viernes, diciembre 22, 2017
Moon
lunes, noviembre 20, 2017
Ya sea
sábado, octubre 28, 2017
Memoria de tacto
lunes, octubre 23, 2017
Pugie
sábado, septiembre 30, 2017
Cohete a la luna
miércoles, septiembre 13, 2017
Misery is a Butterfly
miércoles, septiembre 06, 2017
Argot
Caen a pedazos los días tras las vueltas del calendario, las gotas que surcan la ventana compaginan con los destellos de alma creciente que hay a media luz, a media obscuridad. Los sonidos corrompen la escena mientras me sumerjo dentro de un océano, no sé si por mera fascinación o enajenación, como aquél que marcó tragedia y benevolente gloria. El cambio de tiempo siempre está sujeto a la dinámica de la mente y el corazón obstinados; a las muestras de afecto sin corresponder y a los tragos amargos que te llenan de reminiscencias prescindibles.
La respiración decae lentamente, se vuelve fría, entrecortada y atiborrada de suspiros; es la noche la mejor cómplice de la majestuosidad del tacto y de las emociones que son capaces de escurrir sobre la piel, sobre las manos, sobre los labios; nos queda el resabio del último baile y la ansiedad por más pasos afinados a un ritmo compartido.
Las palabras sobran aunque la capacidad de habla pareciera vacía, inexistente; si pudiera declinar todo esto que me escurre por los codos y se anuda a mis impulsos, entonces hablaría del momento en el que en sueños nos pertenecemos, en el mismo en que hemos de encontrar los senderos de estrellas que guían el camino de vuelta a casa donde, y con luces apagadas, nos enseñamos a corresponder.
jueves, agosto 17, 2017
Situaciones
Podría contar cada día de mi vida hilando sensaciones. También estoy seguro que podría hacerlo contando y organizando argumentos donde la situación principal se desenvuelve de cierta manera, la misma que sigue corrompiendo mis retinas. He aprendido bien que la vida es una gran bahía. Una bahía llena de recuerdos, de palpitaciones. Una bahía llena de sangre. Quizá es extraña la mezcolanza de vida y muerte que suelo derramar día con día, quizá no lo es. Después de tanto libelo a veces es momento de cambiar de entonación, de frecuencia, y algunas otras, sólo basta con desatinar al metrónomo al cual nos vemos inmersos noche tras noche. Y unas más (nunca hay que dejar cabos sueltos), de esas que se convierte en nimiedades, es preciso ser efímero, hercúleo. Es necesariamente preciso convertirse en gigante.
Situaciones inconmensurables, latentes. Situaciones llenas de memorias y recuerdos, de sensaciones carmesí. Situaciones donde el tintinar del vino sigue escurriendo por la comisura de los labios. Situaciones presentes sin ser, presentes sin alma. Situaciones ausentes sin mente... Situaciones y más situaciones donde podemos contar constelaciones, donde el cosmos seguirá siendo nuestro guía. De eso he estado despilfarrando palabras todo el día, de llenar el tiempo que transcurre mientras arrastro cada letra, de situaciones en las cuales se puede volar con los ojos cerrados, donde uno se deja consumir por la atmósfera y es entonces que por fin nos volvemos cenizas. Rebozar cada minuto con situaciones donde hay clímax y reencarnaciones, donde se puede ser sol y luna a la vez mientras observamos las dunas de la soledad. Y más aún, situaciones donde el carmesí, y el violeta, y el azul, emergen al filo de la media noche, del filo de tu piel, tu piel erizando mis poros, mis poros respirando al compás de las manecillas azules... Respirando y perdiendo todos los sentidos... Aún quiero aprender a vestir de mariposas y entonces, podré naufragar. Ya no habrá que esperar más.
martes, agosto 08, 2017
Raindrops
La manos tiemblan mientras mis impulsos se detienen, se congelan, mientras estos se quedan dispersos ante la gran calamidad inconmensurable que corrompe mis retinas, las pulsaciones y palpitaciones aceleran tan rápido como una bala disparada entre las cejas, mi sonrisa muere lentamente y los estragos amargos derrochan recuerdos a razón de cualquier otra benevolente y afamada situación. Mi piel y cada uno de mis poros abiertos, aunque no a la incertidumbre, permean mis instintos; se desgarran, se destruyen, se crean...
Las manos tiemblan mientras nos falta el aliento, mientras sobre sábanas gastadas creo un refugio, mientras , y en conjunto, rememoro cada reminiscencia donde esclareciste las políticas de resignación donde cantamos al aire, al mar, al Ecuador; donde nos pertenecimos en plena obscuridad, donde, y al filo de la media noche, se hacen presentes los ausentes para reiterar la ficción; donde he de morir mientras las palabras escurren por mis labios, mientras estas se tatúan en las yemas de mis dedos esperando poder cumplir con el devenir, con volverse inmortales.
