgencias que jamás estuvieron presentes para mí. Sé que no tengo razón alguna para recriminar.

Y después de consagrar la rabia me he predispuesto a encontrar el origen de mi situación actual, siendo que me convertí en una especie de escalera eléctrica y sin barandales que impulsa a cualquier que quiera la verdadera plenitud, me he convertido en el estúpido amortiguador de la sociedad. Gracias a mí aprendieron a aprovechar y valorar aquello que tenían tirado bajo la cama. Me parece ridículo poseer semejante título ante cualquiera que desee declinarlo y a pesar de ello sea yo quien ha continuado más de seis días en el fondo del océano. Después de todo no somos nadie.

Dicen los presentes que nadie es mejor que nadie y justamente me llega un recuerdo en el que alguna vez establecí la afinidad y fascinación que tengo hacia el yo superlativo, donde la hegemonía de este esclarece y estipula a base de instintos y sentidos, por convicción. Estoy balanceándome a través del tiempo de aquí para allá sin mortificación o remordimiento alguno. He extenuado mi melancolía hasta el punto supremo en el cual no hay algo de ti y de mí o de nosotros, he alcanzado el límite de mis propias agonías donde por fin dejó de existir el plomo en la sangre y dado esto es entonces que me muevo con el viento sin razón e indiscreción.

Ahora me encuentro por encima de cualquiera que se atreva a escupir en mis zapatos. Alguna vez profanaron que la mejor manera de existir es mirando a las estrellas hacia abajo y, mientras más alto me encuentro, entonces todo se pierde en la infinidad. Soy insoportable porque así lo han precisado los demás. Soy todo lo que quieren que sea pero mejor de lo que esperarían, al grado en el que en vez de satisfacerlos los estoy jodiendo de lo lindo, ¡maldita aleluya! Soy el más amable y el más benevolente. Soy el más hijo de perra que pisó alguna vez la faz de la tierra. Soy aquí y allá. Soy tiempo y espacio. Soy sólo un hombre y soy parte de la sombra del mundo.

lunes, junio 15, 2015

Luces estroboscópicas

He estado resolviendo para mis adentros, sacando conjeturas y recapitulando cómo ha sido el capítulo intermedio, el interludio de mi vida. Aún no encuentro la razón de mi comprensión en la tuya y viceversa. No estoy creando una respuesta efímera y soez para declinar la mierda que está circulando por todos mis sistemas, estoy esclareciendo la perpetuidad de la imaginación irracional que está postrada dentro de ciertas personas. Empezando por la rara y mala sensación de los días que han sido abruptos, que han encabritado mis impulsos provocando en ellos el peor de los males y de los tiempos y de la eternidad y universo mismo. Por todas y cada una de las situaciones taimadas donde me he estado consumiendo con el paso del tiempo. Por la desesperación de intransigencia que está purgando mis pupilas mientras veo cómo te desapareces de manera lenta y paulatina. Por la estúpida respuesta que no pareciera aparecer en algún momento. Por todas y cada una de las canciones que me hacen voltear a ese recuerdo en el que te vislumbro sujetada a mí y mis sentidos y cada uno de mis instintos mientras la atmósfera nos envuelve con cierto brillo a pesar del reflejo de la Luna sobre la ventana.

Estoy respirando sin darme cuenta de ello, el estertor está corroyendo a los afables que compaginan las dimensiones en las cuales me encuentro inmerso, con estupor releo los antiguos escritos donde proclamé victoria y revolución mientras especulaba ante el porvenir, escritos donde quise crear lo más sublime y ecléctico mientras blasfemaba gritando y pidiendo explicaciones en vez de escupitajos de oro. Aún sé que al único a quien le debo algo es a Dios suponiendo que exista, pero sino es amor, no merece la pena. Desde el origen del tiempo, y mucho antes de mi propia existencia, estuve odiando y diciendo aberraciones con y sin fundamentos, desdeñando todo aún desde antes de nacer porque jamás pedí venir a este deplorable y jodido mundo, y por la misma razón es que exijo me dejen tranquilo, he sido lo que todos han querido que sea pero olvidaron lo más importante. Olvidaron que sólo soy hombre, que me gusta disfrutar mi sufrimiento y mi soledad sin la necesidad de sus necedades "No me incomoden".

Pensando y trayendo más cosas arcaicas a la realidad me encuentro. Desnudo y sin complacencias escurriendo por los codos o por cualquier otra articulación. Me encuentro desnudo porque no tengo necesidad de usar ropas elegantes ni zapatos rechinantes o alguna clase de adorno para lisonjear su visión mientras construyo máscaras sin razón alguna. Me encuentro desnudo delante de cualquiera que se atreva o sea capaz de destruir todo lo que estoy palpando por mis sentidos. Desnudo he dicho y así me quedaré, porque le he dado la importancia de un ardite a todo aquello que pueda provenir de sus hoscos vocabularios, de sus orondas enseñanzas cuando son bazofia entera. La verdadera y única proeza que nadie de ellos/ustedes se atreve a sujetar entre brazos y amamantar hasta verla hecha más que una calumnia es que el propósito de la vida no se rige a base de tiempo o espacio ni de nada más. Simple y sencillamente se trata de buscar la glorificación por un verdadero descanso tres pies bajo tierra, todo lo demás es una vil porquería.

viernes, junio 05, 2015

2 am // Time Stops


No hay rastro alguno de sentimientos perpetuos, estoy aquí y ahora con la maldita marca de nacimiento latiendo en mis entrañas, en mis impulsos, en mis latidos.

Comienzo donde no hay origen ni tiempo, tengo la razón de mi comprensión y estoy solo, ofrezco mi última caricia, mi último consuelo.
Mantengo el recuerdo de tu cuerpo junto al mío, pero sólo se queda en cenizas.No más vueltas inesperadas, no más.
Estoy muerto y solo y viviré con dicha proeza infame. No más sensaciones, no más revoluciones.
Vivo muerto y ahí me quedaré, con los recuerdos derramando de mis pupilas.No existo y dejaré de hacerlo...

//

Hoy vengo sin nada que dar, nada que recibir. Vengo como llegué al mundo, siendo sólo un hombre que pintó una venda delante suyo. 
Me encuentro bajo la dulzura de tus encantos, en busca de tu sonrisa. He de saber manejar palabras para fastidiar de lo lindo, siempre fue mi mayor don.
Contemplo cada parte sin importar lo insignificante que pueda ser. 
Vengo de nuevo a ti sin pedir algo de razón o comprensión.
Vengo sólo como llegué al mundo, sin algo bajo el brazo, pero en busca del existir cálido, aquél que yace en tus labios, aquél que estremece mis sentidos y entonces, hierve mi sangre.

miércoles, junio 03, 2015

Özür

Mi mente y tu mente, un efímero encuentro de realidades trastornadas por melancolía y una ávida y rara razón de conciencia ofuscada. El límite entre los trópicos irracionales se ha postrado bajo la noche mórbida y etérea, bajo los hallazgos que se realizaron el siglo pasado. No tengo instinto o convicción por el hatajo de invitaciones que conllevan a vivir lleno de remordimientos. Me parece patético el hecho de recurrir a la misma práctica y profanar la historia con dolencias de un pobre diablo empedernido. Sin embargo sé que no hay punto de retorno, sea como fuere la rueda que dictamina la revolución no dejará de girar y no por dado hecho no se encontraran de nuevo las dimensiones.

He hecho un recuento viable de la mortandad de mis recuerdos, de los más claros y eclécticos hasta aquellos que son ocultos para mí mismo, y no lo he hecho por mera autoflagelación o masturbación para el alma. ¡Qué más da! Lo he hecho por el simple gusto degustar mi propia melancolía. He aprendido a consagrar algo inmaculado en fe de la mierda que escurre de mi mente por instantes eternos, de la porquería que llevo en la barriga y en los intestinos y entrañas y riñones y cada uno de los órganos vitales, como si estos fueran imperecederos; con la sublime y súbita idea lograr dicha inmortalidad que no existe. De poder ser inmortal preferiría serlo sólo en tu mente.

Ojalá tuviera la palabras adecuadas para hablar de lo que me acongoja, que fueras y encontrara un solaz irremediable así como alguna vez intenté serlo, más ahora sé que tengo la jodida virtud de volcar las situaciones adjuntas a mí con el intento brusco y taimado de dicha exclamación. Sé que no tengo manera perfecta de ser y aborrezco más el no poder comprenderlo o hacer que se comprenda sin necesidad de externarlo.

Sé que soy terco y testarudo hasta los dientes, que puedo ser arrogante y narcisista a más no poder. Es algo que todos sabemos y que, lamentablemente, me es recordado por ellos. Ha sido y será mi mayor virtud la gran parte del tiempo.

lunes, mayo 25, 2015

Duermevela

Duermevela digo a cada instante con los párpados pesados como plomos, con el tránsito de mis venas irrigado de ácido. Duermevela... 
Injustamente estoy juzgando sin mirar, sin conocer de manera completa la situación pero es inevitable no querer mirar hacia el "cielo" y querer escupir y destruir todo lo que se acumula a lo alto. Sé que no tengo las palabras adecuadas para justificar semejante aberración pero también sé que la jodida omnipresencia que se jacta de la eternidad y perpetuidad está provocando algo en mí, más de lo que es capaz de soportar. Me pregunto si tienes miedos también o si tienes sueños y jodidas esperanzas. Duermevela...

Duermevela tatuado en mis retinas mientras pasan las horas en las que no concilio ficción ni realidad. Pienso de nuevo "Llévame", no importa si es un sitio lindo y afable o uno pusilánime lleno de malicia, sólo llévame de una buena vez. Me importa un reverendo ardite si es el momento indicado para el "sagrado" descanso. Duermevela repito para mis adentros mientras pretendo caminar sin necesidad de observar el rededor, mientras me sigo consumiendo en la misma atmósfera a la cual me he estado destinando con el pasar del tiempo y el espacio. Duermevela...

Duermevela de una buena vez, antes de que sea demasiado tarde para ello. Callando más de lo que debería con tan sólo un dedo o un suspiro en él. Ahora veo las situaciones con diferentes perspectivas, desde las más inmaculadas hasta las más desesperadas, con el hálito que está transitando su columna vertebral y demás. Duermevela repito y repito mientras veo como ahora quien se consume de una manera diferente es alguien más, mientras remarco las viejas heridas de bondad que están plasmadas sobre mi espalda y mis rodillas, sobre mi piel y mi cuello y mis brazos y cada una de mis extremidades. Duermevela...

Duermevela pensando en la injusticia divina que ahora está mermando y volviendo mi estabilidad en un mórbido chiste sin gracia y sin ironía. Estoy recordando el gran sueño que se convirtió en realidad y en el océano fugaz que cargamos sobre los hombros, justo donde se rige el centro del universo. Ojalá estuvieras aquí y ahora para sujetar mi mano mientras me estoy lamentando la mala jugada que el destino pone delante de mí, pero de nuevo te tengo y no. Duermevela junto a la esperanza que estaba gestándose en el vientre del universo. Duermevela cariño mío que no habrá descanso después. Duermevela...

sábado, mayo 23, 2015

Impío//Memorial

Hoy que veo tu cuerpo recostado junto al mío que no es más sabio,
impío o inmaculado, voy a tocarte y sentirte como la ráfaga y brisa,
a soñarte e imaginarte como las solemnes proezas de nuestra velada,
a saborearte y desazonarte con una simple caricia.

Hoy que veo tu manos entrelazadas a las mías que no son más valerosas,
frágiles o cariñosas, voy a pensarte y dibujarte no sólo con la mirada,
a cantarte y tal vez divulgarte como las palabras amarradas a las melodías,
a pertenecerte y persuadirte aunque sea por tan sólo un instante.

Hoy que siento tus labios húmedos sobre los míos que no son más sagrados,
dulces o arrebatados, voy a sobrellevarte y declararte con impulsos,
a palparte y degustarte con la mirada y la bella sonrisa,
a escucharte y profanarte con palmas abiertas y el alma de frente.

//

Ahora que no veo tu cuerpo o tus manos a mi lado o entrelazados a mis sentidos,
que no siento tus labios retrasando mi respiración sobre los míos que ahora están secos,
sé que debo tocarte, sentirte, soñarte, imaginarte, saborearte, desazonarte,
pensarte, dibujarte, cantarte, divulgarte, pertenecerte, persuadirte,
sobrellevarte, declararte, palparte, degustarte, escucharte y profanarte.

Sé que debo amarte, amor mío, sé que debo amarte y procurarte,
aunque la luna nos mire a ojos abiertos sin regresiones ni remordimientos.
Sé que debo amarte amor mío, sé que debo amarte y procurarte,
aunque aún no esté escrito y en nuestros corazones todavía haya lamentos.

domingo, mayo 17, 2015

Sin Título

Estoy viviendo con sonidos abiertos
sintiendo y refiriendo cada uno de ellos a tu recuerdo,
a la calidez fría de tus palmas sobre las mías
a los latidos palpables en tu respiración.
Tengo todo de ti, asunción de ti,
y más importante aún, ausencia de ti,
ausencia de ti y tus caricias y tu sonrisa
que es a mí la vida misma.
¿Quién iba a pensar que serías de mí?
que serías de mis pensamientos
aquél que recorre mi universo,
quién lo iba a pensar.
Ahora me encuentro aquí, queriendo,
soñando, imaginando cada instante,
cada momento que no compartimos
pero que he creado en mi mente.
Y de nuevo es que te pienso y digo para mis adentros
"Te quiero" sin remordimientos y veo nuevamente
tus labios proclamar nuestra victoria, juntos,
aunque de nuevo te tenga y no.

viernes, mayo 15, 2015

Distopía

No tengo certeza alguna de tantas cosas, desde las más elementales e inminentes, hasta aquellas jactanciosas que se convierten en momentos de gloria afable. Encontré a un costado mío uno de tus recuerdos, ¿qué sucede conmigo? De entre las certezas que se han escapado se encuentra el no saber en qué me he convertido y a qué me he condenado. Quisiera poder hablar más de ti y de mí no sólo como enajenación o simple gusto, sino, por digna pasión y melancolía, y a estas malas ansias se han unido los sonidos del ambiente en el cual, y al menos por un instante, nos consumimos juntos.

