Jodida realidad

Pasaba de prisa por el mismo lugar concurrido, aquel mismo lugar del cual tengo tantos recuerdos, donde aprendí lo más importante de la vida... Pasaba de prisa con la esperanza de encontrar algún aroma conocido, pero nada y por muy simple que llegase a parecer, era algo que ya no me sorprendía, ya no más.

Ante la "adversidad" en la que me encontraba preferí seguir con toda la estúpida rutina de siempre y mientras abordaba aquella bestia de "acero" llego a mi magín un no tan antiguo recuerdo donde me veía a mi mismo caminando entra la inmundicia  y sí, por inmundicia me refiero a cada badulaque de mente vacía que caminaba a mis costados precisando ideas demasiados absurdas que de tan sólo pensarlas siento un gran deseo de vomitar.

Mis grandes ideas apiladas, porque he de mencionar que ahora comienzo a creer que son acumulables, como el líquido que da vida, seguían fluyendo en mi, de haber tenido un gran lienzo las habría acomodado de la A a la Z o tal vez al revés, con tiempo libre hasta lo más marginal tiene una gran importancia.

Rutina y más rutina, y si esto no es más que libelo, ¿De qué sirve todo lo anterior?