martes, abril 04, 2017

Bello

Si vieras todo lo que provocas en mí no habría necesidad de dar explicaciones a estas manías de leer y leerte, leer tus expresiones y los detalles por los que se empalman las sensaciones. Pareciera la serie de casualidades que estábamos esperando.

Hay sensaciones que desarman a uno por completo, que dejan a tu ser tan vulnerable como los frágiles copos de nieve, que te muestran desnudo y sin más máscaras o restricciones; esas mismas sensaciones que te dejan vulnerable. ¡Vaya vida tan elocuente!
Habría tantos que quizá reaccionarían con tal desdén que todo lo anterior tendría el valor de una mierda. Habría unos cuantos que habrán perdido la razón.

Las canciones aceleran mi ritmo cardíaco, somos constelaciones en colisión, nos esperamos suceder hasta un momento inevitable. Llevo conmigo un reloj roto que me anuncia la hora de tu llegada. Basta algunas veces con querer fluir, entonces es que nos dejamos llevar al ritmo de nuestra cercanía.

Aún hay tanto por escribir, haremos una reedición de la biblia y proclamaremos junto a la trinidad por la vida palpable bajo heridas y cicatrices. Porque habremos de escribir cualquier cosa y el mundo entero simplemente entenderá que es nuestro lenguaje, que hicimos del borde del mundo un lugar habitable.

Y si he de narrar un suceso precisado dentro de lo más retorcido de mi magín estaríamos inmersos en una historia donde nos hemos de pertenecer sin temor ni remordimientos, una en donde consagramos arte y belleza sobre la porqueriza en que se convierte el resto de la sociedad. Un suceso inexorable donde simplemente pienso "A esta luz me pareces más hermosa".

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