He creado una fuerte contradicción en estas letras. El propósito de lo ecléctico siempre es y será una buena motivación para encandilar las situaciones y las emociones a torrentes, para desenfrenar cualquier cosa que está relacionada con la pasión, que no es ambigua ni ortodoxa.

Estoy derramando recuerdos a través de los párpados una y otra y otra vez, lo sé, más aún, también sé cuál ha sido la razón, y no lo digo por justificación a mis causas ni por difamación de consecuencias. Va más allá de esto. Cierro mis ojos con parsimonia y me hundo de nuevo en la calidez de tu piel y la suavidad de tus muslos, estremezco tus impulsos con la caricia sobre tu espalda. Mis dedos sólo una extensión más de tu cuerpo.

domingo, mayo 10, 2015

Varðeldur

Estoy delante de la hoja en blanco, te miro a ti y a mí de la misma manera en la que lo he hecho a lo largo de tanto tiempo, sin ser parte el uno del otro. Aún no comprendo cuál es el verdadero contexto que está en tu/mi cabeza, así como no lo has hecho tú, por algo somos tan semejantes. Recalco en mis pensamientos las últimas noches, esas que han transcurrido en vela y sin una buena razón, esas noches en la que ha estado alguien presente, mucho más de lo que habría querido, y no lo digo por ser tan mezquino, lo digo porque quizá jamás encontré la manera de procrear paz...

Ya no me basta con verte y mirarte sólo en mis pensamientos, me he movido de entre los escombros que van quedando con el paso del tiempo sólo con la idea de por fin no perderte fuera de mi mente, más ahora, sé que las ideas y conjeturas que estoy derrochando a través de cada respiro quedarán de nuevo en el ático de mis pensamientos, en las cajas de zapatos bajo la cama y en los recuerdos que cargo en los bolsillos rotos de mis pantalones.

Estoy desenmarañando todo lo que cargo sobre los hombros, tengo las imágenes que se repiten una y otra vez, esas mismas que están llenas de recuerdos que jamás sucedieron pero son tan tangibles y latentes, tan vívidos, tan certeros. Dentro de cada uno de estos se puede percibir hasta la sinfonía más tenue de tu aroma que escurre sobre tu cuello, que desemboca en los ríos de tu espalda. Puedo sentir la manera en la que palpas con los ojos cerrados las constelaciones que se postran en mi espalda y cada centímetro de mi piel. No tengo problema alguno en querer ser de ti más que el simple recuerdo al amanecer.

Entonces es que yo también cierro los ojos sólo para sentir tu cercanía infinita, el invierno que circula sobre todo tu ser, la primavera negra que guardas en tus párpados, la Venus que se acaricia con la conjunción que entrepiernas llevas y el canto al Ecuador que proclamamos juntos al menos por un instante.

lunes, mayo 04, 2015

Crónicas de la muerte y el amor

Lo que pretendo referir a continuación es tan sólo el origen de una nueva vida e historia que ha de basarse en las únicas verdades de la vida: la muerte y el amor. He dicho pretendo porque no estoy seguro de lograrlo, es bien sabido que pocos son quiénes han hecho semejante logro de manera uniforme. Durante la mayor parte de la vida la pasamos muertos. Basta tan sólo con cerrar los ojos y pensar en la impune inmundicia que está rodeando a cada uno de nosotros, lamentable. Quisiera tener más que escribir que esta mala monserga pero no es así, al menos lo hago sin vacilar y con la idea para mis adentros de que al menos podría fastidiar a alguien de lo lindo con esta linda irreverencia. Inmaculado.//

Siempre he notado una rara fascinación (enfermedad y/u obsesión) por martirizarme con ciertas situaciones. La volatilidad de mis emociones es la mejor espectadora que he tenido en cada acontecimiento. He escrito tantas cosas como el "Illuminate my heart, my darling!" ha marcado cada uno de mis poros con melancolía atónita. Miro hacia dentro de mí y puedo consagrar las ideas que jamás podré sostener en manos, o peor aún, que no podré llevar a la realidad y relaciono todo esto con quien ha dicho que somos el uno del otro alguna vez, quizá sí tenga un nombre dentro pero habrá muchos más que puedan sentirse identificados ciertamente. No tengo certeza de lo que hago porque he comenzado a dudar de mi propia existencia y a creer que en algún momento sufrí alguna fisura que se ha convertido en más que un derrame de ríos y volcanes aborronados a raudales a través de cualquier ventana. Ahora, mi cuerpo está suspendido en una atmósfera emergente que se consume no sólo en cenizas, también en polvo y micropartículas que son arrastradas por el viento hacia ningún lugar. He desparecido dentro de mí mismo y quizá lo estoy haciendo por propia convicción.