Las manos tiemblan, la respiración se vuele lenta y paulatina mientras todos los sentidos se desvanecen en el espacio, donde el silencio y la obscuridad prolongan el desvelo. Las manos tiemblan mientras los impulsos han de quedarse dentro de la nevera, mientras el aliento se queda impregnado en el último adiós.
Mis manos tiemblan al son del anochecer, me busco, reitero para mis adentros sobre la maldita marca de crucifixión que he de llevar tan arraigada como la cordialidad y los buenos modales; mis manos tiemblan mientras anudo mi corbata y coloco en mí la mejor presentación que he de denotar, mientras hablo y callo y grito al mismo instante, mientras pretendo desvanecerme con el viento.
Mis manos tiemblan mientras sujeto una destrucción inminente, mientras pretendo girar al compás de la rueda llamada revolución...
miércoles, julio 19, 2017
Ho
Las luces se apagan mientras observo al mundo destruirse en trozos errantes, mis manos aún bajo el agua reflejan la perplejidad inverosímil con la que me observo; mis ojos ahora un poco menos nublados han reencontrado los pequeños desperfectos cotidianos, como las llaves fuera de lugar o la ventana abierta con la luz encendida, mientras la sangre inflama el alma. Los instantes segregados bajo parpadeos matizan mi mente, lisonjean al alma, son capaces de hacerte concebir realidad.
El espejo desaparece y la escena retrocede como un caudal a raudales, la sangre se vierte en mi cuerpo, en mi sistema sanguíneo, me hierve en la punta de la lengua; amargo... retengo al mundo entero en mis manos...
He recaudado el conocimiento del cosmos, de las estrellas; he liado los cordones desabrochados a las raíces de la razón del ser, de la cálida madriguera; es ahora cuando el mapa muestra de manera diplomática la marca de nacimiento para quienes hayan nacido con complejo de crucifixión, donde se ha emitido en pocas palabras "estoy jodido y radiante", o como lo dictaría en mi nuevo testamento "se cometió el error del tipo dos".
lunes, julio 10, 2017
Reappear
Hay una gran cantidad de sensaciones que recorren mi cuerpo y estremecen a mi alma a base de emociones y recuerdos, llevo conmigo la furia de una colmena fantasma; el maldito recuerdo en el que a media luz y a plena luna yacía tu desnudez junto a la mía, la manera en la que placenteramente colapsamos junto al tiempo.
Si hablara de tiempo y espacio habría de hacerlo con una venda en los ojos, los cordones desamarrados, con las informalidades escurriendo a raudales por los codos, por los dedos, por las manos...
Si hablara, de nuevo, entregaría todo en caja fuerte, proclamaría una contienda donde se hable con el alma, haría de la vida un bosque donde sólo se proclame libertad.
Ahora mis manos son quienes temblorosas quisieran reescribir el libro entero, son quienes pretenden atestiguar la falsedad de las premisas que llevan consigo tu aroma y el vacío de tus oraciones. Admiro con cierta suspicacia el baile de la luna al son de las olas y es entonces que de manera inevitable me abandono, me desprendo de este mundo terrenal y me convierto en parte del cosmos, vuelvo a ser parte del universo.
lunes, julio 03, 2017
Venus
martes, junio 20, 2017
Gifts from Enola
Regálame tus caricias y tus besos, tus labios
Tus momentos de alegría y tus ratos amargos
Nuestros impulsos han de evitar el letargo
Mientras la noche nos consume en su resabio.
Regálame instantes, momentos y situaciones
Tus parpadeos y sonrisas, tus pestañas
He de preseverlos junto a las hazañas
Donde colapsan nuestras emociones.
Regálame días y horas, minutos antes de dormir
Tu piel y tu tacto, tus sensaciones, tus encantos
Que la única razón de algún llanto
Sea a la hora de partir.
Regálame tus labios a cada minuto, a cada instante
Parpadeos sensatos y alegres, sensaciones llenas de emociones
Hemos de querernos a montones
Que nuestro calor será constante.
miércoles, junio 14, 2017
Posesa
Quizá he sido bendecido, me he acercado tanto a la perfección como las rosas, como los rosales en conjunto porque ahora sé que todo se basa en consorcios y poblaciones, ¡al carajo! Alguna vez llegué a escribir/leer que no pertenecemos al mundo y sé que es verdad, y no me refiero específicamente a un tú superlativo ni nada semejante, hablo a simpleza y con la nitidez de un gato mientras acecha. Sé que no pertenecemos, que somos de distancias y futuros ajenos, lejanos y paralelos a este "nuestro" universo. Vamos querida mía, sujétame por algún extremo, por el cabello o las orejas e inclusive por mi sexo si así precisas. Sólo sujétame que hemos de consumirnos lejos, tal cual sucedió en vidas pasadas porque sé que estamos entrelazados y que dicho enlace trasciende más allá de la razón de la humanidad y de la inhumanidad. Va más allá que el entendimiento del cosmos y la cosmogonía del polvo estelar en el cual estamos inmersos.
