lunes, noviembre 03, 2014

El tiempo de los asesinos

Me atrevo a connotar mis pensamientos utilizando aquellos que alguien alguna vez pudo llegar a crear. Hablando de las viejas proezas que se quedaron inmiscuidas dentro de mis retinas. Miro el reloj mientras estoy derrochando palabras como raudales a través de la ventana. Pienso en la vieja manera del romanticismo y en cada uno de los poetas que dieron su vida sólo por llegar a formar un cosmos inmenso dentro de los recuerdos de alguien más. Pensando siempre en cada detalle para abarcar el orificio más pequeño. Esa era verdadera poesía, la que te hacía encarnarte dentro de cada letra y que te hacía hervir la sangre. Pero hoy el mundo gira hacia un lado tan opuesto que entonces aquellos que son "poetas" tienen la equivalencia de un ardite.

Hubo razones y momentos en los cuales la intención no era ninguna otra más que seducir la perfecta figura femenina, con cada uno de sus encantos, lisonjear de lo lindo hasta el más hermoso defecto porque en verdad se tenía la percepción homogénea de la vida. Contemplar la belleza de esta mientras imaginas qué tan inmaculado sería ver el resplandor del universo a través de sus ojos. Crear situaciones y sensaciones que son capaces de sentirse a través de los sentidos, de los latidos, de cada respiro, de cada gota de sudor, de cada grito de placer y agonía. La poesía tenía el propósito de llegar a crear tal comunión que dos mundos colapsaban junto con sus lunas creando así la paradoja idónea de la vida, esa donde cada uno tiene la capacidad de remontar al otro hasta el paraíso.

Y es por esa sublime y efímera razón por la cual me declaro parte primordial. No soy quién para darme semejante etiqueta pero sé que soy ese quién que podría reiniciar la revolución. Comenzaré creando conciencia de cuál es la jodida realidad a la que nadie quiere ver cara a cara. Dedicando palabras capaces de chapalear en cada centímetro de su piel. Diré entonces que me encuentro sumergido en el océano de su mirar, que no le tengo miedo a la tormenta porque aún falta tanta calma por festejar. Diré que pretendo ser el recuerdo que quede impregnado justo al amanecer, mientras la hegemonía del mundo vuelve a su lugar...

Dicen que el verdadero poeta, quien es capaz de fundir los corazones de los humanos, quedó muerto hace más de dos siglos. Sé que aún hay esperanza porque hay aquí una manifestación ecléctica de lo que es la jodida poesía, esa que relaciona las caricias con el alma y el cuerpo. Soy quien es capaz de hacer que todo ser se remonte al cielo.

1 comentario:

  1. ¿Así que vienes a despertar a la Mujer Dormida?
    :D

    No creo que se hayan muerto los poetas, quizá se esconden mejor.
    Antes se escribía a los que hacían de su vida una leyenda. Ya tu sabe' los bardos y la Edad Media.

    ;)

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