lunes, julio 13, 2015

Bendita Enajenación

Aún me encuentro viviendo de sonidos abiertos, sosteniendo la mirada entre las manos y palpando con los ojos cerrados. Me mantengo con el recuerdo esclareciente postrado sobre mis retinas, con la delicadeza y fragilidad de tu inteligencia vinculada a mi sexualidad. Aún me encuentro enajenado de tus/mis días de gracia donde sin importar "cuándo", "cómo" o "por qué" juntos clamamos victoria. Me parece absurdo quizá. Me parece absurda esta manera en la que te mantengo dentro y fuera de mi mente remarcando así la melancolía que está escurriendo de mis manos.

He prescrito ante mí y mi mente y la de cada uno de ellos las políticas sin contrato donde te he colocado en la cima y por encima de cualquiera y no lo he hecho por mera fascinación, no. Va más allá de lo que me muestra el atisbo de realidad al abrir los ojos a media noche retorciéndome entre mis propias agonías e impulsos, girando la almohada mientras cada uno de mis poros supura la conjunción de tu aroma arraigado a mi tacto y mi olfato y cada uno de mis sentidos.

Ojalá fueras de mí más que un recuerdo, que fueras de mí no sólo cinco minutos al día mientras sigo mermando una utopía distante. Ojalá fueras de mí no sólo una hora exacta cuando juntos programamos un encuentro en el sótano de mi mente mientras mis dedos siguen carcomiendo mi piel centímetro por centímetro. Ojalá fueras de mí más que de mis pensamientos por las noches cuando duermo y sueño despierto bailando con la ciudad. Simplemente fueras de mí más que la respiración misma.

Y ahora que he declarado lo anterior me atrevo a recalcar el porqué de cada palabra que he llenado de libelo mientras sigo insistiendo para mis adentros, fastidiándome de lo lindo, a sabiendas que ha de ser en vano puesto que no eres más que una aberrante y parsimoniosa escena donde pronto bajarán el telón; lo he hecho porque estoy ahíto de tenerte y no.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario