lunes, junio 15, 2015

Luces estroboscópicas

He estado resolviendo para mis adentros, sacando conjeturas y recapitulando cómo ha sido el capítulo intermedio, el interludio de mi vida. Aún no encuentro la razón de mi comprensión en la tuya y viceversa. No estoy creando una respuesta efímera y soez para declinar la mierda que está circulando por todos mis sistemas, estoy esclareciendo la perpetuidad de la imaginación irracional que está postrada dentro de ciertas personas. Empezando por la rara y mala sensación de los días que han sido abruptos, que han encabritado mis impulsos provocando en ellos el peor de los males y de los tiempos y de la eternidad y universo mismo. Por todas y cada una de las situaciones taimadas donde me he estado consumiendo con el paso del tiempo. Por la desesperación de intransigencia que está purgando mis pupilas mientras veo cómo te desapareces de manera lenta y paulatina. Por la estúpida respuesta que no pareciera aparecer en algún momento. Por todas y cada una de las canciones que me hacen voltear a ese recuerdo en el que te vislumbro sujetada a mí y mis sentidos y cada uno de mis instintos mientras la atmósfera nos envuelve con cierto brillo a pesar del reflejo de la Luna sobre la ventana.

Estoy respirando sin darme cuenta de ello, el estertor está corroyendo a los afables que compaginan las dimensiones en las cuales me encuentro inmerso, con estupor releo los antiguos escritos donde proclamé victoria y revolución mientras especulaba ante el porvenir, escritos donde quise crear lo más sublime y ecléctico mientras blasfemaba gritando y pidiendo explicaciones en vez de escupitajos de oro. Aún sé que al único a quien le debo algo es a Dios suponiendo que exista, pero sino es amor, no merece la pena. Desde el origen del tiempo, y mucho antes de mi propia existencia, estuve odiando y diciendo aberraciones con y sin fundamentos, desdeñando todo aún desde antes de nacer porque jamás pedí venir a este deplorable y jodido mundo, y por la misma razón es que exijo me dejen tranquilo, he sido lo que todos han querido que sea pero olvidaron lo más importante. Olvidaron que sólo soy hombre, que me gusta disfrutar mi sufrimiento y mi soledad sin la necesidad de sus necedades "No me incomoden".

Pensando y trayendo más cosas arcaicas a la realidad me encuentro. Desnudo y sin complacencias escurriendo por los codos o por cualquier otra articulación. Me encuentro desnudo porque no tengo necesidad de usar ropas elegantes ni zapatos rechinantes o alguna clase de adorno para lisonjear su visión mientras construyo máscaras sin razón alguna. Me encuentro desnudo delante de cualquiera que se atreva o sea capaz de destruir todo lo que estoy palpando por mis sentidos. Desnudo he dicho y así me quedaré, porque le he dado la importancia de un ardite a todo aquello que pueda provenir de sus hoscos vocabularios, de sus orondas enseñanzas cuando son bazofia entera. La verdadera y única proeza que nadie de ellos/ustedes se atreve a sujetar entre brazos y amamantar hasta verla hecha más que una calumnia es que el propósito de la vida no se rige a base de tiempo o espacio ni de nada más. Simple y sencillamente se trata de buscar la glorificación por un verdadero descanso tres pies bajo tierra, todo lo demás es una vil porquería.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario