lunes, agosto 24, 2015

Sueño Muerto

Claramente la adaptación ha sido lo mejor y lo peor que lo podría ocurrir a cualquier forma de vida, es evolucionar y crecer aunque no siempre sea por un fin inescrutable. He hablado una y otra y un sinfín de veces sobre la capacidad de volar que se está perdiendo conforme las mentes van despertando. Retomando el tema de la adaptación pienso en las consecuencias que vienen a raíz de esta, como el río que corre caudales y a borbotones por todo el mundo, donde el agua se guía a base de la corriente, donde hay quienes se atreven a renegar la misma y prefieren subir a través de ella y la más lamentable, la de la triste y jodida piedra que no tiene la fuera suficiente para soportar la corriente cuando es muy fuerte pero se queda en el fondo mirando el rededor cuando esta es muy débil. Y ahora es más cuando falta una revolución que demuestre lo que es la verdadera pasión.

Estoy aquí, delante de cualquiera que se atreva a mirarme a los ojos, siendo sólo una parte más finita y milésima del mundo y sé que está bien así, sin una dirección o un camino como tal, sin seguir la corriente, sin hundirme en ella. Tengo toda esta clase de monólogos en los cuales declino cuál es la desfachatez que está corrompiendo al mundo. Me siento enfermo de sólo pensarlo una y otra vez y no lo digo por maldita compasión hacia la sociedad, por mí que se jodan todos y vayan cayendo uno por uno. Va más allá de la existencia de la raza humana, estoy refiriendo esto a aquellas mentes que podría hacer algo grandioso por el mundo entero pero en vez de ello se están perdiendo en sus fantasías banales llenas de mierda etérea.

Sigue caminando me digo a mí mismo y continúa. Los minutos de reflexión no siempre son vigorizantes pero tienen una buena jodida razón de ser. De pensar y volverme como ellos me la pasaría hablando el día entero de muerte y destrucción y cáncer y enfermedades venéreas y coños y senos y fornicación y demás, pero siempre hay un buen solaz para evitarlo. Declaro esta misma noche mis  fervientes ideales y sueños, recalco mi capacidad de volar sin necesidad de dejar de existir dentro del río. De ser una roca, mejor ser la roca sólida que por muy fuerte que sea la corriente jamás se mueve y por mucho que estalle la guerra, prefiere ver cómo se matan unos a otros. Me reiré de su autodestrucción y después, después vendrá la verdadera revolución.

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