lunes, agosto 08, 2016

Tragedia

Se conoce de tragedia cuando descubres la procesión que conlleva ese demencial girar, se conoce cuando tomas la interrogante que destruye y unifica con la mano izquierda; se conoce de tragedia cuando en tus manos escurre la sangre que nadie comprende.

Se conoce de tragedia cuando pretendes impresionar mediante implosiones y convulsiones sórdidas, cuando de manera locuaz y elocuente escupes la verdadera gracia de Dios; se conoce de tragedia cuando en tu presencia concibes muerte y desgraciada soledad.

No veo motivos para hablar de la tragedia ni de la incertidumbre inverosímil que se palpa con la cabeza llena de amargura y más desgraciada soledad. No se conoce de tragedia sin antes haber descubierto la frágil felicidad.

Vivo y muerto es como se llega al mundo, se llega con vendas sobre los ojos y algunas marcas de crucifixión en la nuca; no se llega del todo dormido ni del todo despierto, sencillamente se llega.

Se conoce de tragedia cuando se ha hablado de la desgracia y la gloria, cuando en tus pupilas persiste la bocanada de mierda que se otorga a cada uno; se conoce cuando en tu nterior estás más muerto que la luna cada veintiocho días...

Tragedia, benévola tragedia. Te hablo mientras mi canto se convierte en llanto y mi reflejo desaparece de tu ventana rota.

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