//Ya no importa realmente el origen del contexto, de la idealidad o la dualidad de cada perspectiva que tenemos. Me parece incongruente la rara mescolanza que está latente desde hace algo de tiempo, quisiera desmenuzar sin dudar, sin titubear y con un gusto bien venido hacia la incertidumbre de ello. Aborrezco enormemente a cada una de las bandas pop que están saliendo debajo de las coladeras, me entristece y encabrita hasta las entrañas la simple idea de creer en el amor que no sostiene la verdadera pasión, que sólo se ejerce como la masturbación etérea para el alma, y que ahora, se ha convertido en la parte primordial de la vida.

Es por esto mismo que estoy relacionando al amor con la muerte, puesto que ambas están en función de la vida, ambas son intangibles ante la realidad pero no ante la idealidad. Quizá una abarca más sensaciones gustosas pero, lamentablemente, las restantes son más fuertes e impulsivas que las demás. Estoy amarrando los escrúpulos que se crearon a lo largo de la historia del hombre porque no son más que una gran bocanada de mierda en los labios de Dios.//

Por dicha razón estoy escribiendo una carta de despedida, una carta donde no reniegue todo lo que tengo o todo lo que soy. Será algo más que eso, estaré describiendo quizá los contrastes de mi vida donde desvelaré mis recuerdos, desde lo más fugaz hasta lo más locuaz, da igual. Empiezo entonces diciendo que lamento no poder pretender ser lo que han tratado de inculcarme, haberme rebelado contra la ambición que los demás tenían hacia mi vida. Termino recalcando el adiós que estuvo a cada instante saboreando mis labios, amancillando una rara y efímera manera de subsistir con convicción errónea.
Lamento todo lo anterior pero ahora qué más da, no he podido ni podré arrancarme la sensación en el palpitar o en el pecho que quedó desde aquella última vez en la que fuimos uno mismo delante del mar...

domingo, mayo 03, 2015

Ausencia de ti

Me pregunto cómo se supone que uno toma el rol en cada situación, sea por mera pesadumbre o por invicta glorificación. He almacenado en mí un sinfín de sensaciones de ti, tengo hambre de ti, sed de ti, ganas de ti. Tengo tanto de ti, incluyendo tu ausencia. Busco la frecuencia correcta por mera fascinación, por enajenación, me resulta vigorizante como un tónico a media noche, como un trago amargo de amor y vino durante la primavera negra. Mi sorpresa se ha vuelto mayor, ha confabulado en mi contra resaltando y embarrando y atiborrando cada una de las blasfemias que estoy arañando sobre mi piel con una simple vocal, y no lo digo como manera de reclamo para mi mermado subconsciente, no qué bah, es simple y sencilla mala melancolía.

Te busco y te encuentro a cada instante, tus imágenes escurren por mi piel, extraño la mejor de todas tus imágenes. Lo escribo y tatúo en mi piel y mis retinas, no queda más que sólo grabar de alguna manera perpetua el recuerdo tuyo que no sostengo y no comprendo. Estoy consagrando las ideas que tengo acumuladas desde que nací, desde que grité por primera vez el desprecio por el mundo entero, mis pensamientos aún llenos de líquido amniótico palpitaban de coraje y resentimiento "Jamás he pedido venir.". Y por semejante razón es que quiero demostrar aquello que callo durante mis ratos de ocio y silencio, quiero callar cada uno de los silencios que han profanado y perturbado mis pensamientos, quiero simplemente callar cada uno de mis silencios con los tuyos.

No hay más que pueda deslumbrar entre líneas a través de todo este escrito. En algún momento ha de llegar ante ti quizá de la manera menos esperada y sé que llenará de mescolanza palpable cada uno de tus sentidos y tus impulsos. Pienso para mis adentros qué tan benéfico y malicioso será todo este océano de palabras que construimos como puente indestructible. Me basta con que saber soy de ti al menos cinco minutos al día, que me adueño de tus pensamientos, tus deseos y tus sensaciones. Me basta con saber que de alguna manera sin un motivo o pretexto transite tu imaginación.

Ahora he resuelto un mundo entero nuevamente y lo haría una infinidad de veces, de manera omnímoda y sin un libro de instrucciones, sin una verdadera forma en específico. He escrito tantas veces tu nombre dentro, y aquí y ahora, te llevo marcada en cada centímetro de mi piel. Quiero enseñarte a aprender a corresponder sin regresiones ni lamentos, sin remordimientos, y yo, quiero leer tu piel a través de mi tacto etéreo, así por fin ambos nos recordaremos.

viernes, mayo 01, 2015

Perspicaz

La elocuencia con la que se narran historias en la actualidad me crea una rara sensación de desgana, se derrumbó la verdadera leyenda de una antigua ciudad que ahora sólo está llena de infames. Precisaba para mis adentros cierta epifanía que reveló ante mí un sinfin de recuerdos, recuerdos en los cuales me vi inmiscuido durante mi infancia "inocente". Hubo cieta vez en la que descifré más de lo que debía, a tal grado, que pareciera humillé a mi superior. Sin siquiera saber cuál había sido mi crimen, porque cabe mencionar que hasta ahora descubro que lo cometí, resultó una escena humillante en la cual insultaron a lo que los demás llaman "inteligencia".

