llegamos con ojos cerrados y palmas abiertas, con el tiempo naranja acariciando nuestro otoño;
nos encontramos cuando las nubes sucedieron en tu mirar, cuando las estrellas hicieron comunión sobre tus párpados
bajo los días abiertos encontramos consuelo y sabor, sensaciones plácidas de lo que vivimos, tú y yo,
como esa fiesta de sensaciones dentro del cuerpo, la misma que crea revolución para el alma capaz de estremecer(nos) hasta las palmas
las noches desarticuladas tomaron formas nuevas y distintas, aprendí a comunicarme a través de los susurros del viento
a ojos abiertos y palmas cerradas sujetamos la estación a nuestras muñecas,
de tintes ópalo y carmesí se tiñeron el cielo y las estrellas;
los días y las noches han perdido la noción del tiempo,
de susurros y suspiros se hacen los recuerdos, los momentos
ahora que sucede el filo de la media noche, el estertor nocturno y la caricia fría han traído a mí sensaciones derramadas sobre las pestañas
la ironía y la melodía afinada a las luces me recuerdan que
de tintes ópalo y carmesí se tiñeron el cielo y las estrellas
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