Sé que la fisiología de las caricias está íntimamente ligada a la fisionomía de un beso y viceversa, entonces vayamos a donde nadie más se atreve. Difamemos las antiguas teorías del caos que rigen el orden. Quiero profanarte y vulgarizarte. Quiero estremecerte con el cálido clima de mis dedos en tu entrepierna. Sé que vas a besarme, sujetarme fuerte. Sé que voy tomarte por la cintura, que voy a explorarte centímetro por centímetro. Sé que vas a observarme con los labios húmedos y con los ojos hundidos en la perpetuidad de mi mirar. Sé que voy cerrar los ojos para crear revolución dentro de ti no sólo por un instante.
miércoles, mayo 24, 2017
El arte de la muerte a media noche
Cada hombre está ávido de grandes historias narradas por manos bonachonas y elocuentes capaces de llenar de júbilo el desvelo; cada hombre toma las proezas narradas y las vuelve suyas, las descifra y desenmaraña como grandes trazos de cielo; cada hombre está aquí con la ferviente idea de comprender más allá de lo que se le ha permitido; cada hombre existe para entender el concepto mismo de la vida pero muchos han olvidado su propósito.
Dicen que uno ha de convertirse en su más grande adicción, en lo que engulle como buitre; en lo que vive y siente. En el tránsito de las venas. En el conjunto perpetuamente cognitivo que se derrama a través de la bendita pasión. Hablaría tanto de la ironía cosmogónica que se ha creado a expensas de guerras y muerte y una sarta de sucesos marcamos como desastres.
Si la razón es la que concibe al verdadero ser y lo expresa desde las jodidas entrañas entonces quizá haya una esperanza para cada acción basada en el arte de la muerte a media noche.
martes, abril 18, 2017
Vida
martes, abril 04, 2017
Bello
viernes, marzo 24, 2017
Veintidós
martes, marzo 07, 2017
Geografía
domingo, febrero 26, 2017
Inocuo
Las sensaciones inocuas quizá son mis favoritas, más por mera pesadumbre que por fascinación o algo semejante; pienso en lo grotesco que puede llegar a ser el infame enanismo de los corazones rotos y las almas que han perdido la victoria y gloria que deberían cargar sobre los hombros. Ahora que pretendo proclamar verdades y realidad tatuadas sobre mis pupilas es que me doy cuenta de la funesta sinfonía a la que se arraigó mi melancolía, ahora que lo estrecho sobre mi piel reencuentro las flores moradas que están escondidas bajo esta.
Me parece tan lúgubre el trecho en el cual hemos de inmiscuirnos a razón de la desesperada desolación, ese maldito lapso de pérdida de razón mientras se está con ojos cerrados y palmas abiertas en el aislamiento de cuartetos y quintetos enajenados hablando del romance y el amor por sensaciones inocuas. Llueve en mis recuerdos y empalmo en pilares cada uno de mis rostros sobre la marca del viejo tesoro, me llueve el corazón mientras el vino corroe mi sangre y mi desnudez insufrible.
Mis manos llegan a un contacto inalcanzable para el contexto que pretendo derrochar a raudales y es cuando me digo a mí mismo "¡Vaya mierda!"; repito para mis adentros mientras río de lo lindo por lo absurdo que es mi vagar. He de celar los recuerdos casi ininteligibles que están surcándonos la piel, llevo historias tatuadas bajo cada lunar y cada imperfección; tengo una sensación de tanta avidez como esa necesidad de querer crear revolución y grabarla sobre nuestras clavículas.
jueves, febrero 16, 2017
642
Habría preferido no dar connotaciones al aire con tanta franca ambigüedad, no lo digo de manera vivaz o elocuente, es más bien una especie de estertor taciturno que apesta a mierda. Las maneras de proclamar victoria no son del todo correctas o afables, al menos no para esos jodidos receptores carentes de sarcasmo indiferente; y aunque en verdad lo fuera jamás sería suficiente <suficiente nunca es bastante>.
Vamos vamos, no vengo a empobrecer tu retorcida mente con delirios banales y mezquinos sobre la vida, ¡no qué bah!; veamos esto, querido lector, como una especie de ultimátum lanzado desde el corazón y apuntado justamente entre las cejas, hablemos de la isla radiante y el claridiscente fulgor derrochado desde tu mirar hacia el mío, ¿acaso no ves la transparencia entre líneas que hoy he decretado?, o es acaso que dije algo mal... (¿?)
Las palabras me sobran y escurren de los dedos y los codos y las muñecas y los hombros y las clavículas; aunque mi boca calle con tanta desgana, aunque tenga una radiante inexpresividad arrogante, aunque el mundo se detenga y gire hacia el lado contrario, aunque deba de sangrar por la sien a causa de mi corona.
Tanto libelo por décadas y décadas han de consagrar algo impío sobre este inmaculado abandono y desolación, no queda más, no queda más; nos quedamos solos. Entonces morimos solos.
Pasa la noche con tanta calma, irradia agobio y agonía en silencio, mira debajo de la cama y encontrarás las dos caras de la verdad; miro debajo de la cama y soy atento al delirio que carcome mi ser.
Pasa la noche con tanta calma, irradia agobio y agonía mientras, a tientas y a ciegas, busco el consuelo de los recuerdos sobre sábanas gastadas.
martes, enero 31, 2017
Ninguno
Me arranqué con tal ligereza,
lo hice así, sin parecer sorpresa,
sucedió a expensas de mi abandono
y las proezas que no menciono.
Me desprendí de ti y de mí sin remedio,
lo hice así, quitando todo de en medio,
sucedió a media luz y a media noche,
¡vaya mierda esta del reproche!
Me olvidé en un rincón obscuro,
lo hice así, pretendiendo ser maduro,
sucedió a razón de la desolación
y toda esa estropeada conjunción.
Me perdí en el vacío sin remedio alguno,
lo hice así, queriendo ser ninguno,
sucedió cuando pasaban seis o siete días
mientras en el fondo del océano moría.
domingo, enero 29, 2017
Calma y Cobijo
Giran las hojas al compás de este metrónomo, revolotean y crispan estas notas atónitas capaces de crear revolución. ¿Será acaso que en verdad de eso se vive? Para quienes desconozcan el origen de esto último no olviden consultar la sección de sarcasmos arrogantes.
Hablemos de lo que envuelve la situación, de la creación del universo y la analogía termodinámicamente perfecta referida a un tiro de apertura en una mesa de billar.
Siempre nos preguntamos si habremos hablado de más en cierta situación pero las cosas no son necesariamente malas, las palabras sobran aunque se excedan de pasión y sinceridad. El día comienza a emerger de este estanque lleno de sapos y porqueriza, aunque el tiempo de espera es quizá abruptamente demasiado, siempre se puede proclamar serenidad.
Los ojos son quienes derrochan a raudales la noche que envuelve y cobija con su mirada articulada, que nos haga la noche entonces, seamos testigos del despojo hastiado y atiborrado de amor que se refleja en la luna; que nos haga la noche entonces; que en mis brazos encuentres tu calma y cobijo aunque sólo estemos conectados por el viento y su sonido.
lunes, enero 09, 2017
Pasa la noche
Pasa la noche, sucede tu ausencia tan próxima a mi inexistente presencia,
sucede que cae de párpados abiertos con trazos cercanos a la melancolía; a la desolación.
Pasa la noche sin rumbo fijo ni dirección, son las palabras quienes corroen,
esta misma reposa sobre el albedrío de mis hombros y mis clavículas; entonces no existo.
Pasa la noche tan cercana a mi desvelo, a mi inconsolable insomnio y tu pesadez,
hablaríamos de comenzar de nuevo con las proezas, con una bella hegemonía carente de sensatez.
Pasa la noche, me sucede <o nos sucede > que encontramos galaxias colisionadas,
nos sucede que llegamos a destiempo, yo nostalgio y tú nostalgias; ¡qué bah!
Aún pasa la noche aunque sobre mis párpados convergen los destellos del amanecer,
pasa esta misma sin un respiro ni un adiós; pasa esta noche de invierno.
Ya no queda nada ...
jueves, enero 05, 2017
Varia Lectio
Si pudiera contar mis memorias, encarnaría en vida misma las proezas que hemos sostenido entre manos y entre labios; si lo hiciera sé que no habría necesidad alguna de palabras pues bastaría sólo un instante para callar tus silencios con los míos.
Hemos de mirarnos etéreos y perpetuos, a media noche y con luces apagadas, hemos de hacerlo sin expectativas absurdas de la situación; hemos de hacerlo con los mapas trazados sobre nuestra geografía y el resplandor de mis dedos sobre tu piel.
Si pudiera contar las memorias que se trazaron sobre constelaciones sucedería que los lunares y las clavículas, sucedería que habríamos rayado sobre el cielo fechas referidas al cuatro. Habríamos de sostenernos entre manos y entre brazos sujetos al alma, sucedería entonces que un día cualquiera sin sentido ni razón o comprensión hablaríamos de nuestros días con las hojas de los árboles bajo nuestros pies desnudos, de los días de ingenio plasmados bajo las estrellas y las travesías esperando por concretar; a veces nos sucede que la distancia...