No conozco el motivo o razón para dicha declaración en la cual destruyeron mis pensamientos. Para mi suerte, los escombros quedaron ahí y ahora, mientras pienso para mis adentros esta mala jornada llena de melancolías, es que los reestructuro, estoy creando grandes monumentos donde esclarecezco mis pensamientos. Pretendo crear algo inconmensurable, omnímodo.

Una vez hecho y dicho todo lo anterior, buscaré a mi nuevo inferior y declinaré delante de su rostro "Tenía razón, no soy inteligente, sólo soy perspicaz.".

domingo, abril 26, 2015

Time for flying rockets

Hablo contigo y mi cuerpo estremece, mis impulsos colapsan en invierno. Recuerdo las horas pasar mientras tú y yo acortábamos la distancia creada en el contexto, entre las líneas de nuestros suspiros. Quiero viajar/desaparecer a través de tus ojos, ser parte de ti y tu piel, trazar estrellas y constelaciones con la tinta que escurre de mis venas, transita mis labios acariciando los tuyos. No encuentro una manera para proclamar victoria mientras sujeto nuestros impulsos. Vivo mermado y taciturno consagrando miedos esperando emerger delante del mar.

No me canso de proclamar ante cualquier presente la belleza ecléctica que está escrita en tus ojos y justo ahora, mientras respiro y cierro los ojos, es que quisiera cantar y gritar y disfrutar y lisonjear de lo lindo. Enaltecer la sublime proeza en la que podremos callar y silenciar nuestros silencios con los recuerdos llenos de incertidumbre que podremos coleccionar bajo el sol de la media noche, al norte donde enterramos las anheladas pasiones.

Hoy vengo nuevamente delante de ti sin nada que dar o recibir, justo como llegué al mundo, siendo sólo un hombre lleno de reminiscencias de vidas pasadas. Un hombre con la ferviente idea de ser el todo y el nada antes del amanecer. Con la idea arraigada de compaginar nuestras utopías con la realidad, porque querida mía, eres la dulce dulce consciencia mía.

domingo, abril 19, 2015

El Orden del Universo

Me encuentro fuera de contexto, se puede ver/leer entre líneas. He organizado mis pensamientos en base a una canción, lo he jodido de nuevo. Descubro que aún me atemoriza encarar esa mala melancolía y más por la estúpida aseveración que hacen el respecto. Deben saber que fui yo quien provocó el verdadero sentir, el mal existir. Aún recuerdo que en verdad logré remontarte al cielo y al infierno. Maldita manera mórbida de existir. Aborrezco su manera en la que pretenden desviar mi vida corrompida hacia la dirección incorrecta, no pretendo inculpar a nadie aunque en el fondo sepa quiénes son los verdaderos responsables.

Estoy vivo y muerto a la vez, he caído en un abismo al borde del precipicio y en mis pensamientos se mantiene de manera latente cada hallazgo que provoca un invierno en mis impulsos. Quisiera creer que toda su monserga es irrelevante, su perorata que escurre sobre sus labios es anacrónica y redundante. Asegura y estipula que conocen mi verdadero interior pero me atrevo a decir que no es verdad. Son libelo y blasfemias acerca de mi existencia. ¡Al carajo!

No pretendo escudriñar toda esta basura con llanto y melancolía, por el contrario, reiré para mis adentros y regocijaré de lindo delante suyo porque así como ha sido, me encuentro hallado. Puedo, aún, cantar al Ecuador y al mundo entero. Puedo escupir en el rostro de Dios, de la vida, del hombre. Puedo gritar y proclamar delante de cualquiera que pretenda declinar mis proezas, porque y para mi propia suerte, soy un hombre intoxicado por la vida, por la muerte.

Me mantengo entonces en mis/tus pensamientos y lo demás viene valiendo un carajo. Proclamo de adentro hacia fuera "Todo está escrito en tus ojos.", abro los ojos, respiro... Soy etéreo junto al universo...

viernes, abril 17, 2015

El Artista Irracional

Me atrevo a decir que en la actualidad se ha perdido el sentido irracional y no por el hecho de creer que no hay capacidad de comprender. No, va más allá.

Aquí tenemos el ejemplo muerto de la verdadera pasión, donde la apariencia equivalía nada. Se puede ver que su cabello y sus pies desnudos no precisaban nada más que lo esencial. Prueba de ello es lo que sostiene entre manos, necesidad de crear para evolucionar.

Es por dicha razón que puedo aseverar que jamás volverá a existir un artista irracional, que hacía arte con el simple hecho de crear.

miércoles, abril 08, 2015

Etérea

Abro los ojos, no sólo al despertar, te miro en mis pensamientos.
Desaparezco.

Cierro los mismos ojos, no sólo para dormir, te miro suave y tibia, casi etérea. Te pierdo fuera de mi mente.

Camino y levito al mismo tiempo, por un solo instante, uno donde imagino la calidez de tus labios junto a los míos.
Muero.

Parpadeo y respiro, aún estoy ausente, presente, latente en ti y en mí, en cada uno de nuestros latidos. Entonces vivo.

Y ahora por este momento sigo perdido en ti, respiro y desaparezco. Me pregunto cuál será la manera correcta para conocer tu amanecer, tu atardecer, tu anochecer.

Pero ahora no estás, te encuentro dentro de mi mente, y nuevamente, te pierdo fuera de ella. Entonces sé que vivo y muero una vez más... Desaparezco...

domingo, abril 05, 2015

Superfluo

Coincido con ciertos nombres en mi cabeza, con un sinfín de criterios absurdos y devanados por toda la jodida existencia. Me encuentro en este momento rememorando cada "momento" de ti, y no sólo por el simple hecho de saber que se quedan como lo que pudieron ser, no, va más allá de esta mala melodía que está corroyéndome desde mi interior. Soledad de verte al menos una vez, de ser de ti, soledad de sostenerte. Rompo el ruido con silencios, con estruendos internos donde no sólo se da abasto de lágrimas y risas llenas de melancolía, caen como relámpagos creando cierto fulgor iridiscente en mis pupilas y retinas, en mis poros y vellos, en mi tacto y mis sentidos, en cada uno de mis impulsos. Pero ahora miras de nuevo hacia donde no me encuentro yo y ante eso, simplemente yo sigo aquí.

Soñé que era la luna, que era el sol, que era el universo entero. En dicho sueño palpitaban y emanaban canciones desde mi centro, de entre ellas, la misma que está arraigando en mí un hatajo de recuerdos y reminiscencias. Entonces sé que he perdido la razón. He despertado del sueño eterno y en esta realidad no hay nada más. No hay vínculos con los cuales pueda proclamar victoria o crear una revolución. No hay recuerdos al amanecer ni dunas de una psicosis llena de soledad. No hay girares inmaculados donde tú y yo nos quedamos sin palabras, donde respiramos y entonces desvanecen nuestros sentidos. Jodida e irónicamente no hay nada más que yo, efímero y etéreo como lo fui y seré siempre.

Me he balanceado a través del tiempo y de la vida pintando cómo será la soledad y jamás estuve tan en lo correcto. No duermo ni sueño, no estoy despierto. Me mantengo como un Elder en vida dominical, sin perturbaciones ni demás jodidas irreverencias. Quisiera verte aquí ahora mismo, delante de mí. Quisiera ser (nuevamente) de ti no sólo por un instante o un parpadeo, no sólo por utopía. Pero ya no existe tu torso junto al mío, aunque jamás fue así. Jamás estuvimos vivos y/o muertos. Jamás estuvimos dormidos, jamás estuvimos despiertos.

Ciertamente me doy cuenta que en verdad acaba y de una rara manera, no sólo por rutina ni por ironía, paradoja o coincidencia. Por esa razón estoy desmembrando mis pensamientos. Los estoy dejando al desnudo como si fueran a ser aniquilados sin piel. No me importa saber que estoy derramando sangre en vano, me da igual, sólo, y al menos por un momento, quisiera creer que puedo seguir...

Ahora recuerdo el vidrio de emergencia.

lunes, marzo 30, 2015

Políticas de Resignación

Malditas jodidas ironías, son el holocausto de la actualidad. Drenando y purgando, emprobreciendo los pensamientos mórbidos que surcan día con día. Remontando con reminiscencias perdidas cada una de las coincidencias y las casualidades que deberían y deben de prevalecer de manera perpetua. Sin embargo, hoy en día son sólo una vil bazofia, perpetúan lo efímero, lo mundano, lo banal, lo despreciable. Hoy, precisamente me encontraba leyendo las noticias de actualidad dándome cuenta de qué tan errado ha estado el mundo. ¿Dónde demonios dejaron el verdadero romanticismo? ¿Qué sucedió con la pasión?

Ya no hay marcha atrás, el mundo se carcome a enormes bocanadas. Se llena de mal aliento, de caspa, de mierda etérea. Pero creo entonces que no todo se ha tirado al drenaje. Aún creo ser capaz de remontar cualquier ser al cielo. Aún se puede ser parte del cosmos y del universo. Aún se puede partir rumbo al norte sin un porvenir en específico, sólo con la ferviente idea de vivir y respirar no sólo por instinto.

