lunes, marzo 28, 2011

Vámonos de San Luis...

Una puesta sol que entra por tu mirada, cada conquista un poco más complicada que la anterior, como decía antes una puesta de sol que entra por tu mirada, ha de llegar lo más profundo posible. Un resplandor que se oscurece poco a poco en esos enormes lagos, perturbadores quizá. Un atardecer, un amanecer acaso eso importa...

Tu cara acariciada y lisonjeada por mi hombro, un rostro suave y terso como la miel es el que me he encontrado. Como decía un poco más atrás una puesta de sol que entra por tu mirada, un carro grande quizá, más bien azul y clásico, años 60's ó 70's, años más años menos, las nimiedades no vienen a resolverse ahora.

Como decía una puesta de sol que entra por tu mirada y una carretera desierta, un poco de música para avivar el ambiente, nuestro ambiente. Caminos rápidos y fugaces como aquellas estrellas a las que pedimos acortar toda la distancia que creaba entre nosotros un agujero negro, el más profundo que podrá haber en toda la existencia de la vida.

Y una vez más una puesta de sol que entra por tu mirada perdida en los agujeros negros de la vida, un rostro aterciopelado regocijándose de lo lindo sobre mi hombro, un flamante auto azulado como el amor que habitará en mi corazón para siempre, y una carretera iluminada por las llamas que arden en todo nuestro ser, ya no es necesario nada más, ya verás que estará bien cada parte que se vaya acomodando a su propia manera.


Vámonos de San Luis, así lo dictamina el alma, así ha de fluir,  un beso y un abrazo, no necesitamos más que ser nosotros, las melodías entonadas y afinadas a nuestros impulsos resurgirán de nuestro interior y entonces tú dirás "Vámonos para siempre".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario