domingo, octubre 18, 2020

Por la noche

Concretamente, por las noches suelen florecer sensaciones férvidas y arrebatados, aquellas que, ya sea por alegría o melancolía, nos consumen bajo la armonía y danza de las estrellas. Por las noches es cuando la tormenta envuelve desde la respiración hasta el nacimiento del blanco y negro, hasta la mescolanza de las sensaciones que escurren sin mesura.

Concretamente, por las noches se entrañan los recuerdos de días y vidas que trascendieron bajo el sol de otoño, bajo el frío eterno que persiste aunque el entorno hierva como el corazón de los colibríes floreciendo a cada instante, a cada minuto; por las noches encontramos al alma descansando sobre las palpitaciones del arcoíris y el frío eterno del invierno interno.


Concretamente, por las noches se resplandece mientras las lágrimas recorren los párpados henchidos de desvelos no compartidos, se resplandece cuando las armonías de la ausencia revolotean en lo profundo de los oídos, cuando el sótano de la mente recae en el estruendo del anhelo.


Concretamente, por la noche se está jodido y vivo.