sábado, agosto 11, 2012

Normal

"¡Regresa aquí!, ¡Joder!" exclamaba de manera abrupta y arrebatada mientras lo veía correr. El menguar de la noche con todo su estupor caía fríamente pero la imagen en el espejo seguía sin cambiar. Un parpadeo lento, inmaculado. Uno más para abarcar todo lo marginado del mundo. "Joder, joder joder joder", las palabras seguían latentes dentro de mi mente. Taciturnas eran y no tenían consuelo alguno. Así mismo veía resbalar cada gota como aquellas que recorren mi espina dorsal cada mañana. Sólo eran parte de la escoria de la sociedad. Inhumanos inmundos llenos de hipocresía, sólo puedo dirigir cada pensamiento de mi vertiente magín hacia esa idea. Hago aglomeraciones que dicen "Eres mía". Contemplo y escucho todo lo que proviene de dicha cueva sin discreción, olvidemos los bueno modales. Y regreso al origen del mundo circuncidado. Donde sólo existe el país de la fornicación. Donde cada persona no muestra afecto corrosivo, sólo lo que el instinto marca en dicho país.

Miremos a donde miremos sólo hay bailes de cortejo como una manada de chimpancés en celo. Estoy harto del mundo circuncidado, odio sentir que todo gira entorno a una sola situación. No entiendo porqué al dirigirme a ti soy como aquél hombre que llegó nuevo al mundo. Tengo de nuevo cordón umbilical y delante de ti estoy desnudo. Inmaculado. Y en cuanto quiero dar paso siento mis pies volar sobre el suelo. Tengo ese dichoso sentir de flotar. Flotar, flotar, flotar, flotar. Un parpadeo, una vez más. Una nueva mirada en el espejo y de nuevo las palabras en mi mente "¡Regresa aquí!, ¡Joder!". Aún vuelvo la mirada a las gotas caer preguntándome día con día ¿cuándo regresarás a mí?. Me despierto con las ansias de sentir la sangre correr en mis manos y tuerzo la almohada con la esperanza de regresar para no marcharme nunca más. Nunca más.

1 comentario: