viernes, diciembre 22, 2017

Moon

Pareciera que sobran las palabras aunque por ahora me ahogo en el silencio. De mis manos brotan recuerdos de las vivencias, de los días donde programamos destierro, consuelo, amor y tintes corazón; de esos días donde compaginamos en la obscuridad.
Me quedo con el recuerdo de tu calidez, de tu tacto y de cada conversación. // En mis oídos sigue resonando tu calmada respiración.//

Hablar a las dos o tres am es mi especialidad,
ojalá fuera con tu presencia más que con tu ausencia,
con tu cercanía , calidez y el tacto de tus palmas,
con tu cuerpo, tu rostro y tus pechos sobre mí,
¡Pero qué manera de escribir es esta!
Ya no importa, me aguardo en tus brazos, por supuesto, sin dejar atrás tus labios. // Enséñame a dibujarte el alma.//

Tengo tanto de ti, de mí, de nosotros, sea estando inmersos en nuestros labios, latidos y en nuestros corazones.

Te he visto y he visto a través de ti (y viceversa), y sé que nada más importa. // El tiempo vuela a razón de nuestros impulsos; por ahora sé que te llevo. Al carajo todo lo demás. //

lunes, noviembre 20, 2017

Ya sea

Ya sea que nos encontremos con las manos,
con los párpados, con las pestañas;
qué importa que parezca maña
si hemos de compartir veranos.

Ya sea que la distancia desaparezca
mientras nos volvemos cercanos, recíprocos;
qué importa el tiempo mientras tu piel toco
si hemos de esperar a que el sol aparezca.

Ya sea que pongamos tiempo, modo y razón;
hagamos un pacto, un buen trato;
qué importa el mundo, hagamos de tus sentidos un relato
si hemos de ponerle corazón.

Ya sea que de tus manos broten sinfín de veranos
distancia inexistente, reciprocidad presente;
qué importa si de nuestro relato el mundo parece ausente
si hemos de sentirnos; si por fin nos encontramos.

sábado, octubre 28, 2017

Memoria de tacto

Si fuera hoy la casualidad de descubrir tu piel dejaría en ti un lenguaje nuevo. Por ahora me quedo con todo lo que dejas a mi imaginación, donde es que mis manos muestran más de tu sensibilidad.

Si fuera hoy la casualidad de descubrir tus impulsos, tus latidos haría de cada noche en vela una memoria de tacto nueva. Déjame descubrirlos entonces. Te diré una historia diferente de cada uno de ellos.

Si fuera hoy la casualidad de descubrir el invierno en tus manos y el verano de tu entrepierna colapsaría tu primavera con mi otoño. Déjame compartirte el clima de mi piel. Déjame tocar de tu piel todo lo que mis yemas permitan. Déjame arrebatar de ti todo el frío para que nuestro contacto mantenga la calidez.

Pequeños instantes de contacto,
un roce en el brazo, en la mano, en los labios;

que evocan tu recuerdo.

lunes, octubre 23, 2017

Pugie

Me encontré alguna vez tan roto y ciego, lo hacía mientras la noche menguada caía como pequeños copos de plomo; tan lejos de casa (si es que la existía) donde me desprendí del terciopelo. Las manos perciben la distancia inexistente entre el cielo y la tierra, la distancia nula entre el planeta y todo el demás universo, el cosmos y su creación. El mundo entero es el que se ha postrado delante nuestro con la esperanza de recuperar la vida. Las manos son las que perciben nuevamente.

El tránsito sanguíneo es quien siempre habla cuando de sensaciones se trata, es el tacto la extensión más sensible del cuerpo, ¡Vaya osadía esta de la creación! Y digo osadía porque he de darme lujos como la autocompasión. La noche desolada cae sobre nuestras almas y del sueño eterno nos volvemos, nos difundimos.


Pero, ahora que encontramos calma en las viejas marcas de nacimiento y una que otra maldición, es que la tormenta cesa, cae la noche calmada; ahora las colinas caen y las colmenas cesan de manera irrefutable, pero ahora nos encontramos.

sábado, septiembre 30, 2017

Cohete a la luna

Te vienes a mis pensamientos, desde el primer momento en el que rebozante y ante mi presencia excomulgaste cada uno de mis pecados con tu inocencia. Los detalles son importantes, desde el color de tus bragas húmedas y sujetas a mis dedos, hasta el rechinar de los asientos de piel afines  a nuestro delirio.

Podría comenzar nuestra historia, y digo nuestra porque el éxtasis es tan tuyo como mío, con cada acontecimiento previo, mas, prefiero ir directo al clímax, en el que me veo caminando ávido en mis pensamientos de cualquier muestra irracional de nuestros instintos. Caminando por un sendero frío y obscuro, pensando en esa manera en la que te haría mía, sujetándonte con tal delicadeza que dejarías marcas de placer sobre mi espalda. Nos encontramos según lo acordado con un rumbo ya establecido que ahora he dejado olvidado dentro de la camioneta.

-He esperado por ti,- me susurras con baja voz mientras me acerco a ti- probablemente llegaremos tarde.- Continúas mientras me reclino sobre el descanso junto al asiento de piel. Una vez ahí vuelvo a mirarte, desde los ojos hasta la tersa piel que se muestra bajo tu falda, debo admitir que tienes unas piernas hermosas, me he enamorado al instante, y mientras te acomodas un poco para continuar con la plática, tu falda negra se ha recorrido un poco dejando menos espacio para mi imaginación y más para la realidad. Entonces tú notas que estoy mirando justo entre tus piernas donde apenas se alcanza a percibir en donde terminan tus muslos y comienzan los pliegues de tu coño. -¿Qué miras?- me has dicho con cierto asombro e incitación. –Nada.- he respondido y mientras termino de gesticular la última letra nos miramos lascívamente, entonces tus labios se humedecen con el filo de tu lengua.

Basta de represiones me digo mientras me lanzo sobre ti y comienzo a besarte intensamente, a contra cortar tu respiración con la mía. Puedo sentir tus dedos resbalando sobre mí buscándome, encontrándome. Mis manos aún un poco lentas y aterradas se han postrado sobre tus muslos resbalando bajo tu falda. –Nos van a descubrir.- Me has dicho entre tu respiración ahora agitada. Sin soltarnos, yo de tus muslos y tus nalgas, tú y tus manos que ahora se encuentran dentro de mi pantalón, nos acercamos a la puerta para cerrarla. ¿Pasa el tiempo? No lo sabemos, nuestros sentidos están fijos en el sexo de nuestra compañía, he comenzado besar tímidamente el borde de tu cuelo, ese mismo que termina con tus clavículas, mientras mis manos han encontrado más de ti. Te despejo de todo lo que pueda parecer un obstáculo mientras has comenzado a rozar tus labios sobre mi cuello, tus manos me han encontrado un tanto atemorizado y tenaz, entonces acaricio con mis dedos tus labios, los cuatro, abriendo lentamente tu intimidad. Nuevamente me miras y susurras a mi oído –No te detengas.- mientras tus cierras los ojos y comienzas a sujetarme fuerte por la espalda.

-No hay marcha atrás, sé que debo follarte.- Te he dicho mientras sujetas entre tus manos mi miembro, has comenzado un movimiento, un subir y bajar perpetuo mientras estoy desabrochando tu sostén con mi mano derecha mientras la izquierda sigue oculta en tu entrepierna. No importa nada más, estoy dispuesto a despojarte de ti misma tanto como tú a mí, me he reclinado un poco más dejándote espacio para colocar tus piernas alrededor mi cuello mientras me sumerjo en tu coño –No te detengas.- has dicho una vez más, con desesperación y ansiedad mientras tus manos se colocan sujetando mi cabello fuertemente. Tus gemidos parecen venir de una tierra desconocida y misteriosa, es algo que percibo también mientras te acaricio con mi lengua, y lentamente comienzo a subir hasta tu boca, para entonces tu falda está tan levantada. Te tomo por la cintura y te doy media vuelta mientras me coloco sobre ti. Te sujeto por el cabello y por el cuello con una mano mientras te penetro y comienzo a moverme como una anguila sin cesar. El estruendo es tal que debo colocarte una mano sobre la boca para evitar que alguien nos sorprenda, mientras te estoy follando sigo explorando toda tu geografía, tus ríos y valles y montañas y lagos, todo tu universo, el cual está colapsando con el mío. Tu piel es suave y delicada, la puedo sentir con cada movimiento, me gusta tocarte y explorarte, encontrar cada punto donde se pierde el origen del control y la razón.

Preferiría no entrar en más detalles y quedarme con la colisión que creamos mientras juntos, y por un instante, brillamos al filo de la media noche…

miércoles, septiembre 13, 2017

Misery is a Butterfly

Comienza con un vagar arrebatado. Manos transpirantes que escurren encima de mi rostro, un pasillo largo inmerso en gente y suciedad. Cuatro pies que caminan sin cesar y dedos afilados que se entrelazan en mi cuello, en mis entrañas, en mis memorias. Después, vuelco al corazón, un palpitar alebrestado que late al compás de los impulsos. Un cerrar de ojos indeterminado y, de pronto, todo se torna tan distinto... justo como aquella vez en la que el líquido revitalizante fulminó cada uno de mis más arraigados y arcaicos pensamientos corrompidos.

Parpadear sin calma alguna, sin pestañas ni lágrimas, un parpadear sin remordimientos. A veces aún puedo sentir el tocar de la nieve en cada uno de mis poros; de nuevo y con manos lentas,  me encuentro caminando. Caminando con arena entre los dedos de los pies y un poco de brisa fría que se impacta en mis mejillas. El punto es continuar sin detenerse, por fin puedo sentir el emerger latente y ardiente del agua que se rodea de talco hasta donde mis ojos perciben. Un parpadeo más, el último, y mi cuerpo aún agonizante por esa extraña sensación se encuentro dentro. Conforme el abismo crece, comienza a aparecer gente que se creía en el olvido, y mientras las burbujas de aire resbalan a través de mi piel, la luz comienza a desvanecerse. Siempre más al fondo aunque el oxígeno me falte en los pulmones...

Cada vez más dentro hasta que, de pronto, no hay supuración ni nada semejante, en ese preciso momento en el que sientes el mundo derrumbarse bajo tus pies, un extraño e iridiscente resplandor asciende desde lo más profundo. Es así que cada milésima parte de energía vuelve a circular a través de todo mi sistema. Cuando estoy frente con desesperación lucho por lograr desenterrar el oro negro y al sucumbir desde esa inconmensurable obscuridad, sale a flote una raíz enorme con pequeños tallos alrededor. 

Es hora de volver, de regresar de a la manera perpetua. Es fácil creer y sentir que se puede. Braceo descontrolado por llegar a la superficie y conforme la luz comienza a volver, dicha raíz comienza a desmoronarse en mis propios dedos.

De nuevo abro los ojos y entonces siento la realidad como balde de agua fría, miro hacia enfrente y me convierto en mariposa.

Batiendo las alas al son de la media noche, hoy despierto completamente. Despierto con la última imagen que estuvo impresa en todos mis impulsos y, que por fin, he arrancado hasta de la parte más oculta. Un lugar donde ellos habitan, tranquilo y esperanzado, hasta entonces, seguiré caminando despierto. Seguiré caminando sin regresiones ni remordimientos (miro hacia enfrente y me convierto en mariposa).

miércoles, septiembre 06, 2017

Argot

Caen a pedazos los días tras las vueltas del calendario, las gotas que surcan la ventana compaginan con los destellos de alma creciente que hay a media luz, a media obscuridad. Los sonidos corrompen la escena mientras me sumerjo dentro de un océano, no sé si por mera fascinación o enajenación, como aquél que marcó tragedia y benevolente gloria. El cambio de tiempo siempre está sujeto a la dinámica de la mente y el corazón obstinados; a las muestras de afecto sin corresponder y a los tragos amargos que te llenan de reminiscencias prescindibles.


La respiración decae lentamente, se vuelve fría, entrecortada y atiborrada de suspiros; es la noche la mejor cómplice de la majestuosidad del tacto y de las emociones que son capaces de escurrir sobre la piel, sobre las manos, sobre los labios; nos queda el resabio del último baile y la ansiedad por más pasos afinados a un ritmo compartido.


Las palabras sobran aunque la capacidad de habla pareciera vacía, inexistente; si pudiera declinar todo esto que me escurre por los codos y se anuda a mis impulsos, entonces hablaría del momento en el que en sueños nos pertenecemos, en el mismo en que hemos de encontrar los senderos de estrellas que guían el camino de vuelta a casa donde, y con luces apagadas, nos enseñamos a corresponder.

jueves, agosto 17, 2017

Situaciones

Podría contar cada día de mi vida hilando sensaciones. También estoy seguro que podría hacerlo contando y organizando argumentos donde la situación principal se desenvuelve de cierta manera, la misma que sigue corrompiendo mis retinas. He aprendido bien que la vida es una gran bahía. Una bahía llena de recuerdos, de palpitaciones. Una bahía llena de sangre. Quizá es extraña la mezcolanza de vida y muerte que suelo derramar día con día, quizá no lo es. Después de tanto libelo a veces es momento de cambiar de entonación, de frecuencia, y algunas otras, sólo basta con desatinar al metrónomo al cual nos vemos inmersos noche tras noche. Y unas más (nunca hay que dejar cabos sueltos), de esas que se convierte en nimiedades, es preciso ser efímero, hercúleo. Es necesariamente preciso convertirse en gigante.


Situaciones inconmensurables, latentes. Situaciones llenas de memorias y recuerdos, de sensaciones carmesí. Situaciones donde el tintinar del vino sigue escurriendo por la comisura de los labios. Situaciones presentes sin ser, presentes sin alma. Situaciones ausentes sin mente... Situaciones y más situaciones donde podemos contar constelaciones, donde el cosmos seguirá siendo nuestro guía. De eso he estado despilfarrando palabras todo el día, de llenar el tiempo que transcurre mientras arrastro cada letra, de situaciones en las cuales se puede volar con los ojos cerrados, donde uno se deja consumir por la atmósfera y es entonces que por fin nos volvemos cenizas. Rebozar cada minuto con situaciones donde hay clímax y reencarnaciones, donde se puede ser sol y luna a la vez mientras observamos las dunas de la soledad. Y más aún, situaciones donde el carmesí, y el violeta, y el azul, emergen al filo de la media noche, del filo de tu piel, tu piel erizando mis poros, mis poros respirando al compás de las manecillas azules... Respirando y perdiendo todos los sentidos... Aún quiero aprender a vestir de mariposas y entonces, podré naufragar. Ya no habrá que esperar más.


martes, agosto 08, 2017

Raindrops

Las manos tiemblan mientras la respiración decae, el silencio se vuelve perpetuo, inhóspito y un poco taciturno; los pensamientos corrompen el alma mientras nos encontramos inmersos en situaciones atonales. El metrónomo indica el ritmo y la monotonía de los días donde consagro algo impío, casi ininteligible; los párpados caen pesados como copos y la sangre hierve mientras pinta mi ser.

La manos tiemblan mientras mis impulsos se detienen, se congelan, mientras estos se quedan dispersos ante la gran calamidad inconmensurable que corrompe mis retinas, las pulsaciones y palpitaciones aceleran tan rápido como una bala disparada entre las cejas, mi sonrisa muere lentamente y los estragos amargos derrochan recuerdos a razón de cualquier otra benevolente y afamada situación. Mi piel y cada uno de mis poros abiertos, aunque no a la incertidumbre, permean mis instintos; se desgarran, se destruyen, se crean...

Las manos tiemblan mientras nos falta el aliento, mientras sobre sábanas gastadas creo un refugio, mientras , y en conjunto, rememoro cada reminiscencia donde esclareciste las políticas de resignación donde cantamos al aire, al mar, al Ecuador; donde nos pertenecimos en plena obscuridad, donde, y al filo de la media noche, se hacen presentes los ausentes para reiterar la ficción; donde he de morir mientras las palabras escurren por mis labios, mientras estas se tatúan en las yemas de mis dedos esperando poder cumplir con el devenir, con volverse inmortales.

Las manos tiemblan, la respiración se vuele lenta y paulatina mientras todos los sentidos se desvanecen en el espacio, donde el silencio y la obscuridad prolongan el desvelo. Las manos tiemblan mientras los impulsos han de quedarse dentro de la nevera, mientras el aliento se queda impregnado en el último adiós.
Mis manos tiemblan al son del anochecer, me busco, reitero para mis adentros sobre la maldita marca de crucifixión que he de llevar tan arraigada como la cordialidad y los buenos modales; mis manos tiemblan mientras anudo mi corbata y coloco en mí la mejor presentación que he de denotar, mientras hablo y callo y grito al mismo instante, mientras pretendo desvanecerme con el viento.

Mis manos tiemblan mientras sujeto una destrucción inminente, mientras pretendo girar al compás de la rueda llamada revolución...

miércoles, julio 19, 2017

Ho

Las luces se apagan mientras observo al mundo destruirse en trozos errantes, mis manos aún bajo el agua reflejan la perplejidad inverosímil con  la que  me observo; mis ojos ahora un poco menos nublados han reencontrado los pequeños desperfectos cotidianos, como las llaves fuera de lugar o la ventana abierta con la luz encendida, mientras la sangre inflama el alma. Los instantes segregados bajo parpadeos matizan mi mente, lisonjean al alma, son capaces de hacerte concebir realidad.


El espejo desaparece y la escena retrocede como un caudal a raudales, la sangre se vierte en mi cuerpo, en mi sistema sanguíneo, me hierve en la punta de la lengua; amargo... retengo al mundo entero en mis manos...


He recaudado el conocimiento del cosmos, de las estrellas; he liado los cordones desabrochados a las raíces de la razón del ser, de la cálida madriguera; es ahora cuando el mapa muestra de manera diplomática la marca de nacimiento para quienes hayan nacido con complejo de crucifixión, donde se ha emitido en pocas palabras "estoy jodido y radiante", o como lo dictaría en mi nuevo testamento "se cometió el error del tipo dos".

lunes, julio 10, 2017

Reappear

Hay una gran cantidad de sensaciones que recorren mi cuerpo y estremecen a mi alma a base de emociones y recuerdos, llevo conmigo la furia de una colmena fantasma; el maldito recuerdo en el que a media luz y a plena luna yacía tu desnudez junto a la mía, la manera en la que placenteramente colapsamos junto al tiempo.


Si hablara de tiempo y espacio habría de hacerlo con una venda en los ojos, los cordones desamarrados, con las informalidades escurriendo a raudales por los codos, por los dedos, por las manos...

Si hablara, de nuevo, entregaría todo en caja fuerte, proclamaría una contienda donde se hable con el alma, haría de la vida un bosque donde sólo se proclame libertad.


Ahora mis manos son quienes temblorosas quisieran reescribir el libro entero, son quienes pretenden atestiguar la falsedad de las premisas que llevan consigo tu aroma y el vacío de tus oraciones. Admiro con cierta suspicacia el baile de la luna al son de las olas y es entonces que de manera inevitable me abandono, me desprendo de este mundo terrenal y me convierto en parte del cosmos, vuelvo a ser parte del universo.

lunes, julio 03, 2017

Venus

"Todo está escrito en tus ojos..."

La hermosa ironía del ser inhumano que a razón de ella deja a flor de piel el verdadero humano, el ser hipersensible que radica desde las entrañas hasta los pies. Esa es la hermosa paradoja que tenemos que sujetar día con día. Podremos hablar de obscenidades y demás sensaciones tan locuaz, da igual. Podremos hablar de manera enferma y efímera, mientras recorremos nuestros cuerpos, nuestro sexo, nuestra alma. Esa bella comunión entre la materia y energía que se proclama desde tus delicados labios que tiemblan al son de a media noche. Dulce agonía que escurre desde tu pecho hacia el mío y la calidez de tu torso junto al mío.

Esta noche me he dedicado simplemente a leer cartas de vidas pasadas donde dejamos claro la manera en la que -con el corazón en las manos y el alma de frente- la pasión es parte fundamental para disfrutar dicha agonía, dichos delirios. Hablé alguna vez entonces de ser de ti y poseer de ti hasta las más mínima nimiedad. Hablé de contar cada uno de los lunares que están transitando tu dulce y cálida piel y más aún, precisé el contar cada unas de tus ramificaciones que abundan y se esparcen a través de tu columna vertebral.

Volveremos como fuimos siempre, etéreos como animales salvajes que se rigen a bajo de los instintos, de los más elementales y superficiales hasta los más bajos. De entre los cuales destacan la razón de la atracción. ¡Entonces que así sea! Sujetemos cuerpos, brazos, manos, miembros. Amarremos las almas y volvámonos condescendientes. Entrelazaremos nuestra vida como serpientes y así seremos inquebrantables...

Vuelvo entonces, por segunda vez consecutiva, a leer todas esas viejas cartas de vidas y pasiones pasadas. Hablando de la bella y abstracta ironía de la inhumanidad donde, por primera vez, veo qué tan acorde está a cada uno de mis sentidos.

martes, junio 20, 2017

Gifts from Enola

Regálame tus caricias y tus besos, tus labios

Tus momentos de alegría y tus ratos amargos

Nuestros impulsos han de evitar el letargo

Mientras la noche nos consume en su resabio.


Regálame instantes, momentos y situaciones

Tus parpadeos y sonrisas, tus pestañas

He de preseverlos junto a las hazañas

Donde colapsan nuestras emociones.


Regálame días y horas, minutos antes de dormir

Tu piel y tu tacto, tus sensaciones, tus encantos

Que la única razón de algún llanto

Sea a la hora de partir.


Regálame tus labios a cada minuto, a cada instante

Parpadeos sensatos y alegres, sensaciones llenas de emociones

Hemos de querernos a montones

Que nuestro calor será constante.


miércoles, junio 14, 2017

Posesa

He estado divagando, de aquí para allá entre los recuerdos que surcan mis labios y tus labios, esos mismos que esclarecen las ideas que se revelan mientras suenan las canciones finitas que consumaron la infinidad de nuestros cuerpos en la obscuridad. Mi cuerpo ahora está abierto a la incertidumbre, cada uno de los poros que están sobre mi piel se ha convertido en una ventana capaz de filtrar no sólo la luz para que entre a torrentes dentro de mi ser. He amarrado cada uno de estos al sofocante aroma que sigue persistiendo a través de mis latidos, mis impulsos y mis sentidos. Aroma. Más, ahora sé que se ha corrompido por todos esos restos del naufragio que quedó estipulado en las primeras de nuestras clausulas en común. Entonces sé que me he desprendido de la realidad mezquina, ligero como una pluma me balanceo y contoneo a través de la vida misma, estoy sujetando tu mano mientras esta se está perdiendo fuera de mi mente. Cual latido sincronizado a la melodía y al metrónomo de cada situación, estremezco cada sentido y me desvanezco después del clímax.

Quizá he sido bendecido, me he acercado tanto a la perfección como las rosas, como los rosales en conjunto porque ahora sé que todo se basa en consorcios y poblaciones, ¡al carajo! Alguna vez llegué a escribir/leer que no pertenecemos al mundo y sé que es verdad, y no me refiero específicamente a un tú superlativo ni nada semejante, hablo a simpleza y con la nitidez de un gato mientras acecha. Sé que no pertenecemos, que somos de distancias y futuros ajenos, lejanos y paralelos a este "nuestro" universo. Vamos querida mía, sujétame por algún extremo, por el cabello o las orejas e inclusive por mi sexo si así precisas. Sólo sujétame que hemos de consumirnos lejos, tal cual sucedió en vidas pasadas porque sé que estamos entrelazados y que dicho enlace trasciende más allá de la razón de la humanidad y de la inhumanidad. Va más allá que el entendimiento del cosmos y la cosmogonía del polvo estelar en el cual estamos inmersos.

Sé que la fisiología de las caricias está íntimamente ligada a la fisionomía de un beso y viceversa, entonces vayamos a donde nadie más se atreve. Difamemos las antiguas teorías del caos que rigen el orden. Quiero profanarte y vulgarizarte. Quiero estremecerte con el cálido clima de mis dedos en tu entrepierna. Sé que vas a besarme, sujetarme fuerte. Sé que voy tomarte por la cintura, que voy a explorarte centímetro por centímetro. Sé que vas a observarme con los labios húmedos y con los ojos hundidos en la perpetuidad de mi mirar. Sé que voy cerrar los ojos para crear revolución dentro de ti no sólo por un instante.

miércoles, mayo 24, 2017

El arte de la muerte a media noche

Cada hombre está ávido de grandes historias narradas por manos bonachonas y elocuentes capaces de llenar de júbilo el desvelo; cada hombre toma las proezas narradas y las vuelve suyas, las descifra y desenmaraña como grandes trazos de cielo; cada hombre está aquí con la ferviente idea de comprender más allá de lo que se le ha permitido; cada hombre existe para entender el concepto mismo de la vida pero muchos han olvidado su propósito.


Dicen que uno ha de convertirse en su más grande adicción, en lo que engulle como buitre; en lo que vive y siente. En el tránsito de las venas. En el conjunto perpetuamente cognitivo que se derrama a través de la bendita pasión. Hablaría tanto de la ironía cosmogónica que se ha creado a expensas de guerras y muerte y una sarta de sucesos marcamos como desastres.


Si la razón es la que concibe al verdadero ser y lo expresa desde las jodidas entrañas entonces quizá haya una esperanza para cada acción basada en el arte de la muerte a media noche.

martes, abril 18, 2017

Vida

Hay veces en las que de manera locuaz el alma se sujeta al borde del mundo, de la consagración inmaculada que ha de escudriñar justo en el culo de la creación, vaya ironía esta de referir un sinfín de galimatías a una parte obvia de la existencia. Hay otras tantas veces en las que no se sabe de razones comprensibles y se respira con el corazón y por el alma, donde las manos se convierten en parte etérea del aire y del agua precisando fluir sin cesar.

Ese es el punto clave de cualquier suceso trascendental que ocurra en la micro parte que se nos otorga como vida. Hablaría de métodos científicos para dar una pizca de brillantez a algo que se muestra como un péndulo, uno que pareciera ser influenciado por los cambios que suceden en el universo.

Nos hemos balanceado sobre el tiempo y el espacio en un vaivén infinito que quedó flechado en el corazón de cualquier dios, hemos de padecer la pasión de una mente mórbida, ¡qué bah! Cada quién escoge que usar de muleta; refiero lo anterior a este balanceo sin control que se ha creado parsimoniosamente mientras llevamos las manos al rostro y proclamamos libertad.
Refiero lo anterior a ese vaivén infinito, que va de polo a polo; a esta manera en la que me encuentro dormido, despierto, permanente y creciente como la luna.

Refiero todo lo anterior al los detalles que guardo para disfrutarte en silencio; refiero todo lo anterior a mi insufrible soledad que parece haberse transformado en vida.

martes, abril 04, 2017

Bello

Si vieras todo lo que provocas en mí no habría necesidad de dar explicaciones a estas manías de leer y leerte, leer tus expresiones y los detalles por los que se empalman las sensaciones. Pareciera la serie de casualidades que estábamos esperando.

Hay sensaciones que desarman a uno por completo, que dejan a tu ser tan vulnerable como los frágiles copos de nieve, que te muestran desnudo y sin más máscaras o restricciones; esas mismas sensaciones que te dejan vulnerable. ¡Vaya vida tan elocuente!
Habría tantos que quizá reaccionarían con tal desdén que todo lo anterior tendría el valor de una mierda. Habría unos cuantos que habrán perdido la razón.

Las canciones aceleran mi ritmo cardíaco, somos constelaciones en colisión, nos esperamos suceder hasta un momento inevitable. Llevo conmigo un reloj roto que me anuncia la hora de tu llegada. Basta algunas veces con querer fluir, entonces es que nos dejamos llevar al ritmo de nuestra cercanía.

Aún hay tanto por escribir, haremos una reedición de la biblia y proclamaremos junto a la trinidad por la vida palpable bajo heridas y cicatrices. Porque habremos de escribir cualquier cosa y el mundo entero simplemente entenderá que es nuestro lenguaje, que hicimos del borde del mundo un lugar habitable.

Y si he de narrar un suceso precisado dentro de lo más retorcido de mi magín estaríamos inmersos en una historia donde nos hemos de pertenecer sin temor ni remordimientos, una en donde consagramos arte y belleza sobre la porqueriza en que se convierte el resto de la sociedad. Un suceso inexorable donde simplemente pienso "A esta luz me pareces más hermosa".

viernes, marzo 24, 2017

Veintidós

Estoy compilando todos nuestros recuerdos
en repisas y demás galanterías
tengo entre ellos la manera en que miras
y con silencio pides a gritos
la manera en que arrugas tu nariz al sonreír
los pequeños detalles que comenzamos a crear
la historia que hemos de
escribir.

Estamos tan repentinos a esta situación
compartimos soledad y alegría
un poco de mis malas manías
la manera en que las disfrutas
mi arrogancia fallida
y tu paciencia jovial
estamos tan repentinos
a suceder.

La manera en que haces así
con los dedos entre mi cabello
la manera en que nuestras manos coinciden
y entonces nada más es necesario;
destacan entre mis favoritos.

Estoy compilando cada recuerdo
como bellos tesoros y destellos de vida
como el atisbo de luz al despertar
y el primer respiro después de un coma
como la vida y la muerte convergen su amor
a razón de su propio tiempo;
justamente así es 
como te
pienso.

martes, marzo 07, 2017

Geografía

Quiero sumergirme en tu Pacífico.
Trazar sobre tu piel un majestuoso Atlántico.
Conocer todo tu Venus, tu Marte, tu Plutón.
Descubrir la graved en tus lunas y morir bajo cualquier constelación.

Suceder en tu geografía, que la noche nos reclame pasión, tacto y todas las conversaciones habladas por la piel; que la noche nos reclame el tiempo necesario para aprender a corresponder.
Suceder en tu geografía, donde tus relieves lleven nuestros recuerdos tatuados sobre la piel.

domingo, febrero 26, 2017

Inocuo

Las sensaciones inocuas quizá son mis favoritas, más por mera pesadumbre que por fascinación o algo semejante; pienso en lo grotesco que puede llegar a ser el infame enanismo de los corazones rotos y las almas que han perdido la victoria y gloria que deberían cargar sobre los hombros. Ahora que pretendo proclamar verdades y realidad tatuadas sobre mis pupilas es que me doy cuenta de la funesta sinfonía a la que se arraigó mi melancolía, ahora que lo estrecho sobre mi piel reencuentro las flores moradas que están escondidas bajo esta.


Me parece tan lúgubre el trecho en el cual hemos de inmiscuirnos a razón de la desesperada desolación, ese maldito lapso de pérdida de razón mientras se está con ojos cerrados y palmas abiertas en el aislamiento de cuartetos y quintetos enajenados hablando del romance y el amor por sensaciones inocuas. Llueve en mis recuerdos y empalmo en pilares cada uno de mis rostros sobre la marca del viejo tesoro, me llueve el corazón mientras el vino corroe mi sangre y mi desnudez insufrible.


Mis manos llegan a un contacto inalcanzable para el contexto que pretendo derrochar a raudales y es cuando me digo a mí mismo "¡Vaya mierda!"; repito para mis adentros mientras río de lo lindo por lo absurdo que es mi vagar. He de celar los recuerdos casi ininteligibles que están surcándonos la piel, llevo historias tatuadas bajo cada lunar y cada imperfección; tengo una sensación de tanta avidez como esa necesidad de querer crear revolución y grabarla sobre nuestras clavículas.

jueves, febrero 16, 2017

642

Habría preferido no dar connotaciones al aire con tanta franca ambigüedad, no lo digo de manera vivaz o elocuente, es más bien una especie de estertor taciturno que apesta a mierda. Las maneras de proclamar victoria no son del todo correctas o afables, al menos no para esos jodidos receptores carentes de sarcasmo indiferente; y aunque en verdad lo fuera jamás sería suficiente <suficiente nunca es bastante>.


Vamos vamos, no vengo a empobrecer tu retorcida mente con delirios banales y mezquinos sobre la vida, ¡no qué bah!; veamos esto, querido lector, como una especie de ultimátum lanzado desde el corazón y apuntado justamente entre las cejas, hablemos de la isla radiante y el claridiscente fulgor derrochado desde tu mirar hacia el mío, ¿acaso no ves la transparencia entre líneas que hoy he decretado?, o es acaso que dije algo mal... (¿?)


Las palabras me sobran y escurren de los dedos y los codos y las muñecas y los hombros y las clavículas; aunque mi boca calle con tanta desgana, aunque tenga una radiante inexpresividad arrogante, aunque el mundo se detenga y gire hacia el lado contrario, aunque deba de sangrar por la sien a causa de mi corona.

Tanto libelo por décadas y décadas han de consagrar algo impío sobre este inmaculado abandono y desolación, no queda más, no queda más; nos quedamos solos. Entonces morimos solos.


Pasa la noche con tanta calma, irradia agobio y agonía en silencio, mira debajo de la cama y encontrarás las dos caras de la verdad; miro debajo de la cama y soy atento al delirio que carcome mi ser.

Pasa la noche con tanta calma, irradia agobio y agonía mientras, a tientas y a ciegas, busco el consuelo de los recuerdos sobre sábanas gastadas.

martes, enero 31, 2017

Ninguno

Me arranqué con tal ligereza,

lo hice así, sin parecer sorpresa,

sucedió a expensas de mi abandono

y las proezas que no menciono.


Me desprendí de ti y de mí sin remedio,

lo hice así, quitando todo de en medio,

sucedió a media luz y a media noche,

¡vaya mierda esta del reproche!


Me olvidé en un rincón obscuro,

lo hice así, pretendiendo ser maduro,

sucedió a razón de la desolación 

y toda esa estropeada conjunción.


Me perdí en el vacío sin remedio alguno,

lo hice así, queriendo ser ninguno,

sucedió cuando pasaban seis o siete días

mientras en el fondo del océano moría.

domingo, enero 29, 2017

Calma y Cobijo

Giran las hojas al compás de este metrónomo, revolotean y crispan estas notas atónitas capaces de crear revolución. ¿Será acaso que en verdad de eso se vive? Para quienes desconozcan el origen de esto último no olviden consultar la sección de sarcasmos arrogantes.

Hablemos de lo que envuelve la situación, de la creación del universo y la analogía termodinámicamente perfecta referida a un tiro de apertura en una mesa de billar.


Siempre nos preguntamos si habremos hablado de más en cierta situación pero las cosas no son necesariamente malas, las palabras sobran aunque se excedan de pasión y sinceridad. El día comienza a emerger de este estanque lleno de sapos y porqueriza, aunque el tiempo de espera es quizá abruptamente demasiado, siempre se puede proclamar serenidad.


Los ojos son quienes derrochan a raudales la noche que envuelve y cobija con su mirada articulada, que nos haga la noche entonces, seamos testigos del despojo hastiado y atiborrado de amor que se refleja en la luna; que nos haga la noche entonces; que en mis brazos encuentres tu calma y cobijo aunque sólo estemos conectados por el viento y su sonido.

lunes, enero 09, 2017

Pasa la noche

Pasa la noche, sucede tu ausencia tan próxima a mi inexistente presencia,

sucede que cae de párpados abiertos con trazos cercanos a la melancolía; a la desolación.


Pasa la noche sin rumbo fijo ni dirección, son las palabras quienes corroen,

esta misma reposa sobre el albedrío de mis hombros y mis clavículas; entonces no existo.


Pasa la noche tan cercana a mi desvelo, a mi inconsolable insomnio y tu pesadez,

hablaríamos de comenzar de nuevo con las proezas, con una bella hegemonía carente de sensatez.


Pasa la noche, me sucede <o nos sucede > que encontramos galaxias colisionadas,

nos sucede que llegamos a destiempo, yo nostalgio y tú nostalgias; ¡qué bah! 


Aún pasa la noche aunque sobre mis párpados convergen los destellos del amanecer,

pasa esta misma sin un respiro ni un adiós; pasa esta noche de invierno.

Ya    no        queda           nada           ...

jueves, enero 05, 2017

Varia Lectio

Si pudiera contar mis memorias, encarnaría en vida misma las proezas que hemos sostenido entre manos y entre labios; si lo hiciera sé que no habría necesidad alguna de palabras pues bastaría sólo un instante para callar tus silencios con los míos.


Hemos de mirarnos etéreos y perpetuos, a media noche y con luces apagadas, hemos de hacerlo sin expectativas absurdas de la situación; hemos de hacerlo con los mapas trazados sobre nuestra geografía y el resplandor de mis dedos sobre tu piel.


Si pudiera contar las memorias que se trazaron sobre constelaciones sucedería que los lunares y las clavículas, sucedería que habríamos rayado sobre el cielo fechas referidas al cuatro. Habríamos de sostenernos entre manos y entre brazos sujetos al alma, sucedería entonces que un día cualquiera sin sentido ni razón o comprensión hablaríamos de nuestros días con las hojas de los árboles bajo nuestros pies desnudos, de los días de ingenio plasmados bajo las estrellas y las travesías esperando por concretar; a veces nos sucede que la distancia...