sábado, febrero 02, 2013

"Divinidad"

Mi manera de ir y venir (¿su manera de venir e ir?). Despertar con una canción aún recitando para mis oídos, con un pensamiento divagante sobre una mirada reflejada en el mar. Bueno quizá una pecera no tenga semejante tamaño para ser un océano entero pero, ¿quién dice que no es capaz de brindarme las mismas aventuras?,¿las mismas agonías?

Estás ahí preguntando acerca de lo más importante, quizá tú deberías conocer la respuesta a cada pregunta que lanzas hacia mi persona. No recuerdo cuál fue la última vez en la que sonaste para mis adentros. Suelo apostar la vida misma a la afinación que el metrónomo no marca. Suelo apoyarme en cada verso que acompaña una serie de caricias, delicadas y cándidas caricias que resbalan en el filo de mi piel. Tengo el vívido recuerdo de aquella conversación que sostuvimos con la mirada y desde entonces, has de saber que la noche no luce de igual manera a como solía ser.

Comenzar con una noticia que puede estremecer el mundo entero (vamos, no soy tan narcisista como crees). Terminar con la rebosante despedida financiada por una cierra eléctrica, esa es auténtica melancolía. La misma reflejé sobre mis pétalos tanto tiempo, esperando que se acercara el quinto día. Añorando ese viejo atardecer. No sé si podré liberarme de esa extraña sensación, la misma que deja residuos en el pecho, en el corazón, en el alma, en las entrañas y en todo aquello que siga palpitando de una manera aterciopelada.

Volvió a mí todo ese malvivir marginado que está latente en el círculo donde se postra el mal de males. Espero no lo hayas olvidado. Regresó el libelo que arrastré alguna vez en contra de la "divinidad" más grande conocida alguna vez. Vine sólo para refrescar su mente, para hacerle recordar que aún me debe miles y miles de respuestas aunque, según lo previsto, quizá ya conozco cada una de ellas. A veces ser la mano derecha (o izquierda según el caso), tiene muy grandes ventajas. Inmensas, tales que podrías volverte uno mismo con la mar. 

Sigo haciendo énfasis en cada una de las diferencias que compartimos, y entre ellas la más importante <Prefiero hundirme antes que caminar sobre ella> y eso mi amigo, era genuina inspiración.

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