viernes, febrero 26, 2016

Who will save me from the dark?

La distancia se hace tangible ante la vieja persecución, somos del viejo hálito, ese que transita en la columna, el mismo que está sobre los sueños, sobre la tempestad. No hay rastro de sanidad. No hay rastro de alguna lúgubre e intransigente calma. Veo y admiro y leo y contemplo y observo tu rastro y cada uno de tus lisonjeos aduladores. Me encuentro bajo el frío irreverente de la meseta y el desierto y la jodida arbitrariedad.

Somos indulgentes y estúpidos, ya no hay marcha atrás, lenta y pusilánimamente estoy adhiriendo a mí la mierda unánime y etérea que se presenta en esta situación. Es tiempo de caer y resbalar lentamente. Es el momento en el que preciso tu entrepierna y cada una de tus altanerías majaderas.  Es precisa y justamente el momento en el que declino la balanza sin dirección ni sentido, dentro de mí chapalea un mundo helénico que bebí por mi coleto, a raudales inexactos transita la vida homogénea que no poseo.

Hablé del verdadero sufrir y existir y lo refiero a la mala jugada de serie de eventos desafortunados a través de mi piel y mi sangre. Lo estoy refiriendo al galimatías aunado al universo y las estrellas y los lunares y los ojos y cada promesa del más allá.
Diría que todo está y estuvo escrito en tus ojos pero ahora he muerto y me he desvanecido con un suspiro... Desaparecí sin decir adiós...

Me largué a la mierda y en la mierda estoy...

Entonces me encuentras...
Entonces me encuentro... 

Don't disappear above my mind...
Don't let me hit the ground...
Don't give up my darling...
My love... 

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