Me merma los pensamientos saber que no se comprende el concepto de hastío hacia la vulgaridad del mundo enfermo. Es por eso que mi cuerpo, precisamente en este instante, se ha convertido en un destilador, el más grande, capaz de evitar cualquier desperfecto de la realidad. Idealidad. Idealidad... He malgastado el aliento y los pensamientos cada una de la noches que paso en vela, suelo preguntarme cuál es el propósito de dicha mala jornada pero aún no tengo una respuesta perfecta para ello. He desgastado mi vida día tras día. He llegado al punto cumbre entre la tregua que existía entre la vida y yo, me encuentro hallado, situado, encontrado, maldecido y humillado.

Ya no hay una razón para hacer creer que el mundo tenga que girar hacia la misma dirección, he perdido los estribos y he resuelto por vez primera simplemente no mirar hacia ningún lugar. Seré aquello que los demás pretenden de mí. Seré todo lo que anhelan. ¡Al carajo lo demás! De esto se tratan las cláusulas que estoy estipulando esta noche, quizá no hay letras chiquitas como siempre se espera pero qué va, al final sólo son patrañas para enajenar las pobres mentes retorcidas.

Nuevamente estoy declarando de manera narcisista que soy el mesías y me importan un reverendo ardite si así es o no. Simplemente quiero llenar de escrúpulos aquello que todos los demás han desdeñado desde tiempos inmemoriales. Me atreveré a decir que aún todo está escrito en tus ojos. Me atreveré a declarar mis verdaderos pensares. No le temo a lo que puedan a llegar a pensar de mí. Soy tan contradictorio, cada día, y qué más da. Que se jodan todos.

Por hoy simplemente quiero hacerte sentir todo lo que escurre en tu nombre, eso mismo que me desgarra desde el interior. Quiero hacerte comprender el porqué de toda la mala melancolía, de toda la depresión, de toda la ansiedad. Simplemente quiero hacerte saber que de no ser así, sería cualquiera más. Quizá no soy la gran excepción, lo sé pero, sólo se basa en eso, va más allá de lo que se puede llegar a creer o sentir. En efecto, debo decir, que tú eres mi agonía, mis delirios, mis pensamientos, mis proezas. Eres intrínseca de manera perfecta.

Nuevamente te veo y te siento dentro, tan cerca, que creo que voy a explotar.

miércoles, marzo 25, 2015

Amnesia

Me encuentro de nuevo en medio de la hipocresía y la mierda que está corroyendo al mundo. Vivo viendo y observando la manera en la que esta sociedad se está cayendo como pedazos de tierra al acantilado. Sencillamente te puedes dar cuenta con la manera efímera en la que las cosas "importantes" se convierten en un jodida e irreverente blasfemia. Dondequiera que se mire siempre se encuentra lo mismo, un sinfín de porquerías mermadas, un hatajo de mentiras mórbidas y cuerpos transpirantes que pululan en las calles eternas como albañales. Siempre empiezo todo este ir y venir de mi mente diciendo barbaridad y media provocando a los intestinos de Dios, del hombre, del mundo. Mi soliloquio se convierte en monserga puesto que no hay nada más que sólo las palabras que están escurriendo por mis dedos, una plática, un monólogo para mis adentros, para tus confines. Recuerda que justo donde yo termino tú inicias y viceversa.

Las cuerdas resuenan como es de costumbre mientras las manos hacen de la vida un recuerdo que se lleva en el alma. Si tan sólo supiera entonces que justo en este momento estoy describiendo la manera en la que la expongo quizá me daría una buena bofetada o quizá me sujetaría hasta corromper la escena en lágrimas. No hay razón ni situación o entendimiento para esta mala manía de difamar. Me encuentro de nuevo bajo la noche articulada como es de costumbre siempre al final de cada temporada (o al inicio, sirven para lo mismo) y entonces declino todas las palabras en prosa que se postran dentro de mí siempre antes del amanecer. Despierto a media noche aún con todos los recuerdos de la agonía a la cual estoy y estás inmerso. Declaro ante los oyentes la manera que tienen de extirpar cada segundo de vida y derramarlo por la nariz, por los codos, por los ojos, por los pensamientos. No hay más.

Suelo preguntarme cuál es el porqué de esta mala melancolía pero las ideas sobresalen como colmena en celo. Los pensamientos se enredan en un manglar donde las raíces de las consecuencias siempre están sumergidas ante las miradas de los demás, y dicho así, entonces puedo decir que somos tan aparentes como para mostrar la verdadera cara a la sociedad. Es por esto que me gusta desnudarme y mostrarme sin cordón umbilical, no tengo límites ni restricciones ante nada, soy sólo un hombre que de nuevo aparece ante ti queriendo reír y comer y llorar y tergiversar al mundo. Me encuentro tan vivo y muerto. Respiro, por instinto y convicción y entonces escupo nuevamente. Soy parte de este deplorable mundo.